Lcda. Gabriela Lara | Lanzamiento de proyectos de la EMAP en Paraguay
Honorable Presidente del Congreso Nacional del Paraguay, senador Blas Antonio Llano; y en su nombre, a todos los miembros de la mesa del presidium, muy buenos días.
Es un honor para mí, en nombre de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, presentarles el fruto de un trabajo realizado por casi tres años de manera formal, pero antecedido por toda la trayectoria humanística y social del Embajador Mundial, Dr. William Soto Santiago, quien es el visionario y promotor de las campañas y proyectos de nuestra organización.
La Embajada Mundial de Activistas por la Paz tiene como fundamento el reconocimiento y la defensa de la dignidad de las personas, los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana y de la Tierra, tal como lo señala la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Carta de la Tierra, para así luchar por el establecimiento de la libertad, justicia, la paz y la felicidad de los seres humanos.
Para cumplir con nuestra misión y visión, la institución: la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, diseña y promueve proyectos y campañas orientadas a la educación y formación de la conciencia ciudadana, del ser humano integral y de los pueblos del mundo.
De nuestros proyectos en desarrollo activo, voy a presentarles: “Educar para Recordar”, y el proyecto “En la Sangre está la Vida - Donando la savia de la vida”.
“Educar para Recordar” reúne iniciativas, proyectos de ley, programas y campañas orientadas a la educación en Derechos Humanos, y el fortalecimiento de los principios y valores universales, sobre la base de la recordación y análisis de hechos históricos que dieron el fundamento para delinear todo el sistema jurídico universal y propio de los países, para la defensa de la dignidad del ser humano.
Con respecto al proyecto de ley “El Holocausto, paradigma del genocidio - Educar para Recordar”, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz se fundamenta en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la cual señala que “la educación es el punto de partida para la construcción de la paz y el fomento de los principios de dignidad, igualdad, libertad y respeto mutuo entre todos los miembros de la familia humana”.
También en la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, conocida como el Pacto de San José, en el cual los Estados “tienen la obligación de formular políticas públicas, planes, programas o proyectos dirigidos a proteger los Derechos Humanos y a evitar toda forma de discriminación”.
Este proyecto educativo acerca de la enseñanza del Holocausto como paradigma del genocidio, y como herramienta para prevenir toda forma de discriminación, reconoce el carácter pluriétnico, cultural y religioso de las naciones, y la autonomía de los pueblos, así como la diversidad de su tejido social.
La educación con valores es uno de los instrumentos claves para evitar que un nuevo genocidio se repita. Como bien nos mencionaba el Dr. Soto: “Se puede educar para la paz o para la guerra”.
Muchos de ustedes se preguntarán: “¿Y por qué estudiar específicamente el Holocausto como paradigma del genocidio?” Una de las razones por las cuales se debe enseñar acerca del Holocausto, es que este crimen internacional trajo consigo lecciones del pasado que tienen enseñanzas vivas para las presentes y futuras generaciones; hechos, que aunque hayan acontecido en otro continente, permitirán a los estudiantes aprender acerca de las consecuencias de la intolerancia, el odio, la discriminación, los prejuicios, los estereotipos, la violencia, la falta de respeto por la vida y la dignidad humana; factores que provocaron el Holocausto, y que a pesar del tiempo transcurrido podemos ver que son los mismos factores que en nuestros países latinoamericanos han desencadenado una serie de problemáticas sociales.
El ser humano físicamente es el mismo desde hace 500 años; lo que cambia, según va pasando el tiempo, es el nivel de conocimiento; y el conocimiento se adquiere por medio de la educación.
Considerando lo anterior, y estando conscientes de la importancia de la educación en la formación y la democratización de la sociedad, se somete a la consideración de ustedes, honorables congresistas, el proyecto de ley: “El Holocausto, paradigma del genocidio - Educar para Recordar”.
Por otra parte, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz ha encontrado en la donación voluntaria y habitual de sangre segura, uno de los mecanismos apropiados para que se ponga en práctica el principio universal del amor y de los valores universales del ser humano, con el fin de alcanzar el anhelo común de los habitantes del planeta Tierra: vivir en paz y en plena felicidad como familia humana.
Por esa razón, desde el año 2013 la Embajada Mundial de Activistas por la Paz está ejecutando uno de los proyectos del Dr. William Soto Santiago: “En la Sangre está la Vida”, cuyo objetivo principal es contribuir con los pueblos y naciones en la formación de una cultura de donación voluntaria y habitual de sangre, incrementando así la participación activa y eficaz de la ciudadanía en este acto altruista, consagrado en el cumplimiento de los Derechos Humanos y humanitarios.
Para lograrlo, el proyecto consta de tres grandes áreas: un programa educativo comunicacional dirigido a los ciudadanos y ciudadanas de los Estados, para contribuir a la formación de dicha cultura en los diferentes países; la realización de maratones internacionales y jornadas de donación de sangre a nivel nacional, de donación de sangre segura; y la promoción de un proyecto de ley en las naciones, para el fomento de una cultura de donación voluntaria y habitual de sangre.
Este proyecto de ley, el cual también presentamos en el día de hoy, está fundamentado en principios y antecedentes científicos, médicos y legales de carácter internacional y nacional, los cuales justifican adecuadamente la pertinencia de la promulgación de este presente proyecto en la República del Paraguay.
El acto voluntario y habitual de donación de sangre segura es un asunto de orden público e interés nacional, toda vez que la sangre es un tejido vital que no puede ser sintetizado, y que su fuente de obtención se encuentra limitada a personas sanas en un rango de edad preestablecido.
Promocionar este tipo de donación, con el objetivo principal de mantener abastecidos los bancos de sangre distribuidos a lo largo del territorio de la República de Paraguay, para suplir las necesidades de los habitantes de dicho territorio, constituye un deber del Estado paraguayo como un mecanismo garante de la protección del derecho a la vida y a la salud de su población.
Honorables congresistas de la República del Paraguay, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y el Dr. William Soto Santiago, colocan en sus manos estos dos proyectos de ley para su evaluación, y con la esperanza que ustedes se constituyan en un país de avanzada, de progreso, y orientado a la visión de una nueva concepción del ciudadano y ciudadana del pueblo paraguayo, y del mundo, cuyo camino y fin es el respeto a la dignidad humana, la paz y la felicidad plena de la familia humana.
Muchas gracias.