La diplomacia parlamentaria y sus avances en las relaciones internacionales para el fortalecimiento de la paz y el desarrollo sostenible - Diputado José María Ibáñez

La diplomacia parlamentaria y sus avances en las relaciones internacionales para el fortalecimiento de la paz y el desarrollo sostenible - Diputado José María Ibáñez

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Yo se que estamos contra el tiempo, hemos comenzado un poquito tarde; por lo tanto, apenas voy a dejar algunas ideas sobre el título que me asignaron para exponer ante ustedes en esta mañana: “La diplomacia parlamentaria y sus avances en las relaciones internacionales para el fortalecimiento de la paz y el desarrollo sostenible”.

Es un título bastante amplio, complejo y largo. Me gustaría simplemente dejar dos o tres ideas vinculadas a este título, a este titular, de lo que hemos recogido de las exposiciones de los colegas panelistas, para luego pasar a escuchar algunas opiniones, comentarios y preguntas, de modo que 5 minutos antes de las 12:00 podamos liberarlos a todos para ir al almuerzo y cumplir de esa manera, con disciplina, con el programa establecido.

En el Paraguay la diplomacia parlamentaria no tiene una tradición muy antigua; es una práctica muy reciente, que ha tenido éxitos muy importantes en los últimos tiempos; y quiero mencionar algunas de las experiencias que han sido fundamentales y claves para el sostenimiento de la democracia en nuestro país.

En el 2012, cuando se produce un juicio político dentro del marco de la Constitución y las leyes de nuestro país, un presidente es juzgado políticamente y es destituido de su cargo; se produce una serie de sanciones en el ámbito político, en sus derechos al Paraguay como miembro de Mercosur. La diplomacia parlamentaria ha sido clave para buscar un nuevo enfoque acerca del tratamiento que le daba la comunidad regional al Paraguay en el ámbito de Mercosur. En el Mercosur hubo actitudes bastante fuertes con relación al Paraguay; sanciones que han sido muy drásticas con relación a lo ocurrido en el 2012.

Sin embargo, esta misma diplomacia parlamentaria que ha visitado a los Gobiernos de los países miembros del Mercosur, donde no se ha tenido mucho éxito en cambiar la visión por una cuestión ideológica, política, de posición, de alineamiento a una línea política hegemónica en ese momento (todos eran países aliados al socialismo del siglo XXI), no hacemos ningún juicio de valor, simplemente decimos que eran Gobiernos aliados dentro de un mismo esquema ideológico-político instalado en la región.

Sin embargo, se tuvo mucho éxito, esa misma diplomacia parlamentaria; y me refiero a legisladores, senadores, diputados, que salieron a recorrer diversos países de Europa… visitaron Estados Unidos, Canadá, México. Se ha tenido bastante éxito en mostrar la otra cara de la realidad; y por eso Paraguay pudo superar con éxito todo ese tiempo y llegar hoy a restablecer las relaciones en el marco del Mercosur dentro de la absoluta cordialidad, la absoluta convivencia pacífica, dentro del ámbito del diálogo; incluso fue el mismo... la República del Paraguay en el parlamento paraguayo, aquí en este parlamento, donde se planteó la legalización del ingreso de Venezuela al Mercosur.

De modo que la diplomacia parlamentaria sirve, funciona, tiene experiencias de éxito para acercar, para generar confianza, para construir puentes, para dirimir conflictos, para destruir barreras, y también, por su puesto, para instalar un debate, una discusión sobre la necesidad de la paz a nivel universal, a nivel regional y a nivel local.

Me gustó mucho hoy el término acuñado por el Dr. Soto, el de la localidad. Jamás había escuchado un termino así, y creo que estamos inventando un nuevo término para incluirlo dentro del diccionario de la Real Academia Española: la globalidad junto con la localidad. Y la paz tiene esa característica dual, de tener una naturaleza global pero también un origen, una base y una raíz local; y todos los ciudadanos del mundo, los ciudadanos de nuestros países, hombres y mujeres, estamos interpelados hoy día por la historia, a conservar la paz en nuestras localidades, en nuestros barrios, en nuestras comunidades, en nuestros países, en nuestras regiones y en el mundo.

Ese es el gran desafío que yo recojo hoy de las experiencias, las exposiciones de tan connotados panelistas y líderes mundiales que hoy han traído sus experiencias. El desafío es que en el mundo haya menos hambre, es que haya más seguridad, desde lo local hacia lo internacional y hacia lo global; que en nuestras localidades exista mejor educación y exista mejor salud, y exista menos exclusión y exista más inclusión social, son las bases para la construcción de una paz local que se traduzca en una paz global.

Y también recojo (y eso voy pasándole al relator, para que vaya tomando nota), ver que ha habido una suerte de autocrítica por parte de todos, en cuanto a los errores que hemos cometido a lo largo de la historia, a los fracasos que hemos tenido a lo largo de la historia, como políticos algunos, como empresarios otros, como líderes sociales otros; hemos fracasado en muchas cosas y por eso el mundo está como está. Pero lo importante es recordar que hace más de 2000 años vino un maestro, un gran maestro, que no vino para juzgarnos ni tampoco para condenarnos; al contrario, fue la sociedad de su tiempo la que lo crucificó, pero él murió para darnos esperanza; esa esperanza que hoy debemos compartir, de que hay posibilidad de construir un mundo mejor, de que el amor puede estar en el centro de nuestras acciones, de nuestros programas; y eso nos puede permitir construir una sociedad que viva en paz y que acerque a los pueblos del mundo.

Muchísimas gracias.