Víctor Hugo Zamora Castedo | La corrupción en los sistemas de gobierno y su impacto sobre los derechos humanos.
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Muchas gracias. Inicialmente quiero saludar a nuestros organizadores. La verdad que nos sentimos honrados al participar en este evento, y queremos agradecerles a quienes hacen posible que todos estemos reunidos aquí compartiendo; y a través de la Lcda. Gabriela Lara queremos expresarle también un sentimiento de reconocimiento a don William Soto Santiago, nuestro gran Embajador por la Paz; y ojalá que pronto lo tengamos junto a nosotros compartiendo este tipo de actividades.
Quiero saludar a todos los presentes: autoridades, colegas, autoridades originarias que veo también participando de esta actividad; y, como no, a nuestros panelistas; a través de la coordinación hago extensiva a nuestros amigos representantes de otros países.
Bueno, a mí me ha tocado un tema bien sensible, que además he notado que necesitamos trabajarlo con mucha prudencia; por eso voy a comentarles muy rápidamente de una metodología que vamos a utilizar para que todos nos ubiquemos en el trabajo que vamos a desarrollar.
Voy a presentarles un video de motivación (que, por favor, quiero excluir cualquier tipo de comentario respecto al fondo del video), sin embargo nos va a permitir ilustrar la esencia de lo que queremos hablar, de la corrupción y del efecto que tiene la corrupción sobre la tranquilidad y la paz en nuestras sociedades. Por eso es que ese video nos va a permitir iniciar de una manera muy motivada el trabajo.
Posteriormente quiero manifestarles algunos conceptos, también algunos elementos de desafío para que podamos reflexionar al respecto, y terminar con algunas conclusiones que las podamos hacer conjuntamente.
El tema que vamos a tratar tiene que ver nomás con una reflexión profunda sobre la corrupción como transversal en las actuales gestiones de gobierno en todos nuestros países; por eso es que me voy a excluir de emitir algún juicio de valor de quién roba más o , o en qué país existe mayor o menor corrupción.
Vamos a dejar esos temas para las instituciones que trabajan en las estadísticas correspondientes y que ustedes van a poder acceder muy fácilmente. Tampoco les voy a contar una experiencia muy específica de mi país, sino más bien me voy a dedicar a la parte conceptual para que podamos compartirla con ustedes. Para ello, le voy a pedir a nuestra organización que podamos presentar un video que dura dos minutitos y que puedan ustedes poner atención a lo que simboliza este video en un momento emblemático de corrupción en uno de nuestros países. Por favor.
VIDEO - Petrobras: de orgullo nacional a escándalo de corrupción en Brasil
Muchas gracias. Este es uno de los videos que corrió por el mundo y que nos muestra que el tema de la corrupción sí nos complica realmente la relación entre electores y mandantes, entre ciudadanos y gobernantes, entre sectores afines de un Estado en la sociedad; y, claro, es un factor disociador de la paz.
Por eso es que es importante conceptualizar que uno de los elementos que nos está complicando la vida en armonía y en paz es la corrupción, como un factor importante dentro de la actividad de la gestión de gobierno.
Yo he querido investigar un poco sobre los conceptos de la corrupción y quiero compartir con ustedes algunos de ellos, sin emitir también mi inclinación por alguno de ellos —tomen ustedes sus conclusiones—; y me parece que hay elementos contradictorios que nos van a permitir reflexionar profundamente.
Miren, Rousseau ya en el momento de la Revolución Francesa, Jean-Jacques Rousseau, nos decía que «el hombre nace bueno, es la sociedad la que lo corrompe»; un concepto puro y en esencia de lo que es el origen del sentimiento del hombre.
Sin embargo, hay otras corrientes como Carlos Dossi, que nos decía que «en todos los hombres se encuentra presente la corrupción, solo es cuestión de cantidades».
Es un tema que ya dentro de los conceptos hay una contradicción diametralmente opuesta: o nacemos puros y en esencia no somos corruptos y es el entorno el que nos corrompe, o finalmente somos los seres humanos que nacemos con la tendencia corruptible y que finalmente va a llegar un momento en que cierta cantidad nos va a hacer corruptos.
Quedo con una contradicción en el escenario para que en su momento las reflexionemos y las discutamos.
La corrupción en los países ha adquirido características de sistematicidad; es decir, ya se ha vuelto con efecto sistémico, funciona como un engranaje que prácticamente mueve las altas esferas de gobernantes.
Mereciendo un trato especial, creo que la premisa mayor el día de hoy es que: a la corrupción hay que combatirla; y por eso es que vamos a partir de esa premisa para poder reflexionar sobre el tema de la corrupción.
