“Desafíos de la justicia universal para la paz en un mundo globalizado; independencia, autonomía y eficacia” - Howard Morrison
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MODERADOR
Dr. Julio César Pineda
Señoras y señores, vamos a continuar con esta conferencia, que también es un privilegio tener con nosotros a uno de los magistrados de la parte europea, de la Corte Penal Internacional.
Recordemos que cuando se estableció la Corte, se estableció el número de 18 magistrados, que son los que tienen en sus manos el juicio de jefes de Estado, de diplomáticos, de militares y los que siguen los procesos a nivel internacional.
Precisamente, para las mujeres es el primer documento internacional, el primer tratado internacional, donde expresamente se le dan - por lo menos 7 puestos tienen que ser mujeres. De hecho, hemos tenido ya por Costa Rica una representante mujer; y actualmente quien preside el tribunal es una juez argentina; así que Argentina tiene en su poder la Presidencia de la Corte Penal Internacional.
Y la importancia, como decíamos, es que tenemos 2 de los 18 magistrados, uno por África y otro por Europa; y vamos a seguir con el tema de la globalización y la justicia internacional. Para eso, el honorable juez Howard Morrison, quien egresó del Colegio de Abogados en Gray’s Inn, de Inglaterra y Gales en 1977, tras graduarse en leyes y trabajar posteriormente en el desarrollo de África Central, Occidental y Oriental.
De regreso al Reino Unido ejerció Derecho Penal por varios años en los Circuitos de Oxford y Midland, tanto en la defensa como acusación, siendo emplazado en tribunales militares de Reino Unido y de Alemania. Fue designado secretario del Tribunal de la Corona y del Juzgado del Condado, con autoridad en las Jurisdicciones de Derecho Penal, Civil y de Familia.
Años más tarde fue abogado de la defensa del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia en La Haya y en la Corte Penal Internacional de Ruanda en Arusha. Eran tribunales ad hoc para esos casos nada más; ahora ya el tribunal de él es universal y permanente.
Fue designado consejero de la reina en el 2001 y juez del circuito en el 2004. Enseña Derecho Penal Internacional y Derechos Humanos a nivel mundial, asistiendo y contribuyendo a muchas conferencias y seminarios.
Hoy en la tarde tenemos el privilegio de escuchar al magistrado del Tribunal Penal Internacional con el tema: “Desafíos de la justicia universal para la paz en un mundo globalizado”. Tiene la palabra.
[TRADUCCIÓN SIMULTÁNEA EN VIVO]
Estoy aquí para hablar… Yo me expreso por mí mismo, no hablo en representación de la Corte Penal Internacional; solo son mis observaciones personales.
Como dije ayer, este es un país maravilloso y un maravilloso evento, y estoy honrado de estar aquí; y me siento como introducido a una nueva familia, y eso es muy importante.
Como dije ayer, todo suena político. La realidad es que no se puede separar la ley internacional de la política, eso es un tema general; si usted lidia con el uno tiene que demostrar también el otro.
Es evidente para mí, que la ley que juzga a los militares internacionales debe estar ligado en el nivel nacional e internacional, son cruciales y son indispensables para la sociedad del futuro.
Yo considero la labor como juez y abogado, que debe tener una meta central: es el mantenimiento del Estado de derecho. El Estado de derecho es muy frágil. Cuando se revienta, se quiebra de una forma muy rápida y produce resultados devastadores; no solo estoy hablando de Estados fallidos. Tomen como ejemplo lo que sucedió en Katrina, el Estado de derecho se rompió en New Orleans de una forma rápida, por causa de la devastación y hubo oficiales de policía que cometieron crímenes serios.
Entonces, el Estado de derecho es algo genérico, va por todas partes pero se puede quebrar en cualquier parte; entonces necesita nutrición continua, es como un niño; no tiene una función independiente de los sistemas, excepto de la que nosotros le demos; por lo tanto, es necesario nutrirlo para mantenerlo vivo.
