Un espacio para la música en el 1er Encuentro Nacional del Movimiento Juvenil Mundial
El 6 de abril de 2018, tuvo lugar el segundo día del Encuentro que la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) desarrolló en el marco del lanzamiento de su más reciente proyecto: El Movimiento Juvenil Mundial.
La apertura a las actividades estuvo a cargo del presidente ejecutivo de la EMAP, Dr. William Soto, haciendo un llamado a la juventud brasilera y a todos los jóvenes voluntarios que hacen parte del Movimiento Mundial de la EMAP:
«Es importante que asuman el gran poder que tienen pero, al mismo tiempo, la gran responsabilidad de direccionar ese poder para trabajar por la justicia, el respeto y la defensa de los derechos humanos. Ustedes pueden transformar el mundo y hacer de él un lugar de paz y felicidad para la familia humana». —Dr. William Soto Santiago
El poder de la música como instrumento eficaz para formar integralmente a la juventud
Los jóvenes reunidos en São Paulo, a través de diferentes talleres, fueron sensibilizados sobre el poder trascendental que tiene la música en todos los seres vivos y su influencia en el ser humano integral, a través de una capacitación integral para la ejecución eficaz y el cumplimiento de los objetivos del proyecto internacional “OSEMAP POR LA ARMONÍA, BIENESTAR Y FELICIDAD DE LA FAMILIA HUMANA”.
El proyecto OSEMAP busca promover la música como ciencia y como arte que contribuye a la salud y el bienestar de todas las personas. En ese sentido, la directora general, Lcda. Gabriela Lara, en la introducción a esta temática manifestó que la EMAP está conformando orquestas en diferentes países para llevar a través de la música mensajes de amor, fe y esperanza, con el fin de generar actitudes positivas y de motivación en personas que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
La música y el ser humano integral
La música como un poder, también tiene la facultad de transmitir su mensaje directamente al corazón del ser humano a través de los sentidos del cuerpo físico, por tanto, es un mensaje que va del corazón del compositor al corazón de las personas.
Por esta razón, la música unida a la palabra que se emite con ella, constituye un poder que puede educar, enseñar y transmitir valores personales y sociales, beneficiando el desarrollo intelectual, moral y espiritual de la persona.
En el taller musical también se expuso el poder de la música en los tres componentes del ser humano: En el cuerpo físico, la música produce sanación terapéuticamente, cambios fisiológicos en el organismo, contribuye a regenerar el ADN y da agilidad física. En la mente o espíritu, la música abre la mente, desarrolla la memoria y la atención, fortalece el aprendizaje, desarrolla procesos afectivos y psicológicos. En el corazón o alma, la música puede saltar el proceso de reflexión y análisis, lo que significa que no se razona.
El Movimiento Juvenil Mundial de la EMAP está direccionando a la juventud hacia la paz integral, para que construya y produzca resultados positivos de amor, esperanza y fe en favor de la familia humana y de la Madre Tierra.