Dicen que «la corrupción indudablemente persiste hasta cierto grado, independientemente de las mejoras que se logren en la gestión pública».
«Una mala gestión pública crea mayores incentivos y posibilidades de corrupción». Con seguridad que esa es una afirmación que la podemos dejar muy claramente establecida.
Existen otro tipo de conceptos sobre la corrupción, se los pongo a consideración para que puedan ustedes internalizar algunos de ellos:
«La corrupción puede definirse como el abuso de la autoridad o de la confianza para el beneficio privado; y es una tentación en la que caen no solo los funcionarios públicos, sino también personas que ocupan puestos de confianza o de autoridad en la empresa privada o en organizaciones sin fines de lucro». Un concepto moderno de corrupción.
Corrupción de acuerdo a la Real Academia de Ciencias, dice que: «Es la acción y efecto de corromper, pervertir o donar a cambio de beneficio para sí». Un concepto muy académico de la Real Academia.
«La corrupción está relacionada a la pérdida de valores e incremento de la ambición». Creo que ese es también un elemento importante dentro de los conceptos de corrupción.
Y también me quedo con este; y en esto particularmente creo que tiene un enfoque más amplio y más puro (dentro del pensamiento puro), dice que: «La corrupción es el simple desvío de una estructura natural».
“El simple desvío de una estructura natural”; más adelante tal vez lo podamos interpretar de una manera más profunda. Pero la corrupción con este concepto no solo va a los esquemas públicos de gobernación; podemos encontrar corrupción en esquemas de justicia, en esquemas sociales, corrupción en esquemas ambientales, porque el hecho de “desviar simplemente las estructuras” significa “corromper el curso natural”; y por eso es, creo, que este concepto, uno de los conceptos más importantes que lo deberíamos internalizar en este tipo de actividades.
Hay muchas hipótesis y afirmaciones que se han manejado en torno a estos conceptos, que también quiero compartirlas con ustedes; y les propongo que evaluemos algunas preguntas que nos hacemos como colectivo al momento de plantear estas afirmaciones, y creo que muchos de nosotros nos las hemos hecho en el momento de hablar sobre temas de corrupción. A ver:
Cuando el individuo se convierte en político y llega al poder, ¿su visión sobre los valores cambia? Porque uno es el individuo que no es político y no tiene el poder, y muchas veces otro es el mismo individuo, político y con poder. Entonces la pregunta es: ¿Cambiamos en función del escenario que se nos presenta? Esa es una de las grandes hipótesis que se tiene respecto a los conceptos de corrupción.
La otra es: ¿Si tendríamos el poder actuaríamos de manera diferente a los gobernantes? Muchas veces, algunos buscan el poder solamente para hacer como los gobernantes o para tener lo que tienen los gobernantes; y creo que eso nos ocurre transversalmente en todos nuestros esquemas sociales. Entonces ahí la pregunta va: ¿Si tendríamos el poder actuaríamos igual o diferente?
¿Quién es el que corrompe? Y esta es una pregunta que la plantean algunos esquemas filosóficos que son un poco más complicados, pero dice: ¿el que genera la acción de corromper?, ¿el que recibe?, ¿el que da?, ¿o el que tiene el prejuicio de corrupción en los gobernantes?
Muchas veces es la gente que sin saber quién es el gobernante ya tiene el prejuicio de corrupción de su gobernante; y creo que ahí se empieza a generar el inicio de un proceso de acción corruptible.
No estoy emitiendo ninguna parcialización sobre el tema y dejo ahí para que ustedes puedan reflexionar sobre estos elementos.
Y más allá de los políticos, la pregunta es: ¿Corrompemos el ambiente cuando alteramos su equilibrio?, ¿corrompemos los alimentos cuando alteramos su estructura genética?, ¿corrompemos la justicia cuando alteramos el curso lógico y justo de una situación legal?, ¿corrompemos socialmente una nación o pueblo originario cuando desviamos su realidad de vida en equilibrio con su ecosistema?
Entonces son elementos que ya van más allá del concepto de corrupción solamente orientado a la administración de los esquemas políticos; y creo que muchos autores han empezado a introducir estos nuevos esquemas de corrupción, que es precisamente orientada a ese primer concepto que les decía que es uno de los conceptos más amplios de corrupción: «la corrupción es el simple desvío de una estructura». El desviar o romper esa estructura genera un efecto corruptible de la realidad.
Entonces es otro elemento que nos va a permitir reflexionar en el proceso de reflexión que, o perdón, en el proceso de trabajo que tengamos al respecto; y lógicamente se los dejo ahí como un elemento adicional.
