Transcripción
—Noemí Dora Keselman. Hija de Cesha—
La emoción va más fuerte que todo lo que uno quiere expresar; sobre todo, porque yo soy sobreviviente de lo que mis padres pasaron.
Llegué a conocer la historia un poco ‘de casualidad’ porque en mi casa de eso no se hablaba. No quiero emitir juicios porque tengo la madurez de saber que aquel que enjuicia no llega a buen término; pero sí agradecerle de alguna manera a mis padres, la protección que yo recibí al no saber cuando era muy niña, toda la catástrofe, todo el sufrimiento que ellos vivieron, y que de alguna manera me dio fuerzas para crecer en un mundo feliz.
—Abraham Felipe Keselman. Hijo de Cesha—
Tuve un padre muy, muy fuerte. Creo que gracias a él estamos acá. El recuerdo de él es permanente y hasta diría que diario. No solamente recibí la fuerza de él, sino el reconocimiento de mucha gente que me rodea hoy y que tenemos ese orgullo de llevar nuestro apellido.
Con respecto a mi madre, creo que conmigo sufrió bastante, le di bastante trabajo de chiquito, yo era muy travieso; tuve algunos temas congénitos de enfermedades, pero ella siempre estuvo al lado mío y creo que hasta hoy en día; tiene 94, y debo decirlo, que ella se preocupa por nosotros como el primer día.
—Noemí Dora Keselman. Hija de Cesha—
Yo estoy convencida que la historia es un arma para el futuro, es una herramienta para el futuro; y toda esta historia que cada uno de nosotros contamos y que en su momento mi mamá dejó traslucir, sirve para el futuro, para que esto no vuelva suceder, para que las generaciones como mis hijos, mis nietos… que felizmente ellos sí estudian en este momento todo lo que corresponde al Holocausto, a la Shoá, no vuelva a suceder.
—Abraham Felipe Keselman. Hijo de Cesha—
Creo que la discriminación que el pueblo judío sufrió durante toda su época, hoy no solamente lo sufre el pueblo judío, lo sufren muchos más, y creo que es algo para llevar adelante y pensar.
—Noemí Dora Keselman. Hija de Cesha—
Para mí es lo más maravilloso que puede existir. Este sufrimiento que tuvo mi mamá, este dolor de haber perdido toda la familia, nos sirve a nosotros dejar ese testimonio y esas huellas para el futuro.
—Abraham Felipe Keselman. Hijo de Cesha—
creo que la educación y el conocimiento de los hechos es lo número uno. O sea, lo que uno no conoce no puede… no puede sentirse influenciado por otro por la falta de conocimiento; me parece que el conocimiento de los hechos hace que esto disminuya o hasta que se pueda evitar, pero hay que seguir adelante.