Afortunadamente, como especie, los seres humanos generalmente tienen un sentido innato de lo que es justo. Desde el comienzo cuando se va a los colegios y cuando los niños juegan, tarde o temprano nosotros empezamos a participar en juegos en los cuales nosotros decimos “eso no es justo”, cuando algo ha sucedido en donde él o ella reconoce que hay algo que ha sucedido que está mal.
El deporte organizado es una actividad muy humana, en el cual nosotros participamos más que cualquier otra especie viva. Tiene reglas formalizadas, réferis; y también hay ventajas y desventajas de competitividad. Por ejemplo, como en el fútbol, hay tarjeta roja o amarilla, o equipos que son prohibidos, o inclusive naciones a las que se les prohíbe participar.
En nuestra psiquis colectiva, nosotros muy prontamente reconocemos algo que es correcto, y el reconocimiento y la necesidad de esto es la base para el Estado de derecho.
El hombre ha estado en guerra desde que ha habido sociedad. Históricamente, han sido guerras territoriales, guerras domésticas, guerras políticas y teológicas, que empiezan desde una simple agresión.
En el mundo hay guerras a nivel mundial, y esto se está convirtiendo altamente en algo técnico, y las excusas que hay hoy en día para la guerra cada vez son más; y también los factores globales van a acelerar eso: una población creciente en el mundo, el cambio climático, el daño al ambiente.
Se estima que en el 2050 la población mundial se expandirá de 7 billones a 10 billones; esto significa que desde ahora hasta 2050 la sobrepoblación que tiene China tendrá que ser absorbida por el mundo.
Esto es un efecto masivo, el crecimiento sin control de la población está ligado a la violencia doméstica e inevitablemente el impacto social que se produce en las escuelas; habrá grandes retos para mantener la paz y la justicia.
Más gente significa más presión y menos recursos; particularmente recursos finitos como el petróleo. Entre más consumidores hay, menos recursos renovables habrá; entre más alto sea el precio, la tentación de usar la fuerza militar crece; con una población que cada vez crece más, que demanda espacio de vida, entre más son los incentivos más dificultades tendremos en agua, electricidad y otras utilidades.
Ahora, en el norte de África siempre vemos la situación que hay; y hay un problema, entonces hay criminales siempre esperando para ver que va a suceder.
Una población crecida significa una menor cantidad de provisiones; nosotros damos por sentado que lo que tenemos nos va a durar, pero al ver las tensiones intencionales y los daños que se le están causando a los ríos y a las hidroeléctricas, la situación puede y va a empeorar.
Los límites que hay que poner a la pesca; el crecimiento de la población y la explotación religiosa y política también irá en aumento; el crecimiento de la población también causará efectos sobre el cambio climático y daño ambiental; el aumento de los niveles del mar, los problemas agriculturales por ejemplo, que hay en Bangladesh: muchos de los terrenos que se usaban para cultivar, ahora ya no servirán porque estarán llenos de agua; entonces ellos tendrán que trasladarse a algún otro lugar para poder vivir; estos son valores humanos esenciales.
Entonces tenemos que entender que esas son cosas que entre otras muchas cosas necesitamos preocuparnos por ellas; y es muy bueno que tengamos estas convenciones para la protección de la Madre Tierra.
Los Estados, supongo que se harán más conscientes de esto, y de la protección a los derechos humanos, colectivos e individuales; el extremismo político, y la disminución de los valores democráticos, como hemos visto en el Líbano; y lo que ha sucedido con la Unión Europea, lo cual ha producido una campaña para que muchos se vayan de Europa, y los políticos hacen promesas para ganarse el voto de una manera u otra, pero no toman decisiones verdaderas.
Mis hijos están terriblemente disgustados, siempre se sentían como europeos, hemos estado en la Unión Europea por 40 años, y eso también ha causado la división entre las edades en el Reino Unido. Los jóvenes están disgustados porque la generación de los adultos les ha quitado la Unión Europea; esa es una situación triste, muy triste para ellos.
