Primera Mesa del Foro Judicial Internacional Justicia, Memoria y Educación como bases de una nueva Justicia Penal Internacional para la Paz
Historia, análisis en el marco jurídico latinoamericano, y Nuevas Propuestas para la Prevención y Sanción del Delito del Genocidio, fueron las bases colocadas por los expertos que participaron en la primera mesa de discusión y análisis del Foro Judicial Internacional que se está realizando bajo la organización de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
El moderador de esta primera mesa fue el Dr. Julio César Pineda de Venezuela, abogado, diplomático y periodista, experto en Derecho y Relaciones Internacionales, quien resaltó: “Esta mañana marca un hito más en la historia de esta marcha que ha emprendido el Embajador de la Paz, Dr. William Soto, hacia la paz, la cual ya no es una alternativa sino una exigencia absoluta de la comunidad internacional.”
El Dr. Pineda, luego analizar las conclusiones del anterior Foro Judicial Internacional realizado en Bogotá, Colombia, en septiembre de 2014, nos introdujo al Embajador Mundial de la Paz, Dr. William Soto, de Puerto Rico, visionario y gestor de estos eventos académicos y jurídicos, quien presentó su propuesta de “Justicia para la Paz”.
El Dr. Soto expresó que la paz mundial depende la materialización de una justicia pronta y eficaz por parte de los Estados del mundo, enfatizando sobre los mecanismos y acciones para alcanzarla, y de esa forma preservar el bienestar de la familia humana: «Mi propuesta titulada: “Justicia para la Paz” tiene como premisa fundamental —para prevenir el delito, y particularmente el crimen internacional de genocidio— la importancia de la educación cimentada en valores y principios constitucionales, cuyo eje central es el respeto de la dignidad humana».
Continuó expresando el Dr. William Soto que en la sanción del delito de genocidio, es importante desplegar esfuerzos por parte de los Estados para prevenirlo, sobre la base de la educación y el respeto por las diferencias, el reconocimiento de la dignidad humana, e identificando los posibles catalizadores que pueden desencadenar este crimen internacional, como el odio, la intolerancia, la xenofobia y la discriminación:
«Y la mejor manera de contrarrestar esas condiciones previas para la comisión de un genocidio, no es la represión sino la educación. Pero no una educación avalorada ni neutra, sino una educación fundamentada en el respeto de la dignidad humana, que supere la simple transmisión de conocimientos; y en cambio tenga como objetivo primordial la concientización acerca del amor por la vida, el respeto a las diferencias, la ayuda mutua y la tolerancia, así como la libertad de pensamiento, de culto y el libre desarrollo de la personalidad».
Las propuestas que presentó el Embajador Mundial de la Paz, Dr. William Soto, se enmarcan en la revisión, enmienda y cumplimiento a cabalidad de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, y el Estatuto de Roma, pues él considera que estos instrumentos de Derecho Internacional tienen un alcance restringido actualmente, considerando el avance de la sociedad globalizada, en constante cambio y dinamismo.
Entre otras propuestas, el Dr. Soto plantea tipificar como quinto crimen penal internacional al Ecocidio, democratizar el Consejo de Seguridad de la ONU (incluyendo a países latinoamericanos como Miembros permanentes) y restringir el derecho al veto, y la conformación de los observatorios permanentes para monitorear la exclusión y toda forma de discriminación, como señales de alerta para prevenir actos genocidas.
El Dr. Daniel Rafecas, magistrado federal y profesor de la Universidad de Buenos Aires, presentó el tema: “El Holocausto, un punto de partida ineludible en los estudios sobre el genocidio.” Primero nos recordó cómo fue gestado uno de los crímenes más atroces cometidos contra la humanidad, el Holocausto o Shoá, señalando que el Holocausto no fue un crimen que se realizó de un día para otro, sino que comenzó en 1933 cuando Hitler asume el poder como Canciller en Alemania, con una sistemática persecución de toda índole:
«Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, la situación caminó directo hacia el exterminio, porque Alemania al invadir Polonia se va a hacer cargo de dos millones más de judíos. Y luego, en 1941, con la invasión a la Unión Soviética, el alcance de los nazis era absoluto: 10 millones de judíos entre todo Europa».
Luego el Dr. Rafecas realizó un análisis de la Justicia Penal que hasta ahora se ha llevado a cabo con respecto a los actos genocidas de la Shoá, expresando que el mismo es un acontecimiento bisagra en la historia del hombre y la humanidad del siglo XX, preocupando no solo a las comunidades judías sino a todas las naciones, pues a pesar que hasta el día de hoy se han realizado unos 500 juicios relacionados con el Holocausto, aun quedaron muchos hechos sin juzgar:
«Nos queda a las nuevas generaciones seguir investigando y divulgando los hechos, conociendo la historia, combatiendo el fenómeno del negacionismo, el relativismo, el antisemitismo (…) Defender acontecimientos, honrar la memoria de los mártires, defender y divulgar esa verdad y honrar la memoria, es también una manera de hacer justicia.”
El Honorable Presidente de la Corte Constitucional de Colombia, Dr. Luis Ernesto Vargas Silva, disertó sobre el genocidio en el marco de la jurisprudencia colombiana, precisando que este país estableció que también era sujeto pasivo de esta clase de delitos el de la persecución de los grupos políticos, como lo fue el caso del exterminio de la Unión Patriótica:
«La persecución de un grupo político en Colombia se dio durante los años 1986 y 1988. Desde su creación se trató de hechos ocurridos a la Unión Patriótica, grupo que surgió mediados del 80, producto de la negociación del presidente Belisario Betancur y las guerrillas. Fueron asesinados prácticamente todos los dirigentes».
Precisó el Dr. Vargas que la legislación colombiana se ha preocupado no sólo por tipificar este tipo de crímenes, sino darlos a conocer en la memoria colectiva.
Finalizó esta Primera Mesa con una reflexión del Dr. Julio César Pineda, en la cual exalta la labor de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, invitando a continuar con el análisis de los hechos históricos, las propuestas formuladas, y a trabajar incansablemente para divulgar todas las señales que nos muestran actualmente los genocidios que se están perpetrando en el mundo.
En esta Mesa se establecieron las bases para el desarrollo del Segundo Foro Internacional Judicial, el cual continuó con las disertaciones de los representantes de Argentina y Venezuela.