José Luis Armendáriz | Acto Conmemorativo en Ciudad Juárez, México
Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos
Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, es un honor para mí estar como invitado en este acto de develación de la placa de don Salomón Schlosser, sobreviviente del Holocausto.
Aprovecho para enviarle un cordial y respetuoso saludo a él como a su hija y nieta me imagino; así mismo enviar, saludar a la mesa que nos distingue, al Dr. William Soto Santiago, Embajador Mundial y presidente ejecutivo de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, al Lcdo. José Guillermo Dowell, representante del gobierno del Estado de Chihuahua aquí en Ciudad Juárez y su secretario de Gobierno; así mismo a la Lcda. Gabriela Lara, directora general de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y desde luego a todos ustedes invitados especiales, personalidades que hoy nos acompañan.
Indudablemente, venía a mi mente la primera ocasión cuando yo escuché de la palabra Holocausto y venía también a mi mente que en ese transitar, cómo incluso había autores que en sus textos desarrollaban la propuesta de que nunca existió, de que fue toda una estructura que crearon los vencedores en la Segunda Guerra Mundial y que realmente nunca existió este. La presencia indudablemente, la presencia de alguien que estuvo ahí, resulta de gran relevancia y resulta de gran relevancia porque en este recinto, hay un número muy importante de estudiantes, jóvenes que el mensaje indudablemente será de gran impacto.
Holocaustos en el transcurso de la historia de la humanidad han existido muchos, pero el de mediados del siglo XX, es un Holocausto muy sofisticado, con avances tecnológicos, científicos, un esquema de exterminio masivo que en un contexto de resiliencia, debe de ponernos a nosotros a reflexionar sobre los grandes riesgos latentes y el gran esfuerzo que tenemos que hacer para consolidar la cultura de la paz, la cultura del respeto a los Derechos Humanos, la cultura de la igualdad.
En pleno siglo XXI, en el 2015 cuando parecía que los grandes aires de paz volaban por el mundo, irrumpe otro grupo importante: el Estado Islámico y donde vuelve a dar muestras claras de este gran tema, del tema de la intolerancia, del exterminio, de no considerar a todos por igual, de no respetar la dignidad de las personas; esto nos lleva entonces, a la reflexión desde que tenemos desde el contexto educativo, tenemos que fortalecer más los esfuerzos, porque la presencia (como bien lo señalaba quien me antecedió), la intolerancia, los ánimos de dominio, los ánimos de exterminio pueden hacerse presentes cuando menos se piensa y se cree.
Indudablemente estas huellas, huellas para no olvidar, huellas para no repetir, huellas para marcar un nuevo rumbo. ¿Cuál rumbo? el rumbo de una justicia en un ambiente de paz, las aspiraciones y los sueños de un mundo donde todos seamos tratados con dignidad, en condiciones de igualdad y desde luego en el inquebrantable de derecho de realizarnos como personas.
Pero bueno, aquí creo que el evento trascendente es de don Salomón y todos estamos muy interesados en escucharlo, les agradezco la oportunidad de dirigirme a ustedes y muy buenos días.