La EMAP participa en Jornada Comunitaria y de Salud
Mediante la promoción de la donación de sangre el PEC-Vida busca generar una cultura voluntaria, altruista y habitual.
La Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP), el 26 de mayo atendió a la invitación realizada por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, para sumarse a la Jornada Comunitaria y de Salud llevada a cabo en la explanada del municipio de San Mateo Atenco en el Estado de México.
El Programa Educativo Comunicacional “En la Sangre está la Vida” (PEC-VIDA), para la formación de una cultura de donación voluntaria, altruista y habitual de sangre segura, es el mecanismo usado por la EMAP para estimular el acto solidario de donar sangre ante la necesidad constante de sangre segura e inmediata.
Tan solo en el Estado de México la demanda de sangre supera las 600 unidades diarias, por lo cual sería necesario tener la misma cantidad de donantes al día.
El Dr. William Soto Santiago dice que:
“Cada uno lleva en su corazón el deseo de vivir y de ayudar a otros a vivir; y en sus venas está la forma para hacerlo”.
Invocando este sentimiento de solidaridad, los Activistas de la EMAP promovieron con volantes informativos y diversas actividades, la formación de una cultura de donación de sangre en forma voluntaria, habitual y altruista, en esta Jornada de Salud.
En los habitantes del municipio de San Mateo se vio el reflejo de este deseo de ayudar, el compromiso social, y aumentó la conciencia sobre la necesidad del líquido vital que existe en el Estado de México.
Este deseo también se manifestó en las autoridades, quienes se comprometieron a realizar frecuentemente jornadas de donación voluntaria de sangre para mantener así los bancos de sangre abastecidos.
Ya que, como lo manifestó el Mtro. Baruch F. Delgado Carbajal, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM):
“Es obligación de las autoridades promover y publicitar los derechos humanos para que la ciudadanía los conozca y los haga valer”.
Y uno de estos derechos es, como lo manifiesta la OMS:
“el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.”