Alfredo Jiménez Barros | La contribución de las políticas públicas eficaces y efectivas orientadas a la promoción del desarrollo, bienestar, felicidad y paz del ser humano y de la Madre Tierra.
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Buenos días. Me acaba de poner en problemas el diputado Quirós con la presentación que me hizo; eso siempre queda uno con el problema de estar a la altura de las expectativas que esas presentaciones generan. Bueno, vamos a hacer lo posible.
Renuevo el saludo del presidente del Parlamento Latinoamericano, el diputado Elías Castillo, quien —como explicó el diputado Quirós— por motivos personales insalvables no pudo estar aquí.
Entro en materia rápidamente porque no es fácil hablar en unos pocos minutos de lo que viene haciendo el organismo a lo largo de más de 50 años.
El Parlamento Latinoamericano se creó en 1964 en Lima, Perú; en diciembre de ese año fue la Asamblea Constitutiva, la firmaron 14 países.
El Parlatino estuvo actuando muchos años como un foro político de alto nivel. Ustedes recuerdan… bueno, muchos de ustedes creo que ni habían nacido, pero esas décadas del 60, del 70, fueron décadas muy duras para América Latina, desde el punto de vista político, por la existencia de dictaduras militares en casi todos los países.
Una de las acciones que hizo el Parlamento Latinoamericano, además de promover —por supuesto— sus objetivos fundacionales (la democracia, la integración, el fortalecimiento de la gobernabilidad, etc.), fue dar un espacio de acción y de expresión a políticos en el exilio; porque, repito, eran muchos los países de América Latina que sufrían esos graves problemas de las dictaduras.
Así que en el año 87, los países miembros (lo fundaron 14 en el año 87), 18 países, resolvieron institucionalizar al Parlamento Latinoamericano. Esto es un dato muy interesante, ¿por qué? Porque hubo una década muy complicada para América Latina (60, 70, 80) desde el punto de vista económico, y muchos países - muchos organismos internacionales estaban desapareciendo porque sus países no mandaban las cuotas.
Entonces en el caso del Parlamento Latinoamericano fue todo lo contrario: los países resolvieron institucionalizarlo, vinieron los ministros plenipotenciarios de los 18 países de América Latina, se suscribió el tratado de institucionalización, lo ratificaron los parlamentos nacionales; y a partir de entonces, el Parlamento pasó a ser un ente de derecho internacional público, con patrimonio propio, sujeto del Derecho Internacional.
A partir de entonces, debido a su nuevo estatus jurídico, el Parlamento Latinoamericano pasó a tener una sede permanente, que primero estuvo en San Pablo, Brasil, por pedido de varias personalidades brasileñas (como Darcy Ribeiro, Franco Montoro, Ulysses Guimarães, Nelson Carneiro, etc.); y después, en el año 2008, el Parlamento trasladó su sede permanente aquí a la ciudad de Panamá, en donde ya teníamos una sede subregional (precisamente cerca de estas instalaciones). Y estamos despachando desde entonces aquí en Panamá, haciendo tal vez honor a las famosas palabras de Bolívar que quería que Panamá fuera el centro de la integración americana.
El Parlamento, para ser breve, les cuento rápidamente cómo está compuesto: su Asamblea General, que se reúne en ese recinto, tenemos Asamblea General el próximo 24 de noviembre; cada país tiene hasta 12 votos en la Asamblea General, pero de acuerdo con el estatuto, un parlamentario puede venir acreditado representando 4 votos; quiere decir que teóricamente en la Asamblea General un país con 3 parlamentarios acreditados para votar estaría con su delegación completa. Pero lo que sucede es lo contrario: vienen más de 12, vienen 12 acreditados para votar, pero normalmente vienen más de 12 parlamentarios, porque el estatuto del Parlamento también establece que todas las delegaciones tienen que ser pluralistas.
Entonces aquí en la Asamblea tenemos representantes de los diferentes partidos y fuerzas políticas que están representados en los parlamentos nacionales. Además, con ocasión de la Asamblea pues siempre tenemos la presencia de observadores o parlamentos o asociaciones parlamentarias que han pedido ser observadores del Parlatino, como China, Rusia, la asociación de los Países Árabes, la asociación de los expaíses de la Unión Soviética, etc., son todos nuestros observadores y ellos nos acompañan en la Asamblea.