Esto nos permite identificar muchas cosas, pero hay... después de haber evaluado algunas hipótesis y preguntas que nos hacemos respecto al tema de la corrupción, hay afirmaciones que también están —por su peso— contundentemente incorporadas dentro de ese debate.
A ver, algunas de ellas que he podido recuperar y que quiero ponérselas a consideración; afirmaciones y contundencias muy claras respecto a la corrupción:
«Una persona sola no puede ostentar todo el poder». Dentro de los esquemas políticos es un elemento muy complicado y peligroso, que lo han identificado muchos autores como un elemento inicial de los procesos corruptibles.
«Una persona sola no cambia un país o un mundo. Sí, una persona puede cambiar el pensamiento de otra». Y creo que eso nos lo ha demostrado Gandhi en la historia, que con sus formas y mecanismos pacíficos de rechazar ciertos esquemas que consideraba que vulneraron sus propios derechos, ha cambiado el pensamiento de una, otra y otra persona; y que finalmente cambió sociedades.
Creo que este es uno de los elementos que nos motiva a empezar a identificar luces de solución en el túnel. Nosotros solos no vamos a cambiar el mundo, pero sí tenemos el efecto de cambiar a alguien; y en la medida que actuemos en ese efecto multiplicador exponencial del cambio y la transformación, con seguridad que las sociedades cambian.
Uno de los más grandes ejemplos de la modernidad son las redes sociales, que nos permiten socializar información y modificar estructuras de pensamiento a través de un efecto multiplicador exponencial. Creo que este es uno de los conceptos importantísimos que nos van a permitir también consolidar algunos criterios de conclusión respecto al escenario que vamos a trabajar.
Hay una aseveración muy clara respecto a la corrupción, dice: «No solo tiene que ver con cambiar una estructura, sino tiene que ver con sacarle provecho personal a ello». El momento en que se cambian estructuras con el interés de un provecho personal, con seguridad que se constituye ya en un acto doloso y reñido contra la moral y la ética de toda persona.
Bueno, estos son elementos que nos permiten ya llegar a reflexiones, afirmaciones y criterios mucho más interesantes al respecto.
¿Y qué se ha hecho en nuestros países respecto a estos temas?
Por ejemplo, el endurecimiento de las leyes contra la corrupción y de las penas por este delito es importante; ha sido una de las acciones que han tomado todos los países. Pero aún más crucial: que los Estados aborden los problemas fundamentales de gestión pública que pueden ser susceptibles de estimular corrupción.
Es decir, ya nuestros países han empezado a avanzar en algunos elementos que son transversales. Yo no me imagino un país que no haya, primero, endurecido las penas respecto a los delitos de corrupción; creo que todos en nuestra normativa hemos incorporado estas transversales, hemos incorporado elementos también que tienen que ver con innovaciones normativas, legislativas, para poder prevenir los esquemas de corrupción. La pregunta es: ¿Están funcionando?
Si bien el control es el ejercicio por las entidades creadas en función de los procedimientos establecidos en sus planes de organización, actualmente se aprecia un desarrollo incipiente de políticas, estrategias, programas u otras acciones que conlleven superar los bajos niveles de transparencia en la gestión pública; no hemos superado los bajos niveles de transparencia y es una transversal que la podemos decir.
En Bolivia tenemos problemas de corrupción; Panamá, tenemos problemas de corrupción; en todos los países latinoamericanos, creo, tenemos la transversal, pero la reserva moral (con alguien hablábamos), la reserva moral, que la teníamos en el mundo, que era un poco la parte asiática por la cultura, también ya tiene problemas de corrupción.
Europa, en muchos de sus países están con problemas de corrupción dentro de la administración del Estado; ya es un problema que se ha generalizado en el mundo y que hasta el momento no encuentra una solución.
Falta un enfoque más dinámico en el fomento de políticas y la creación de sistemas administrativos para eliminar las oportunidades de soborno, corrupción y actividades fraudulentas en la gestión de recursos públicos.
En muchos de nuestros países se cuenta con un abanico de normas relacionadas a la participación ciudadana y el control social; creo que por ahí encontrábamos en algún momento la posibilidad de solucionar los problemas: mecanismos de fiscalización, participación ciudadana y control social; todos, todos los países dentro de nuestro normativa la tenemos transversalizada.
