Sr. Radko Tichavsky | Presentación de la Quinta Placa “Huellas para no olvidar” en México

Sr. Radko Tichavsky | Presentación de la Quinta Placa “Huellas para no olvidar” en México

Cónsul de la República Checa

Bien, para bajar un poquito de discursos a una realidad, les propongo hacer un experimento aquí en esta sala, vamos tardar unos dos minutos, mire, en Europa las tres bases que formaron el Holocausto son tres cosas: la ignorancia, la intolerancia y el fanatismo; esos tres, los que formaron digamos la base para que el Holocausto se pudiera llevar acabo ¿Verdad?.

Y entonces imaginases que están ahorita en la República Checa, bueno en aquel tiempo Checoslovaquia, que era un país democrático, libre, de repente viene una invasión y de repente le dicen a ustedes que son Checos, o podrán imaginarse como mexicanos, da los mismo, estamos quitar los países, pensamos en algo que les puede tocar a ustedes, de hecho, y les dicen: bueno a partir de ahorita vamos a prohibir cierta nacionalidad, ciertos rasgos raciales, por decir: “los judíos o los gitanos, o los guatemaltecos, o los islámicos, o alguna otra cosa”. Y a partir de ahorita, ustedes tienen la obligación por ley de denunciar, si ven aquí en la calle o en algún lado, si conocen alguno en sus familias, si conocen a alguien denunciarlo, y que el gobierno se los lleve a los campos de concentración.

Si no lo hacen, entonces, hay una clausula en la ley que dice que todo aquel que no denuncie, todo aquel que no lo haga, va a ser fusilado, junto con toda su familia, los niños van a ser mandados a otro país, puede ser Alemania, pero podemos decir cualquier otro país, para ser reeducados, las mujeres van a ser mandadas a los campos de concentración, lo que en principio la gente pensaba: “No hombre, Hitler era un loco, pero bueno no va hacer nada” ¿Verdad?.

Y la antigua Checoslovaquia cuando fue invadida por nazis, también se estableció un campo de concentración en campo de concentración en Trending, entonces, llego la Cruz Roja, llegaron las autoridades internacionales, para decir que los judíos hay Vivian muy bien, que tenían hasta su propia orquesta y sacaban películas y hacían toda una propaganda de que no pasaba nada, y de hecho una parte de la gente pensaba que no pasaba nada, y otra parte de la gente decía: “No, Hombre a mí que me importa, con que no me toque a mí, que se frieguen”.

Bueno, entonces vamos a hacer ahora un experimento, pues imagínense que ahorita sucedió eso, y entonces les pregunto sincérense, piensen, hagan una reflexión profunda, no se habiente levantando la mano, no más así porque sí, para quedar bonito en la sala, ¿Verdad? Imagínense ahora que les pregunto: ¿Ustedes estarían dispuestos a poner su propia vida y de su familia en esta situación, esconder un judío o un guatemalteco, o un gitano o un checo, o un el que sea en su casa con la pena que pudieran llevar a toda su familia al exterminio?.

Ahora, los que están dispuestos a hacerlo, levanten la mano por favor, piénsenlo, esa es la realidad; y esa fue la realidad, la que causo el Holocausto, no solamente un Hitler loco, sino muchos que como ustedes, algunos levantaron la mano, algunos escondieron los judíos, ¿Ya?.

En mi familia, lo comprendí muchos años después, cuando yo tenía un tío Con, así decíamos tío Con, tío Con, púes que será, este, ¿quien será?, no era familiar, ¿Verdad? pero era alguien que escondimos, bueno mis papas, mis abuelos los escondieron en la casa, ser capaz de arriesgar la vida, y esa es la realidad.

Entonces me invitaron a clausurar este evento, entonces quisiera en lugar de clausurarlo, al contrario, cuál sería el antónimo de clausurar algo (Editor – extiende los brazos al ancho que le dan), apertura, hacer un hueco en su corazón, hacer un espacio en su corazón, los que no levantaron la mano, ábranse, porque les puede tocar y quizás van a ser recordados como alguien que tuvo esta conciencia, que con algún discurso, alguna inauguración de una placa, en una sala, por algo coincidimos aquí, como tema de Holocausto a los judíos, pero puede ser Holocausto de cualquier otra cosa.

Entonces, guarden los que levantaron la mano, les felicito por el arrojó y ojalá que no sea la ocasión, pero si se de utilicen esa sabiduría, para sus propias acciones y para también enseñar a otras personas.