En Memoria de las víctimas de la Shoá en la DAIA
Lunes, 28 de enero de 2013
Sede de la DAIA
(Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina)
Buenos Aires, Argentina
Sr. Julio Schlosser, Presidente de la DAIA; Sr. Guillermo Borger, Presidente de la AMIA; Sra. Eugenia de Unger y sobrevivientes del Holocausto presentes; Sr. Ariel Stofenmacher, Vicepresidente Ejecutivo del Seminario Rabínico; Sr. Miguel Toimaher, representante del seminario rabínico; señoras y señores, muy buenos días.
El poder de una historia narrada por su protagonista es algo que no tiene comparación. La vividez del recuerdo, la perfección del detalle, entre muchas cosas, son aspectos que le dan al relato la certeza de su veracidad y logran capturar la atención de quien lo escucha, pero sobretodo, logran trasmitir un mensaje, generan un entendimiento profundo y personal entre el relator y su auditorio.
Desde hace algunos años hemos acompañado la conmemoración del día de las víctimas de la Shoá, y allí hemos escuchado testimonios devastadores, cargados de un drama injusto e inhumano donde el dolor, la desesperación, la impotencia, se mezclan también con la esperanza, aunque no en una proporción equitativa.
El Holocausto o Shoá es una mancha de indignidad y oprobio (afrenta, deshonra pública) en la hoja de vida de la humanidad; y aunque algunas personas y naciones pretendan ocultarla o disminuir su dimensión, reunirnos hoy es una forma de honrar la memoria de las víctimas, pues mayor infamia es lanzar su recuerdo al mar del olvido.
Así que debe ser una prohibición olvidar el Holocausto, porque olvidar sería un delito.
De otra parte y como producto de la reflexión entre las historias de los sobrevivientes y la grave ignorancia que sobre el Holocausto se observa hoy, especialmente entre los jóvenes, quisimos buscar una forma de preservar su testimonio a pesar de la ausencia física de los protagonistas.
Queríamos también generar espacios de reflexión acerca de la importancia de la decisión y valentía individual que se necesita para defender los Derechos Humanos, recordando no sólo a quienes han sido declarados “Justos entre las Naciones”, sino conociendo por boca de los mismos sobrevivientes, a otros héroes que aún permanecen anónimos pero que arriesgaron su vida para salvar las de otros, aquellos que hoy están llamados a ser el modelo de hombre a seguir.
Así fue como nació el proyecto que hoy se inicia en Argentina y que ya ha producido un efecto muy positivo en los lugares donde se ha dado a conocer: “Huellas para no olvidar”.
Aunque a primera vista pueda parecer que está enfocado en la Shoá y en el testimonio del sobreviviente, en realidad es un proyecto dirigido a toda la raza humana, con el fin de proteger los Derechos fundamentales de todo ser humano y lograr que todo individuo se convierta en garante de la vida y dignidad de cada hombre, mujer y niño que habita en el planeta Tierra.
Hemos llevado este proyecto a universidades, sedes diplomáticas, colegios, bibliotecas… y en cada lugar, los resultados han sido sorprendentes y maravillosos, pues no sólo se logra desterrar la desinformación acerca de la Shoá sino que paralelamente se da a conocer la historia del pueblo y del Estado de Israel, de sus logros y sus grandes contribuciones en todas las áreas del conocimiento, de las artes y la ciencia a lo largo de la historia.
Por eso nos complace dar inicio a este proyecto en Argentina, y estamos seguros que también acá producirá efectos benéficos, pues ayudará en algo a desterrar las semillas del odio y de la intolerancia.
Y a quienes insisten en que es tiempo de “pasar la página”, de “seguir adelante y olvidar”, les decimos: Pasaremos la página cuando haya la certeza total de que hemos aprendido la lección.
Muchas gracias.
Dr. William Soto Santiago
Embajador Mundial
Embajada de Activistas por la Paz