Diego Alonso Marulanda | Mesa 3 - Sesión Educativa, CUMIPAZ 2017
Video Relacionado:Nota de transcripción: El texto a continuación fue digitado y revisado en vivo, durante la transmisión de la ponencia y/o traducción. Es posible que esté en proceso de posteriores revisiones para su mejoramiento. De ser requerido, puede ser verificado con la grabación correspondiente. (Sugerencias o comentarios: transcripciones@emapaz.com)
Bueno. Muy buenos días para todos. Yo quiero presentarles un saludo muy alegre, soy colombiano, que represento un país que ha sufrido la violencia de manera inenarrable, más sin embargo, un país que no ha perdido la esperanza sobre la vida. Vengo de una ciudad..., Medellín, que en otra hora fue catalogada la ciudad más violenta del mundo, pero que a partir de la educación hoy tenemos resultados reconocidos a nivel internacional de lo que significa el poder de la educación, como dice el Dr. William Soto, y Medellín es un gran laboratorio para que ustedes vayan y conozcan y vean lo que puede hacer la educación en la transformación de una ciudad.
Le pido el favor de colocar entonces la presentación. Mientras tanto entonces quería decirles que ─en primer lugar─, quiero hacer una pequeña fundamentación de lo que significa una universidad humanista, yo represento y quiero hablar en nombre de las universidades humanistas, es decir, de aquellas que no se han dejado robar su identidad original, para la cual fueron constituidas las universidades, que no se arrodillan a esta lógica instrumental capitalista; no entramos, ni permitimos la discusión, hoy muy actual, entre ciencias blandas y ciencias duras, y universidades que han decidido poner las ciencias blandas a un lado porque lo importante es la disciplina, y por ciencias blandas se entiende toda la formación humana en términos de ética y de valores.
Es decir, que yo quiero simplemente presentarles aquí de forma rápida algunas estrategias y prácticas en la construcción de paz de nuestra universidad, que por supuesto, tienen que ver todas ellas con un asunto territorial.
Yo quisiera decir un concepto para que entendamos el marco en el que les quiero compartir estas experiencias. Es una universidad muy consolidada en su modelo de docencia, investigación e innovación, pero es una universidad en salida, es decir, una universidad que para efectos para hacer aportes en la construcción de la paz ha decidido salir al contexto y a las regiones.
Aquí rápidamente les quiero presentar, un poco lo que es la estructura de nuestra universidad, que pone la dignidad de la persona humana en el centro, es el inspirador de todo el modelo pedagógico que tiene... que propende por cuatro cosas importantes:
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La formación humana
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La formación cristiana
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La formación académica, y por supuesto
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La formación social
Nuestro modelo pedagógico está construido en estos principios:
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El principio de la contextualización,
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La interdisciplinariedad
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La flexibilidad
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La integración y
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La interculturalidad
Esta es la manera como nosotros, como entendemos, se entiende y se desarrolla toda la universidad a partir de la dignidad humana que está en el corazón de todo el desarrollo de la misma.
Por decisión rectoral, a propósito, en la construcción bella que se está haciendo en CUMIPAZ de la Cátedra sobre la paz, nosotros hemos querido de alguna manera ir un poco más allá y entender que el asunto de la paz no puede reducir simplemente a una cátedra, que por supuesto necesitamos hoy una construcción epistemológica de ello, pero que las implicaciones y los retos son mucho mayores; el rector ha tomado la decisión de llamar a todos los decanos y se ha formado precisamente, el Grupo de Construcción de Paz, Perspectivas Educativas, porque es toda la universidad la que ella tiene que entenderse como la gran Cátedra de la paz. O sea, no puede ser simplemente un asunto que está en el currículo, sino que… porque de alguna manera queremos transitar ese problema que tenemos hoy, nuestros currículos, y que… tenemos un curso de ética, y entonces la pregunta es: ¿Y los demás de qué son?, ¿qué enseñan los otros? Y ahí hay un problema que tenemos que resolver, y ojalá esta CUMIPAZ, nos pongamos en esa tarea porque son preguntas muy válidas.
Es decir, que esta... nuestra universidad que empieza en el colegio, tiene un colegio de 5000 niños, forma para toda la vida desde el más pequeño, hasta el posdoctorado e involucra las ocho escuelas del conocimiento que tiene nuestra universidad, y es un proyecto grande de universidad, entendida ella toda como una apuesta por la paz.
Aquí de forma rápida les quiero compartir cuatro experiencias, en términos de prácticas y de herramientas, en las que nosotros hemos venido trabajando.
En primer lugar, un proyecto que llamamos “Preparémonos para la paz”. Recuerden que el contexto de Colombia es muy particular, es un país de regiones, por supuesto hay que pensarlo desde ese punto multicultural, multidimensional, porque Colombia se expresa de manera muy particular.
Y nosotros hemos querido desde hace varios años ya, construir este proyecto, es una universidad en salida, que sus investigadores, docentes y estudiantes vamos a los contextos, en este caso voy a hablar de Antioquia, porque Antioquia es el departamento más tocado por la violencia en el país, y hemos querido realmente apropiarnos del conocimiento de las personas in situ, en su región, porque es que la paz no se puede hacer desde el escritorio, y por supuesto el mejor laboratorio son las comunidades y hemos realizado un trabajo allí bien interesante, también con la ayuda del PNUD.
