Raquel Schlosser | Acto Conmemorativo en Ciudad Juárez, México
Hija de Salomón Schlosser
Dr. William Soto, honorables miembros del presídium y a todos los activistas de la Embajada Mundial por la Paz, a todo el público presente.
¿Cómo les explicamos a nuestros hijos que la humanidad fracasó? Santayana lo dijo en una frase sabia: “Aquel que no recuerda el pasado está condenado a repetirlo”. Debemos conocer la historia para poder cambiar el futuro y en ese sentido el hubiera, más que un concepto verbal, es un concepto que permite que el pasado sea el maestro del presente; el hubiera se transforma en la posibilidad de repensar lo que podría haber sido y permite formular nuevas preguntas para educar la conciencia, desnudar el lado oscuro significa reconocer y aprender de manera profunda para aprehender las lecciones de la historia.
El Holocausto, nos proporciona una de las enseñanzas del fracaso más grande de la humanidad, siendo el peor genocidio del mundo moderno, planificado, estructurado, pensado, medido, organizado por uno de los pueblos más desarrollados intelectualmente: los alemanes. Los nazis, incrustaron y potenciaron la deshumanización del pensamiento a través de la creación de armas psicológicas, usaron toda su inteligencia para la destrucción, imponer como verdad la discriminación, ejercer la humillación sistemática en las calles, despersonalizar, separar a las familias, matarles a sus hijos.
Una de sus armas más potentes fue sembrar el miedo, cuando el corazón y el intelecto no miran en la misma dirección, la compasión y la comprensión no tienen espacio, intelectualidad sin alma es la fórmula más peligrosa para la convivencia humana.
Theodor Adorno escribió: “La poesía murió en Auschwitz” y la marca que lleva mi padre en su brazo tatuado con el 11907 que fue el tatuaje que le pusieron a la entrada en Auschwitz, cuando lo llevaron a la fila de la izquierda y no sabía que la fila de la derecha iba todo al crematorio.
El legado maldito de las guerras parece interminable, no terminan cuando se firma la paz, los sobrevivientes nunca dejan de mirar la última imagen de un hermano inocente asesinado, la historia de amor que no aprovechó la oportunidad de salvarse, por no abandonar a su amada, familiares desaparecidos que son fantasmas de insomnios para quienes no pueden cerrar los duelos, madres separadas de sus hijos, llevadas a los hornos crematorios en el nazismo que viven muertas y desgraciadamente muchos ejemplos más.
También, la lucha por la adversidad queda grabada y también se incrustan nuevas memorias para la resiliencia; por eso tan importante, el trabajo que realiza la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, porque saben lo que pasa después de la guerra, porque se acarrea el dolor indecible de las injusticias por generaciones y viaja en el tiempo a los inocentes.
En el Holocausto, no existían aún los Derechos Humanos, por eso tan importante su presencia. En el caso de los hijos y los nietos de los nazis, los secretos familiares forman parte de su cultura y de su tortura silenciosa de vergüenza y culpa; no son responsables los descendientes de los actos de sus familiares cómplices del nazismo, pero la memoria colectiva no diferencia y se hace cargo y he escuchado su historia secreta en el consultorio en psicología transgeneracional y en los talleres de constelaciones de familia que hago desde hace dieciocho años.
He observado dinámicas diferentes en hijos y nietos de sobrevivientes, padecen el pasado en sus síntomas y en sus relaciones familiares torturadas, todos estos conocimientos están vertidas en las seis carreras académicas que desarrollé de psicología transgeneracional.
Entre los horrores de nazismos, encontramos también a quien iluminó la frase el Talmud: “Salva una vida y es como salvar el mundo”, personas comunes y corrientes se transformaron en heroínas de la esperanza dentro de esa gran oscuridad. Sobre ellas es necesario enseñar, en el infinito de nubes azules se encuentran personas como Oskar Schindler, Irena Sendler y Nicholas Winton, entre muchos otros justos entre las naciones.
Inolvidable es la historia del conocimiento de la quema de libros, se calculan más de doscientas cincuenta mil volúmenes quemados el 10 de mayo de 1933 en las universidades alemanas. ¿Cuántos poemas, canciones, enseñanzas e investigaciones se perdieron? Hagamos un día especial para estos autores, para que celebremos cada año el 10 de mayo y demos un mensaje humanitario de libertad y dignidad, regalando a esos autores que quisieron quemar, regalando sus libros para que quienes ardieron en la insensibilidad de las casas del conocimiento, sean equilibrados con un acto de nunca jamás y de memoria de la historia para no olvidar.
Y quiero finalizar con una carta, una carta escrita a mi abuela Raquel que llevó su nombre pero que no conocí:
Querida abuela Raquel “Bobe” (abuela en yiddish). Aquí está tu descendencia presente, está tu hijo, estoy yo, soy tu nieta y está tu bisnieta Daniela. Al lado de mi padre, está su hijo Samuel con su esposa y los tres nietos tuyos que de ahí nacieron, está también su segunda esposa con sus dos hijos y sus familias y uno de mis hermanos está contigo en el cielo.
Quiero contarte que tu descendencia no se perdió, que tu hijo tuvo una vida buena, te hablo desde aquí hasta el cielo. Sé que esperaste turno para subir, había muchas almas inocentes antes de que tú y tus hijas entraran, muchos de ellos quizá ni sabrían que habían deshabitado sus cuerpos y seguían buscando a sus hijos, sus nietos, padres, madres, todo fue tan repentino que imagino que no sabían ni siquiera que habían muerto.
Tu familia se reprodujo, hoy es Rosh Hashaná el año nuevo judío, las plegarias de cada una de las personas aquí presentes, por cada uno de los muertos que no tuvieron tumba, van a escucharse. Ahora está aquí presente tu hijo y podrás escuchar como cada una de las almas trabaja por el futuro y en contra de los genocidios.
El libro donde está la historia de mi padre, es Proyecto Nacional de lectura en las primarias de México; escribimos también en Enlace Judío, donde van a poder encontrar todo lo que significa la vida de un sobreviviente y habrá un “Ibook” para transformar a las niñas y niños en embajadores de la paz .
Papá, que todo tu sufrimiento no haya sido en vano, que todo el sufrimiento de todas las personas no sea en vano. Hoy celebramos tu vida en este espacio, una vez me dijiste que ya viejo, te diste cuenta que lo único que recibes fue lo que diste, cuando dabas muestras de cariño y recibías muestras de cariño a tu alrededor, así que tenemos que dar para recibir y la respuesta nunca es inmediata.
Este día sé que fue muy difícil en tu corazón no estar con toda la familia, pero también sé que estamos con la familia humana como aprendí del Dr. William Soto Santiago, eres testimonio vivo de lo que no debe olvidarse, eres testigo de la atrocidad humana, es un honor estar en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y en este recinto emblemático, en una ciudad que sufrió los feminicidios. Tu presencia es el testimonio de muchas cenizas sin voz, el hubiera tiempos más importantes para conjugar en la historia.
Si no hubiera habido silencio eso no hubiera pasado, si no hubiera habido complicidad no hubiera sucedido. Tenemos que conjugar el nazismo en el tiempo del hubiera, para ver lo que tenemos que hacer para evitar el futuro, gracias por existir papá.