¿Qué se puede hacer? Hay científicos, agronomistas, doctores, ingenieros, que han empezado a construir soluciones en el campo de la polución, la energía, la comida, la enfermedad; y eso es un buen comienzo.
Pero del punto de vista legal, ¿qué podemos hacer?, ¿podemos cambiar nosotros la parte legal y la arquitectura de la sociedad (los cuales son el fundamento del Estado de Derecho), de manera que esto trascienda a las resoluciones del clima? Y yo creo que sí podemos.
Hay políticos, líderes ambientalistas, que están tratando de crear una arquitectura ambiental; pero en las Naciones Unidas no habido nadie que sea bueno para esto. Como juez internacional que soy, hago parte de la Junta Internacional.
La globalización causa que haya un cambio en este mundo globalizado, causa que las instituciones internacionales tengan que interactuar entre ellas. El daño que se ha hecho al ambiente por los Estados y las empresas y la tecnología, ha hecho que la información esté disponible para todas las personas y el tener acceso a esto. La gran mayoría de la información está disponible a nivel mundial en Facebook, Youtube, Twitter, en cuestión de segundos; el valor de esta información es - prácticamente el problema que hay en ella es la exactitud; porque lo que se necesita es información exacta; porque simplemente, a veces es solo la primera información que aparece, que forma los puntos de vista y las reacciones de las personas. Y también se necesita información para poder tener resoluciones concretas y adecuadas.
Entonces la tecnología siempre trae mejoras para la vida del ser humano pero también hay riesgos.
Inevitablemente se busca mantener la soberanía de los países dentro de algunas ambiciones que también hay; cada vez esto se convierte más difícil, y cada vez el crecimiento de la población y la difusión de la información es más rápida y hay un cinismo frente a esto.
Y yo digo, que si tal vez yo no hubiese sido un padre hace unos 30, 40 años atrás, yo no habría sido consciente de lo amenazado e inseguro que está el mundo para nuestros hijos; el temor al fallo de la economía y del sistema económico, y la Ley Humanitaria Internacional en su regulación no puede ser simplemente económica.
Como por ejemplo, en el caso de la música; anteriormente estaba restringida la escucha de la música para solo ciertas regiones del mundo o ciertos lugares; pero ahora es muy fácil encontrar sushi, por ejemplo en Alemania, como también podría ser en Japón. Estamos muy acostumbrados a la idea de tener la identidad global de las personas y de su estilo de vida, y algunos de ellos se promueven radicalmente y han tratado de cambiar radicalmente la sociedad.
Algunos Estados han hecho lo que pueden para imitar a otros Estados, emularlos para obtener beneficios económicos; pero tienen un defecto cultural al hacer esto.
La globalización también viene con la transmisión de ideas alrededor del mundo, esto incluye el diálogo interreligioso también, en lo cual está centralizada la vida de millones y millones de personas, en un diálogo interreligioso.
Esto ha sido esparcido por el evangelismo y los fenómenos migratorios; religiones como el cristianismo, el islam, el budismo, han sido influenciadas por lugares lejos de su origen, y entonces hay algunos sistemas…, lugares donde no comparten la misma ley y ya se produce esta amalgama.
Entonces, no se trata solo de información para las multinacionales, sino que esto afecta todos los aspectos de nuestra vida; pero eso no quita en ningún sentido la necesidad de tener el Estado de derecho como el fundamento esencial de todo lo que hacemos.
La verdad es que una comunidad globalizada internacional, algunas veces falla para responder a las amenazas de seguridad en su ambiente, especialmente en cuanto a pobreza. Una de las razones es que los mecanismos para reaccionar frente a esto son lentos para implementar políticas, o alguna veces son renuentes para implementar políticas para afrontar estos cambios
Por ejemplo, el caso de Libia, históricamente el efecto que sufrieron ellos, al igual que Ruanda y Camboya, estos cambios en los Estados llevan a confusión y esto aumenta la violencia.
