Yo creo que hay pocos comentarios que hacer de tan excelente charla (ya la hemos escuchado en varias ocasiones). De todas maneras, creo que la conclusión final es, como él dijo, y lo decía Lenin, que por cierto se da la mano con el primer versículo de San Juan, cuando Lenin decía que no hay acción revolucionaria sin teoría revolucionaria; claro, en el sentido marxista. Pero en San Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo se hace carne”. O sea, toda esta ideología, las buenas y las malas, empiezan con el planteamiento mental educativo, político, de los medios de comunicación.

Bueno, el doctor Soto ya lanzó, como dicen en béisbol, la primera bola, o puso el balón en el campo de fútbol con tres propuestas muy concretas, que creo que nos van a dar a los diplomáticos, a los juristas, a los políticos, a todos los que pueden tener acceso a la Corte Internacional de Justicia, ya un punto fundamental.

La verdad que es un honor poder participar, escuchar a tantos dignos representantes de América Latina con el tema que es el de actualidad: todos vinculados a lo que se denomina el Nuevo Derecho Penal Internacional, algo nuevo en la comunidad mundial desde los juicios de Núremberg; por primera vez se estableció que podía haber una justicia penal internacional.

Muchísimas gracias. Primero debo hacer una precisión: No vengo en carácter de político. Vengo en carácter de abogado, de ciudadano, de ser humano, preocupado por estos relevantes temas y por la cercanía que tengo justamente con estas preocupaciones.

Y me pareció una extraordinaria invitación y una oportunidad muy valiosa para compartir con ustedes algunas reflexiones que me parecen muy pero muy importantes.