El problema que se ha identificado muy común y transversal también en esto, es la falta de independencia de algunos órganos de poder del Estado. No sé si a ustedes les ocurra, pero conozco muchos países que no tienen esa independencia y que de una u otra manera los mecanismos de fiscalización y de control no pueden ejercer su rol por la interferencia, por la injerencia, por la cooptación de algún órgano específico, principalmente el ejecutivo, que absorbe el trabajo de estos mecanismos de control fiscal del Estado. Y obviamente ese es uno de los problemas que está transversalizado en todos nuestros países. Estos órganos de control interno del Estado existen bajo normativa muy clara, el problema es que no funcionan; y creo que ese es uno de los grandes problemas identificados.
Finalmente llegamos ya (para ir cerrando, no sé cuánto... con cuánto ando de tiempo; aquí ya me está mirando medio de un lado mi coordinadora).
El tema pasa porque pareciera que la solución es muy sencilla desde el punto de vista conceptual y académico, y es muy difícil desde el punto de vista práctico.
A ver, si es que los mecanismos de control fiscal, si es que los mecanismos preventivos, si es que los mecanismos de fiscalización existen y no funcionan, la solución pasa por hacerlos funcionar. Conceptualmente estamos dándole la solución pero realmente esa solución no existe, porque no existe la voluntad y decisión política de los gobernantes para que esto funcione.
Yo creo que una de las grandes reflexiones que podemos hacer aquí, es que si logramos encontrar la fórmula de la independencia en el funcionamiento de estos órganos, hemos dado un paso gigante a buscar mecanismos preventivos y coercitivos para los actos de corrupción, principalmente en las altas esferas del Estado.
Y creo que esa palabra que con tanta facilidad se le escribe y con tanta dificultad se la práctica es la que nos va permitir avanzar en esos temas. Hoy día han salido iniciativas muy interesantes que las comparto y que quienes me antecedieron en sus exposiciones hablaron de ellas: la Carta Interamericana, el encontrar mecanismos conjuntos de coordinación para que podamos tener normativa que permita garantizar el funcionamiento de todos estos mecanismos que van a evitar la corrupción y van a hacer más transparente la administración de nuestros Estados.
Por eso es que creo que el día de hoy nos llevamos mucha riqueza dentro de lo que se planteaba. Y yo quiero dejarles en la ponencia (que ustedes la van a tener en sus manos y va a estar seguramente en la web del ParlAmericas) una serie de alternativas más, que pueden ser —como conclusiones— parte de las soluciones al tema.
Pero hay algo que me agradó mucho (y me lo anoté con lapicera) que nos dejó como mensaje el doctor William Soto Santiago, dice… Primero nos decía que el ejercicio político conlleva ciertos riesgos y desviaciones, nos decía al principio de su disertación; pero nos habla de crear consejos de exploradores por la paz, para poder empezar a coordinar, generar redes de coordinación entre los políticos, que nos permitan avanzar en toda esta normativa de legislación moderna, eficiente, para luchar contra este gran flagelo que nos está lacerando la administración de nuestros Estados.
Y por eso es que yo creo que el conformar este tipo de redes, conformar..., empezar a trabajar esa Carta Interamericana sobre la Corrupción, empezar a generar un tribunal de corrupción internacional que no solo esté limitado a lo que son los esquemas de fiscalización internos dentro de nuestros Estados, van a ser acciones internacionales muy importantes para poder avanzar en un mecanismo moderno de garantizar la eficiencia y la transparencia del Estado.
Yo, para no abusar del tiempo que se nos ha dado, me voy a quedar ahí. Agradeciendo nuevamente a todos ustedes por el tiempo que nos han permitido acompañarlos en esta oportunidad; y me voy gratamente sorprendido por la organización, por la participación y por la forma en cómo se lleva adelante este tipo de actividades que nos deja un gran beneficio para toda la humanidad.
Muchas gracias, felicidades a ustedes y un aplauso para ustedes. Muy amable.
MODERADORA
Muchísimas gracias al senador de Bolivia, Víctor Hugo Zamora. Sin duda alguna todos coincidiremos en que la corrupción es un tema demasiado sensible, que se han hecho hasta ahora muchas propuestas pero que no se las pueden consolidar o no dan resultado. Pero resulta que en vez de acabar con la corrupción seguimos avanzando, y hay nuevas formas más bien de hacerlo; y como dice el senador Zamora, que como premisa mayor: hay que combatir la corrupción.
Además que nos establece que la relación entre gobernantes y electores se complica mucho cuando salen a luz pública diferentes casos de corrupción. Nos da diferentes conceptos para la reflexión y también nos hace referencia a esto que es muy común cuando se redactan leyes, leyes penales, como es el endurecimiento de las penas; y la gran cuestionante es si verdaderamente endurecer las penas nos da resultado. Eso todavía tenemos que seguramente mejorarlos, seguramente buscar la vía, la forma efectiva para que se pueda combatir la corrupción.