Las tensiones entre los Estados causadas por la soberanía, especialmente la protección de los derechos humanos queda en tela de juicio, y también aumenta un cambio en la política climática particularmente en Europa.
Otra verdad es el castigo a los propietarios, porque la ley ha estado enfocada en el castigo más que en la prevención. La Ley Internacional se convierte de tanta importancia, ya que es mucho más importante para detener los abusos en lugar de solo tratar de acusar a los individuos, lo cual no es fácil, y es una tarea bastante controversial.
A los Estados no les gusta interferir con otros Estados, ellos dudan en violar la soberanía de otro país y tratan de resolver sus problemas por sí mismos.
En África, uno de muchos ejemplos, si no lo han leído les recomiendo un libro que se llama: “Dese la mano con el diablo”, es un libro que es muy valioso para entender el fenómeno de lo que sucedió en Ruanda.
Tomando “la responsabilidad de proteger” esto está dado para los Estados, de manera que no sea necesaria la autorización por el Consejo de Seguridad para que entren y tomen acción en naciones; es un asunto completamente político; y como ya escuchamos, el poder del veto dentro del Estatuto.
Sería inocente pensar que las ineficiencias del programa hacen que sea totalmente malo por sí solo; porque los individuos de todos modos han seleccionado estos grupos, y al poner estos fundamentos para hacer reconciliación entre ellos esto es lo que ha sido seleccionado así por los Estados. Aparentemente, esto que ha sido establecido así por los Estados está ahí ahora para proteger, aunque algunas veces esto está diseñado no para prevenir sino para disminuir la velocidad, en la que la seguridad y los derechos humanos de una nación se deterioran.
Yo le digo a los senadores que ellos no tienen que adivinar la imagen que sale al proveer un mecanismo ineficiente; se ve bien pero en la realidad es algo muy costo-efectivo, que termina en pérdida de poder y en detrimento de los intereses de una nación.
Vemos el aumento de corporaciones multinacionales, algunos activistas tratan de ver todas esas corporaciones como malas; el punto es que si estas corporaciones tienen el poder gracias al presupuesto que ellos tienen, esos pequeños Estados pueden existir; entonces ellos permiten que haya este campo de negocios nacional e internacional.
Hemos visto que la Corte Penal Internacional ha adoptado (y yo estoy contento por eso) el concepto de crímenes ambientales; y buscamos que alcancen el nivel de crímenes contra la humanidad; ya sea que esos crímenes sean cometidos por corporaciones multinacionales, y probablemente se cause que ellos tengan que reparar financieramente o tener una sanción financiera; y esto también tendría la responsabilidad sobre los líderes de esos países, y esta sería una ley para disuadirlos a ellos para que no hagan daño al ambiente. Pero si una compañía causa daño ambiental de cientos o cientos de miles de personas, ¿por qué no es justo que ellos sean responsables?, cuando si un individuo hubiera hecho eso también sería responsable; entonces el principio es el mismo, no hay ninguna diferencia.
La real distinción en cuanto a la buena gobernanza y el Estado de derecho, y la paz negativa, es que es a corto plazo; es una distinción que hay que hacer. La intervención militar en cualquier situación dada, que no resulta en una buena gobernanza, lo más probable es que se vea como un fallo y que no sea una buena intervención para nada.
Los juristas durante todo el año han tenido cambios en su opinión frente a la Ley Internacional; en la primacía de la ley internacional se ha enfocado más en la ley doméstica, y en alguna manera eso es bueno.
El propósito de la ley es proteger el ejercicio de la soberanía. La Ley Internacional debe ser un guarda en contra de la violación a los Derechos Humanos. Entonces, establecer estos principios y estándares que requieren los Estados y tener la jurisprudencia correcta (yo hago parte de la Universidad de Cambridge).