De tal manera que tenemos a hoy unos testimonios registrados de lo que significan los pasos para la paz y las pedagogías para la paz, ─que vuelvo e insisto─ muy marcadas por la región, porque por supuesto no hay herramientas genéricas para construir la paz, prácticas que pueden ser multiplicadas, sí, pero yo creo que cada uno tiene la tarea de construir herramientas porque las herramientas varían, precisamente cuando vamos pasando por las regiones.
Aquí, pues en el texto que les dejo está mucho más expedito esta propuesta de este proyecto que ha resultado muy interesante y muy bien valorado ─inclusive─ a nivel internacional por lo que se ha realizado allí.
En segundo lugar, este proyecto lo hemos titulado “Estéticas contemporáneas”. Es decir, hemos convocado investigadores y académicos e instituciones ─de alguna manera─ para darle una fundamentación a las epistemologías de la paz, que van mucho más allá (como lo decía Ignacio) de entenderla simplemente como una ausencia de la guerra, del fusil, porque es un asunto mucho más íntegro.
Entonces nosotros aquí con este proyecto en la universidad, de muy excelente éxito, lo que nos hemos propuesto de alguna manera es entender… en hacer una investigación de largo aliento que busca reconocer el carácter pluralista, intercultural y democrático que reproduce el arte, entendido este, no como el gran arte, sino como aquel que remite a otras expresiones que manifiestan el significado y la profundidad de la vida, en la cotidianidad de la misma a través de múltiples formas estéticas.
Es decir, ese es un proyecto científico muy importante, que como ven ya hay unos desarrollos ahí en unos libros que dan cuenta de lo que hemos construido, por supuesto, el pluralismo artístico, la percepción y la apreciación del arte y la estética del arte y la emancipación estética, los dominios de la estética, el escenario doméstico, la estética analítica entre el pragmatismo y el neopragmatismo, el cuerpo y la acción, el cuerpo y prácticas estéticas, cine y pensamiento y formas de cine.
Este proyecto es interdisciplinar e interinstitucional, que convoca por supuesto a filósofos, poetas, es decir a todas las ciencias representadas en el ser humano formado por ellas; es un proyecto pluralista y democrático que se pregunta por el horror, no es una sistematización de la guerra, este proyecto no busca sistematizar la guerra, sino ir a las causas aquellas que han marcado al ser humano en términos del horror, en la transgresión del cuerpo, el tema del consumo, del neuromarketing, la subestética, el narcodeco entre nosotros que es un asunto hoy bien estudiado; ustedes saben que ya hay paquetes turísticos para ir a Colombia ─a propósito del narcotráfico─, entonces allá le venden de todo un paquete para ir a conocer toda esa narrativa y ahí se forman unos conceptos muy equívocos de lo que significa realmente el valor de la vida.
La pregunta por la pobreza, el dolor, la resistencia, el suicidio, las prácticas alimenticias, la memoria, la resistencia y todas las secuelas que nos ha dejado a nosotros la guerra en nuestro país.
Entonces este proyecto lo que busca es precisamente estudiar esas causas, precisamente para proponer una forma de resiliencia en términos del cultivo de las emociones necesarias para alcanzar la paz.
Lo escuchábamos ahora en el video del Dr. William Soto, de cómo nosotros también tenemos que entender la educación para formar (y lo acaba de decir bellamente Ignacio), formar las emociones; es decir, es que somos seres emocionales y la universidad tiene que formar también las emociones como lo acabamos de escuchar aquí, porque la vida pasa por la capacidad de elegir, de ser alegres, por la capacidad de tener esperanza, de tener confianza, de ser tiernos, capacidad de reconciliación, la capacidad de paciencia, de tranquilidad, de autocontrol.
Este proyecto de Estéticas Contemporáneas, de alguna manera le hace el quite o se pone como línea binaria frente a toda esa reflexión interesante que hemos hecho para alcanzar la paz a partir de la justicia y del derecho. Por ahí hemos avanzado, pero nosotros entendemos que con el derecho no alcanzaremos a la totalidad de la paz y que hay que incorporar precisamente todas estas otras formas de estética, que por supuesto aquí aparece, voy a enumerar simplemente una característica de ese primer libro, que está del proyecto del Pluralismo Artístico.
Entonces nos preguntamos: ¿Si existe una estética de la belleza, entonces existe una estética del terror? El cuerpo ya no es cultivado sino que es transgredido; todo el tema de implantes, de prótesis, de descalcificaciones versus los tatuajes que manifiestan la percepción de otras cosmogonías, como son las de los indígenas. Estéticas del desorden versus estéticas del orden; estéticas derivadas de nuevos estereotipos que afectan la memoria del significado digno de nuestro cuerpo para reducirlo y utilizarlo como el último lugar político que tenemos para hacer resistencia.