Después viene la Junta Directiva, que está compuesta por la mesa directiva, que son los secretarios, todos electos por la Asamblea. Nosotros tuvimos elecciones hace poco, entonces estamos con una nueva mesa directiva compuesta por la presidencia, presidencia alterna y los secretarios de Comisiones de Relaciones Interparlamentarias, de Relaciones Interinstitucionales (ya lo mencioné), secretario general, está el secretario ejecutivo; y ese secretario más un representante por cada uno de los 23 países miembros son la Junta Directiva.
Como pueden ver ustedes, el Parlamento se creó con 14 países, se institucionalizó con 18, en este momento son 23 países miembros; están representados todos los países de América Latina y varios del Caribe.
Lo que nosotros denominamos como el brazo operativo del Parlamento Latinoamericano son sus comisiones interparlamentarias permanentes (son 13). Al principio eran 23, pero resulta que las comisiones se reúnen en promedio dos veces al año, y entre reunión y reunión pues todo un equipo trabaja en el desarrollo de los proyectos de las comisiones; pero 23 comisiones reuniéndose dos veces al año, daba 46 reuniones al año, que era excesivo para los parlamentos nacionales, no solo por costos; porque el Parlamento Latinoamericano no paga un centavo de pasajes ni viáticos (o si no, no habría presupuesto que alcance): nosotros, a lo largo del año, entre estas reuniones de Comisiones y la Asamblea movilizamos más de 800 parlamentarios de toda América Latina.
Pero para los parlamentos nacionales también era difícil prescindir de sus parlamentarios 46 veces al año; entonces solicitaron que se reduzcan las comisiones, ahora son 13; se redujeron, pero no se sacrificaron temas; se fundieron unas comisiones con otras, quedaron reducidas a 13, pero los temas son los mismos.
Y en conjunto, las comisiones abarcan prácticamente todos los temas de la actividad humana; que se me vienen a la cabeza: Energía y Minas; Niñez y Juventud; Equidad de Género; Combate al Narcotráfico y al Crimen Organizado; Defensa del Consumidor y del Usuario; Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Comunicación (cuyo presidente estuvo aquí, el diputado Quirós); en fin, son innumerables temas.
Entonces sobre eso yo quiero hacer una aclaración que es muy importante: ¿Cómo hacemos en el Parlamento Latinoamericano para que todas esas comisiones y todos esos temas dispongan de apoyo técnico sin que aquí nos burocraticemos, sin que tengamos una planta de técnicos especialistas expertos (que para todos esos temas sería enorme)?
El Parlatino, históricamente (y así hemos venido funcionando por muchos años) ha hecho convenios con los organismos internacionales que trabajan los temas de las comisiones. Ejemplo: a la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Comunicación la apoyan la UNESCO, Virtual Educa, la OEI, la Red Latinoamericana por el Derecho a la Educación, etc.; a la Comisión de Asuntos Laborales y Profesionales la apoya la OIT; a la Comisión de Salud la apoya la OMS, la OPS, y así sucesivamente.
Eso ha permitido, por un lado, que nuestras comisiones dispongan del mejor apoyo técnico que existe —sin exagerar—en el mundo; porque esos organismos tienen expertos, tienen información, tienen presupuesto, tienen el mandato institucional de trabajar en esos temas.
Y para los organismos internacionales el esquema ha resultado muy bueno porque ellos tradicionalmente han venido trabajando con los ejecutivos de los países, con los ministerios del ramo, las direcciones nacionales, etc., y prácticamente todos estaban sintiendo la necesidad de acceder al medio legislativo (donde se hacen las leyes, los decretos, se ratifican las convenciones, los tratados, etc.); y con nosotros, por supuesto, tienen acceso automático, directo y rápido a todos los parlamentos de América Latina y varios del Caribe.
Eso ha determinado que muchos de esos organismos internacionales, motu proprio, por su propia iniciativa, están yendo muchos de ellos mucho más allá de solamente darnos apoyo técnico para las comisiones —que ya es mucho—, pero están entonces financiando o dando apoyo técnico para planes, programas, proyectos, elaborando leyes modelo, etc.
