La propuesta de “La Madre Tierra como un ser vivo con Derechos” fue presentada durante la Reunión de la Confederación Parlamentaria de las Américas.
Diputados y senadores de América Latina, Canadá y Estados Unidos fueron convocados para participar de la XXIX Reunión del Comité Ejecutivo de la Confederación Parlamentaria de las Américas (COPA) donde sesionó la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de forma conjunta con el Comité Ejecutivo de la Red de Mujeres Parlamentarias de las Américas.
Por primera vez Puerto Rico fue la sede de este encuentro, que del 15 al 17 de abril se desarrolló en el Capitolio con el propósito de debatir la integración del Comité Ejecutivo de COPA y definir los aspectos referentes a la próxima Asamblea a realizarse en México.
La Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de COPA, extendió la invitación al Dr. William Soto, Presidente Ejecutivo de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP), para exponer el tema del Ecocidio. Esta comisión tiene como objetivo analizar los temas referidos a la calidad del medio ambiente, el cambio climático, la preservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos y el desarrollo urbano, al igual que los temas vinculados con el manejo de catástrofes con consecuencias ambientales.
El Dr. Soto realizó la presentación del proyecto mundial “HIJOS DE LA MADRE TIERRA”, por lo cual señaló:
«El mismo enmarca una serie de iniciativas, campañas y acciones en el campo legal y educativo, con el objetivo principal de reconocer como un ser vivo a la Madre Tierra, sobre la base de los postulados ancestrales, científicos y humanísticos que respaldan esta concepción:
Es aquí y ahora, pactando un compromiso entre los que conforman la CONFEDERACIÓN PARLAMENTARIA DE LAS AMÉRICAS, enmarcado en las directrices siguientes:
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Reconocer que la Madre Tierra es un ser viviente, y que como tal tiene derechos que deben ser protegidos y preservados. Esos derechos ya están inmersos en la Carta Mundial de la Naturaleza, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 37/7 del 28 de octubre de 1982. La defensa de los derechos de la Madre Tierra, deben tener el mismo valor vinculatorio que actualmente se le ha conferido a los Derechos Humanos, y por tanto, se debe impulsar su inserción en las Cartas Constitucionales de los respectivos países, y en sus leyes secundarias.
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Promover la adhesión, mediante la firma y ratificación, a la Carta Mundial de la Naturaleza aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 37/7 del 28 de octubre de 1982. (Si aún no lo han hecho sus respectivos gobiernos).
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Ordenar una revisión interna de la legislación ambiental de su país, para determinar si la misma cumple con los objetivos de establecer políticas públicas para revertir o al menos detener, la degradación de los ecosistemas, de la geósfera, biósfera, atmósfera, hidrósfera y demás problemática colateral.
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Independientemente de la propuesta que viene impulsando la Embajada Mundial de Activistas por la Paz para convertir al Ecocidio en el quinto delito competencia de la Corte Penal Internacional, y proceder a la tipificación correspondiente de ese delito en sus propias legislaciones penales nacionales; es necesaria la revisión de los instrumentos legales internos, y particularmente de la codificación penal federal, para la configuración de los delitos por daños a la naturaleza. Si no existen, proceder a incorporarlos; para que, además de perseguir la reparación del daño, sean sancionados severamente los responsables. Además, impulsar los cambios que sean necesarios en el ámbito legislativo, para que en los sistemas de procuración y administración de Justicia se instrumente la creación de las Fiscalías y Observatorios ciudadanos especializados en la investigación y persecución de los delitos ambientales, donde aún no existan; así como la instauración en el ámbito judicial, de los Juzgados también especializados, encargados de administrar Justicia por los atentados que sufra la Madre Tierra. En este mismo orden, se propone, en el ámbito regional, la creación de una CORTE DE LAS AMÉRICAS PARA ASUNTOS DE LA MADRE TIERRA, especializada en el enjuiciamiento y sanción de los delitos contra la Madre Tierra en el territorio de las Américas.
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Unificar toda la legislación ambiental que existe en el ámbito internacional, a partir de los diversos tratados bilaterales y multilaterales que en materia de protección y preservación del medio ambiente y los recursos naturales, han sido aprobados y ratificados por cada uno de sus países; y proceder a adaptar esos tratados en la legislación interna, en las respectivas Constituciones y leyes secundarias.
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Establecer programas educativos y de comunicación en el tema ambiental, de manera obligatoria y de tipo transversal, en los sistemas educativos formales e informales, en los medios de comunicación públicos y privados, en las familias, comunidades, las empresas y organismos públicos, para la promoción y formación de la ciudadanía verde sustentable, a fin de que las nuevas generaciones crezcan con la conciencia del reconocimiento de nuestra Madre Tierra como un ser vivo, y el compromiso cívico de defender sus derechos, de proteger todo lo que la conforma y hacer buen uso de sus recursos de manera armónica y sustentable.
En resumen, proponemos la aprobación de un Pacto Parlamentario de las Américas con las directrices que han sido fijadas en los seis puntos anteriores, para que se establezca un compromiso firme de los legisladores presentes para trabajar en el cumplimiento de esos objetivos, contando con el respaldo de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz para la preparación de los proyectos de ley o iniciativas correspondientes».
Concluida la presentación, la propuesta fue acogida y debatida por algunos parlamentarios. Esta iniciativa será presentada también durante la Asamblea General de COPA en México.
(Lea el discurso completo del Dr. William Soto Santiago durante el evento)