Por supuesto, han habido juntas internacionales, pero no fue hasta Núremberg en los Tribunales de Tokio cuando empezamos a formular… no puedo entrar en detalles, pero Núremberg, se ha criticado mucho el sistema de justicia, pero se necesitaba hacer, se necesitaba iniciar. No fue hasta el establecimiento de los tribunales de la ONU en Ruanda en el que los individuos pudieron tomar un asiento y se pusieron a crear varios tratados, y en la Convención de Ginebra se tomó el tema del genocidio en una Corte Regional.
Yo sospecho y esto es una vista cínica, yo sospecho que en la instalación del Tribunal de Yugoslavia y de Ruanda de las Naciones Unidas, las Naciones Unidas fallaron en proteger los 7.000 musulmanes, y fallaron en hacer cualquier cosa para parar el genocidio de Ruanda también; lo bueno fue que el éxito del Tribunal de Yugoslavia…, ese tribunal ya se ha terminado, ya tuvo su último caso, pero si no hubiese sido por el éxito de ese tribunal, creo que como dijo el profesor Nino Giussesy* que la Ley Internacional hubiera tomado otra acción.
Tenemos que lograr que llegue más gente a la Corte. Los Estados Unidos, Rusia, China, India, Israel, todavía no son miembros de la Junta, siguen siendo reconocidos pero no hacen parte de la mesa. Se debe recordar que cuando la gente se inscribió al Estatuto de Roma sabían exactamente qué estaban firmando, en cuanto a la naturaleza de la aplicación de la ley y el principio de la no inmunidad, y la obligación que estaba bajo ese Tratado; pero lo que sí puedo hacer, es que estamos haciendo lo mejor con los recursos que tenemos.
El Estatuto de Roma no es perfecto, la Corte Internacional no es perfecta, pero es el fundamento para el juzgamiento y la generación de leyes humanitarias internacionales.
La Corte respeta la soberanía, la Corte Internacional desea servir a los ciudadanos, perseguir los crímenes internacionales donde ella tenga jurisdicción.
Cada caso de la Corte Penal Internacional se ve como el caso de cualquier tipo donde haya diferencias de idioma, corporativas, de cualquier índole. Es crucial para el Estado de Derecho su función.
¿Qué hacemos? ¿Qué hizo Martin Luther King? Él no trató de hacer algo perfecto; y si lo hubiera hecho, probablemente se hubiera desilusionado tratando de hacer un mundo perfecto; lo que Martin Luther King hizo fue publicitar y hacerlo lo mejor, para que se acabara el racismo en Estados Unidos. ¿Qué hizo? Lo mejor que él pudo, y creo que lo que él logró fue bastante bueno; él murió en el intento.
Todo el mundo recuerda lo que él hizo, todo el mundo recuerda su nombre ¿por qué? Porque él hizo lo mejor que pudo, y eso es lo que nosotros hacemos. Yo no digo que ninguno de los jueces de la Corte vaya a ser tan famoso como Martin Luther King, yo no puedo pretender tener el éxito individual que obtuvo el doctor King, pero lo que puedo decir es que vamos a hacer lo mejor; y nuestro “lo mejor” debe ser bastante bueno. Entonces yo espero que ustedes tengan fe en los jueces, sólo son 18 jueces, somos pocos.
Cuando yo era juez en el Reino Unido, fui juez en la segunda ciudad más grande, en Birmingham; ahí tenemos varios centros, y en el centro en que yo estaba había 44 Cortes, y había casos en todas. En la Corte tenemos 18 jueces y 4 Cortes, y con el presupuesto que tenemos que es bastante limitado nosotros hacemos lo mejor. Son 100 millones de dólares al año, suena grande; la gente dice: “¡Wao¡ Eso es bastante dinero”; pero el 20% de nuestro presupuesto se va a traducción, porque hay muchos idiomas a los que hay que traducir; y cuando usted piensa que si usted sale a comprar un Jet F35 usted no va a hacer un cheque por 100 millones de dólares; tal vez cueste alrededor de 300 millones de dólares. Entonces, si el presupuesto se pone más bajo, ahí ya sabemos cómo estamos.
La pregunta es: ¿Qué vamos a hacer?
Gracias.