Presidente del Congreso Alvaro Arzú: La justicia es impensable sin paz
Ver GaleríaEl presidente del Congreso de Guatemala, Alvaro Arzú Escobar, participó en la Sesión Diplomática, Política y Parlamentaria de la Cumbre de Integración por la Paz (CUMIPAZ 2018), donde presentó el discurso titulado “La verdadera y falsa paz”.
El congresista, contextualizó su discurso con una reseña histórica y mencionó que la derrota del fascismo y la desaparición del bloque soviético enseñó a la ciudadanía que es mejor vivir en democracia y bajo leyes de mercado libre, pero en este siglo XXI la historia sigue y las antiguas luchas continúan.
Manifestó Arzú Escobar que la lucha de poder se ha convertido en una batalla donde prevalece la mejor estrategia para administrar los recursos de un país; luchas que han destruido la moral y los valores universales.
En el caso de Guatemala, según Arzú, la falsa paz es paradójica e irónica porque se dio fin a los enfrentamientos ideológicos con la firma de los Acuerdos de Paz en diciembre de 1996. Estos acuerdos establecieron, por un lado, el hecho de vivir en un mundo globalizado, y por el otro, la idea según la cual la única forma legítima de buscar el poder es la vía democrática.
Enfatizó Arzúa:
“Veinte años más tarde de esa firma histórica de Acuerdos de Paz, es fácil percibir que hay sectores que parecen haber olvidado que muchos de sus reclamos actuales están plasmados en ese proyecto nación”.
La lucha de poder ha dividido la sociedad guatemalteca y esta acción es un ejemplo pragmático de lo que Arzú denomina falsa paz.
El presidente del Congreso, manifestó que la verdadera paz no es gratuita, se alcanza luchando contra las formas de violencia disfrazadas de paz; además, tiene forma de lucha contra el uso político de los derechos humanos.
“Tenemos la responsabilidad de rescatar la paz de las manos de quienes entienden la política como estrategia, como instrumento para alcanzar intereses sectarios para hacer la guerra a sus enemigos políticos”, aseguró.
Arzú expresó en su discurso que la búsqueda de la paz por el camino a la virtud es la única forma de superar la crisis de valores, de la política y las instituciones. “La justicia es impensable sin la paz”, culminó.