Primer Foro “Educando para No Olvidar” en la ciudad de La Antigua GuatemalaEmbajada Mundial de Activistas por la Paz

Primer Foro “Educando para No Olvidar” en la ciudad de La Antigua Guatemala

Guatemala

 

Guatemala

30 de mayo, 2014

La ciudad de La Antigua Guatemala fue el escenario del lanzamiento del Foro  “Educando para No Olvidar”, el cual se realizó de forma conjunta con la Universidad de San Carlos, en las instalaciones de las Ruinas Convento de las Capuchinas.

Participó en la conferencia el doctor Carlos Guzmán Böckler, Sociólogo, Antropólogo, Humanista, Abogado, Escritor Emérito de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y condecorado con la Orden del Quetzal en 2011, quien esbozó el panorama histórico sobre los causales de la Segunda Guerra Mundial y el genocidio hacia el pueblo judío, enfatizando aspectos fundamentales como el odio, intransigencia, represión, autoritarismo y brutalidad, como argumento en la determinación de leyes antisemitas; recordando que aún hoy día hay un juego permanente entre la admiración y la repulsión hacia los judíos.

Por su parte, el licenciado Byron Arturo Pelén Morales, representante de la Universidad de San Carlos de Guatemala, abordó sobre la importancia de cómo, dónde y por qué pueden surgir distintas violaciones a los Derechos Humanos, ya sea por el Estado o por las instituciones: «Nuestra Constitución precisamente protege a la persona desde el momento de la concepción. Y de igual manera, vale la pena señalar también que hay diferentes formas de violar los derechos de todo ser humano. Hay violaciones sistemáticas, hay violaciones por acción, hay violaciones por omisión y también hay violaciones por exclusión. Cuando el Estado básicamente trasciende y trata por todos los medios determinados, de impedir el desarrollo de la sociedad, el vedarle los derechos y garantías, ese desarrollo integral, cuando esto se ve truncado se dice que existe una violación sistemática».

La licenciada Liseth Morales Porras, miembro del Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala, enfatizó sus palabras sobre “El Respeto,” refiriéndose así:

«Siendo el respeto un valor fundamental, debemos tener muy presente que no debemos confundirlo con actos como el silencio cómplice cuando deberíamos hacer acciones para contribuir con las soluciones de problemas graves. En el respeto está implícita la tolerancia, entendida como la aceptación de las condiciones que los demás tienen; no obstante, tolerar no es claudicar, ni conciliar lo irreconciliado. El respeto comienza en la propia persona y está referido a las leyes naturales. El estado original del respeto está basado en el reconocimiento del propio ser como una entidad única, una fuerza vital interior, un ser espiritual, un alma. La conciencia elevada de saber quién soy, surge desde un espacio auténtico de valor puro. Con esta perspectiva, hay fe en el propio ser así como entereza e integridad en el interior. Con la comprensión del propio ser se experimenta el verdadero autorespeto; por eso la importancia de “Educar para No Olvidar:” no olvidar los errores, los crímenes de lesa humanidad que van contra cualquier acto individual o de grupo».

Participaron también del Foro: la licenciada Maritza Moreira, representante de la Universidad de San Carlos de Guatemala y Directora del Centro Santo Thomas de Aquino; la señora Abigail de López, Delegada de la Comisión de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Sacatepéquez; el grupo de Cronistas del Congreso de la República de Guatemala; catedráticos y estudiantes de las Universidades: San Carlos de Guatemala, Mariano Gálvez y Universidad Rural de Guatemala, estudiantes de nivel medio del Colegio Cayalá, de San Pedro Las Huertas; e Instituto Normal para Varones, Antonio Larrazabal (INVAL).

Concluida  la conferencia, la audiencia pudo observar una galería fotográfica sobre el Holocausto; y de igual manera fue expuesta una réplica de la Estrella de David que contiene las huellas palmares de la sobreviviente del Holocausto: Sra. Regina Sztelcner de Engelberg, quien radica en Guatemala desde 1946, y una Placa conmemorativa que narra brevemente su vivencia entre los años 1939 y 1945, evidenciando así la veracidad de los hechos por los que atravesó la población judía y otras minorías durante el régimen nazi.