Mensaje del Dr. William Soto Santiago en la sesión Diplomática, Política y Parlamentaria de la Cumbre de Integración por la Paz, CUMIPAZ 2017-Panamá
Mensaje William Soto

Mensaje del Dr. William Soto Santiago en la sesión Diplomática, Política y Parlamentaria de la Cumbre de Integración por la Paz, CUMIPAZ 2017-Panamá

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Muy buenos días, cordial saludo a la mesa de honor, autoridades y público presente en el marco de las tres mesas que conforman esta Sesión Diplomática, Parlamentaria y Política de la CUMIPAZ 2017.

Buscamos abordar la problemática que afecta la paz del ser humano integral y de las naciones, y proponer opciones para su solución desde la implementación de la democracia como un sistema de gobierno.

Los conceptos de administración estatal y ejercicio del poder público, emanan de la sesión del poder ciudadano a sus gobernantes, a cambio de la promesa de que estos últimos concretarían la ejecución futura de las acciones que la sociedad requiere para garantizar su desarrollo y pervivencia en paz.

Esa base causal ha permanecido hasta hoy, si la política se entiende y asume en un doble sentido ético y funcional como el ejercicio del poder público, orientado al bien común, se concluye que pocas actividades humanas encierran una responsabilidad mayor para quien la ejerce, por la cantidad de personas que se verán afectadas por ella, positiva o negativamente.

La política es por principio un arte noble que requiere una sólida estructura axiológica, para no perder el rumbo moral; su ejercicio está lleno de peligros y desviaciones, entre los cuales los más sobresalientes son la corrupción y el riesgo que un gobierno elegido legítimamente se desvirtúe convirtiéndose en un régimen totalitario.

Esto ocurre principalmente cuando los líderes políticos olvidan que el verdadero objetivo de su trabajo como funcionarios es el servicio a su pueblo. La democracia se ha ido generalizando por ser el sistema político en el que más se puede trabajar por la dignidad del ser humano y por el reconocimiento de sus derechos e igualdad de condiciones.

Todos los gobiernos, sin importar su ubicación dentro del espectro político, deben reconocer a la persona como pilar fundamental y la razón misma de su trabajo, y desarrollar políticas públicas que la dignifiquen y engrandezcan. Sin embargo, hoy observamos cómo los discursos de odio y las acciones de intolerancia con el diferente, alimentan el renacer de ideologías extremistas, nacionalistas, xenófobas y terroristas.

Alertas de actos genocidas se viven en Oriente Medio, algunas zonas de África y Europa del Este; aumentan los atentados terroristas enlutando a miles de hogares, mientras una amenaza de guerra nuclear pone en riesgo la seguridad y la existencia de toda la familia humana. Estos son algunos de los desafíos apremiantes para los líderes políticos, pero está en sus manos contribuir a transformar el panorama mundial en uno más optimista.

Podemos superar las guerras, superar la violencia, los conflictos y la corrupción. Podemos vivir en paz. La paz es la razón de ser de los seres humanos y la felicidad es un derecho inherente e inalienable, y para alcanzarla se necesitan dos aspectos fundamentales en nuestros líderes: El amor al prójimo y la voluntad política.

La construcción de la paz es un proceso continuo, dinámico, creativo, que precisa de la suma de compromisos y voluntades.

La presencia de cada uno de ustedes, estimados líderes, nos llena de esperanza y abre múltiples caminos para trabajar por la felicidad del ser humano integral, de la Madre Tierra y de las naciones. Por eso en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz queremos prestarles toda la ayuda que nos sea posible, y para eso queremos proponerles la creación de un Consejo de Forjadores de la Paz, en el cual se articulen, implementen y fortalezcan acciones políticas, parlamentarias y diplomáticas, donde se priorice al ser humano y se exalte su dignidad, su derecho a la justicia, a la paz y a la felicidad, promoviendo la superación, la generación de oportunidades, de participación y crecimiento a través de una educación integral que fortalezca los valores, la promoción y protección de los derechos universales y el respeto a las diferencias.

Agradecemos desde ya su presencia en esta Cumbre y su contribución a la búsqueda de soluciones para construir una sociedad más justa, incluyente, solidaria y en paz. Cuenten con nuestra colaboración en sus respectivos países.

Bienvenidos y muchas gracias.