Y ahora que yo hablo de leyes modelos, pues quiero referirme a nuestros principales productos. Nuestros principales productos son —como dije— planes, programas, proyectos, iniciativas de apoyo parlamentario y la producción de leyes modelo (que hasta hace poco las llamábamos leyes marco). El Parlamento ha producido en este momento más de 47 leyes modelos en muchísimos campos.
Sobre esto también me interesa muchísimo hacer una aclaración. Cuando nosotros hablamos de nuestras leyes modelos, primero hay que aclarar que si es una ley modelo, la idea no es que cada país la adopte como ley nacional; esos son aportes legislativos para que los países, cuando legislen sobre la materia, tengan referentes útiles desde el punto de vista conceptual, metodológico y político.
Lo segundo es que normalmente nos preguntan: “Bueno, ¿sus leyes son vinculantes, son obligatorias para los países?”. La respuesta es: “No”. Pero lo que pasa es que en América Latina no existe la supranacionalidad, no hay ningún organismo cuyas decisiones sean obligatorias para todos los países por encima de su Constitución y sus leyes, eso no existe.
Alguna vez alguien inició una investigación para ver, por ejemplo, qué constituciones contemplan esa posibilidad, y lo que se sabe es que para aceptar una ley o un organismo supranacional normalmente lo que tienen que hacer los países son referendos o plebiscitos, preguntarle a la población: “¿Sí o no? ¿Nos sometemos a una ley que sea obligatoria para el Estado, que sea obligatoria para todos sus ciudadanos y para todas sus instituciones por encima de su Constitución y sus leyes?”. Eso en América Latina no ha sucedido.
La ventaja del Parlamento Latinoamericano es que todos nuestros parlamentarios miembros (por ejemplo, cuando tenemos Asamblea a veces tenemos 200 o más parlamentarios), son parlamentarios nacionales, tienen voz, voto y un asiento en los parlamentos nacionales; entonces ellos constituyen un vínculo directo entre las propuestas del Parlamento Latinoamericano y los parlamentos nacionales.
Por eso es que muchos de nuestros productos se han adoptado como leyes nacionales, han contribuido a iniciativas nacionales en todos los campos, ha habido inclusive reformas constitucionales que responden a propuestas salidas del Parlamento Latinoamericano, porque aquí son decisiones colegiadas, y quienes componen esas decisiones las llevan a sus parlamentos nacionales.
Así pues… se me está agotando el tiempo, yo ya les dije que hablar de más de 50 años de labor institucional en unos pocos minutos es difícil; pero en todo caso yo quería rápidamente contarles cómo funcionamos. Estamos en esta nueva sede, esta sede se inauguró en octubre del 2013 como un acto oficial de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Concluyo con un par de anuncios: Uno, que el 23 de noviembre de este año, en vísperas de nuestra Asamblea (que será el 24) tenemos un Foro sobre Transparencia y Lucha contra la Corrupción. No tengo ni qué decir la importancia que tiene ese tema. Y desde ya, autorizado por la presidencia de la Secretaría General, etc., puedo decirles que están todos ustedes cordialmente invitados a ese foro del 23 de noviembre en la tarde.
Y hablando de corrupción —y con esto concluyo—, cuando nosotros estábamos por inaugurar la sede, creo que uno de los primeros eventos que tuvimos aquí fue el de la Junta de Escrutinios de Panamá, la Junta que escrutó los votos de las elecciones generales que hubo en ese año; y alguna persona que vino aquí y vio la sede, ustedes han visto que la sede tiene una enorme iluminación natural, etc., comentó: “qué mejor lugar para escrutar los votos de las elecciones generales que un edificio que simboliza la luz y la transparencia”. Eso es lo que nosotros queremos proyectar, es por lo que nosotros estamos trabajando, es lo que se viene trabajando en este importante Congreso que se está celebrando y lo que seguiremos trabajando incansables por el bien de nuestra América Latina.
Están ustedes en su casa. Sean todos bienvenidos, y muchas gracias.