La pregunta que resulta en esta tarea de construir la paz es ¿qué significa nuestro cuerpo como lugar democrático? Ahí hay un trabajo muy interesante, porque el cuerpo también hace parte de este proceso de construcción de la paz.
─Bueno, esto que bueno que pasara, si quiere ayúdeme a pasar allá.
Aquí rápidamente, este es el tercer proyecto que les quiero compartir el de Neuroeducación. Nuestra universidad desde hace 40 años decidió salir a los territorios más alejados del sur del país, impactando y relacionándose con más de 40 grupos indígenas; lo que pretende precisamente es un diálogo de saberes ancestrales que nos permite construir nuevas epistemologías a partir de un equilibrio entre la sabiduría; es decir, la inteligencia interior y el conocimiento que es la inteligencia racional y allí lo que queremos resaltar.
─Por favor pongamos el video, los últimos dos minutos del video para que ustedes se lleven una idea de lo que significa también este gran proyecto.
Desde hace 40 años la universidad le apuesta a estar en la guerra, en la del sur del país, porque sabemos que es allá en el contexto donde realmente la universidad puede aprender de estas epistemologías que hay allá, que tal vez nos hemos perdido la oportunidad de hacerlos invitados de honor en la construcción de la paz de nuestros países, particularmente de América Latina.
─ ¿El video está listo?, ¿lo ponemos?
Dejémoslo ahí ya porque... está bien.
Y por último, les quiero compartir rápidamente otro proyecto muy importante. Esta universidad viene convocando todas las fuerzas militares y policiales del país, precisamente para preguntarnos por la transición, lo que significa la transición...
─Pongamos nuevamente las diapositivas por favor.
Lo que significa este ejercicio de transición de nuestras fuerzas militares y policiales en esta nueva situación de posacuerdo en que nos encontramos hoy. Ellos son convidados de honor precisamente en esta construcción de país.
─Sigamos.
Aquí, este es el centro para el análisis de la transición militar y policial en Colombia, por supuesto nosotros hemos entendido que este es un actor fundamental y que hay que hacer reflexión con ellos y desde ellos, dejarles, permitirles que hagan narrativas de lo que significó para ellos también estar en medio de la guerra y por eso esta universidad entiende que las fuerzas militares y policiales son importantes en la construcción del país, de la paz de nuestro país.
Faltan dos diapositivas y con esto termino. Las pasamos por favor.
Aquí está rápidamente, ahí tienen la oportunidad de conocerlo con mayor profundidad, hay cuatro líneas de trabajo en este observatorio: la economía de la defensa, la transición militar y policial, el tema de derechos humanos y políticas públicas en seguridad y defensa. Es un trabajo muy bien valorado pues entre nosotros, porque le hemos abierto las puertas también a nuestras fuerzas militares y policiales para que ellos hagan con nosotros también una reflexión ordenada de la construcción de la paz.
Seguimos, aquí esta práctica de la dignidad humana ─para ser coherentes con el principio que exponía el ordenador de nuestra universidad─, preparemos por la paz, convoca a los campesinos, las ** contemporáneas, convoca instituciones y académicos, etnoeducación le da el protagonismo a los indígenas, a los afros y el observatorio ** le da protagonismo a la fuerza pública.
Nosotros estamos focalizados por ahora en estos cuatro grandes escenarios porque creemos que ahí hay unas posibilidades muy importantes para resignificar**.
Y por último quiero terminar dejándoles dos propuestas para la CUMIPAZ, se trata de eso, en la línea de lo que venimos construyendo la Cátedra para la paz. Yo si quisiera decirle a la EMAP, que ella se puede convertir hoy en un ente acreditador, más allá de estos entes que tenemos hoy que facilitan mucho estas vanidades académicas en las que van entrando las universidades, pero yo creo que aquí hay una oportunidad muy importante para que nosotros seamos capaces de construir una batería de indicadores, de tal manera que las universidades den cuenta de su calidad del currículum, pero no simplemente por los PyP** de sus investigadores que están por allá ranqueados de forma muy interesante, sino precisamente en un nuevo ranking para las universidades que mida la proyección social a partir de indicadores de impacto en construcción de paz territoriales.
Aquí hay una apuesta muy original muy innovadora que esta CUMIPAZ puede realmente liderar y volverse inclusive un ente acreditador de las universidades en términos del impacto en construcción de paz.
Y en segundo lugar, quisiera dejarles también ─escuchando esta semana la propuesta del proyecto de Ancianos Siglo XXI─, ya nosotros lo venimos trabajando (le compartí a algunos), pero va en esta línea; sería muy interesante que CUMIPAZ diseñara y trazara un currículum para la familia.
Hoy más que nunca hay que conectar la familia con la universidad y ahí está precisamente proponer las instituciones educativas un modelo curricular pedagógico para las familias como agentes formadores en sabiduría y tradición sobre estilos de vida sostenibles; es decir, lo que hay que sostener es la vida, en términos de sentido y significado; es decir, darle un lugar importante en las universidades a los padres y abuelos para que compartan sus testimonios de vida integral.
Ahí les dejo estas dos perlas porque puede ser una manera de trazar un nuevo trabajo que podemos realizar conjuntamente.
Muchísimas gracias.