“Holocausto y memoria de los silencios históricos” - Dra. Yolanda Parra
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Buenos días a todos y a todas, me corresponde casualmente la única mujer en la mesa, cerrar la serie de ponencias y como mujer no puedo pasar por alto la fecha histórica a la cual han hecho referencia los anteriores expositores.
Es decir, la jornada instituida por la ONU como lucha de la eliminación de la violencia contra la mujer. Tampoco puedo pasar por alto un genocidio histórico en un periodo oscuro de la historia conocido como inquisición, donde mujeres fueron quemadas y la palabra holocausto quiere decir exactamente: todos quemados.
En ese periodo oscuro de la historia, donde los cuerpos fueron reducidos a números, como en todos los holocaustos, como en todos los genocidios, fueron quemadas bibliotecas enteras, de la sabiduría ancestral de la mujer. Entonces que sea esta la ocasión para hacer memoria de ese genocidio, de ese feminicidio y para rendirle homenaje a las mujeres víctimas también en ciudad Juárez, un feminicidio que también en México aún no ha tenido respuestas.
Que sea la ocasión, para rendir homenaje a las miles de mujeres víctimas en todos los lugares diferentes del mundo. La voz de las mujeres es, que las mujeres estamos cansadas de parir hijos para la guerra; la voz de las mujeres en un grupo de mujeres en Soacha, es que la educación tiene que lograr ese fin concreto de que la mujer le pierda el miedo a la violencia del hombre, pero que también los hombres pierdan el miedo a la mujer sin miedo, porque la interculturalidad y entonces para conectarme con la exposición del Dr. Villa, interculturalidad y género es un debate al orden del día.
La paz se construye con y desde la participación de mujeres y hombres y entonces hay que tomar distancia también del feminismo radical, donde se llevan a cabo iniciativas y manifestaciones por el derecho de las mujeres, pero alejadas del camino acompasado de los hombres.
Y entonces, si vamos a hablar de interculturalidades este camino se construye con pasos acompasados, donde los principios de complementariedad y relacionalidad que son bases fundantes del pensamiento indígena, con los cuales he tenido la oportunidad caminar y los cuales se han constituido en mis grandes maestros, líderes espirituales de muchos pueblos, que han enriquecido mi conocimiento más allá de los libros.
Y entonces, desde ese principio de complementariedad y relacionalidad y reciprocidad que ésta reflexión se ocupa del cuerpo y en este caso del cuerpo memoria, cuerpo mujer, cuerpos que a lo largo de la historia han sido reducidos a números, a estadísticas, a informes. Pero que son cuerpos portadores de la memoria colectiva de los pueblos, cuerpos que han nutrido desde la oralidad, la historia de la humanidad, narrando para recordar y recordando para no olvidar.
Entonces, esa espacialidad del territorio cuerpo, que va tejiendo y que tiene que ver con lo que el Dr Wilder nos hablaba, de la palabra, el territorio y la memoria. Una memoria colectiva que habla de un nosotros, no de un… y que entonces retomo de la enseñanza de los pueblos sanguíneos la palabra Jiwasa, que en aymara quiere decir: nosotros y que eso es el primer pronombre que se enseña y no el yo occidental.
Y entonces esa construcción del territorio de la memoria, del cuerpo y de la palabra, me han permitido tejer una base conceptual de una matriz, territorio, cuerpo y memoria, donde los escenarios pedagógicos desde la paz se puedan materializar, tejiendo la dimensión espiritual, la dimensión cognitiva, la dimensión productiva y la dimensión política de las criaturas humanas; pero una matriz cuerpo, memoria donde se puedan conectar a las memorias de la tierra, con las memoria de la humanidad, aquello que el biólogo Mexicano Víctor Toledo llama Topoconciencia y Cronoconciencia; es decir, nuestro ser y estar como cuerpos, como memoria en un tiempo y en un espacio.
Entonces desde esa construcción del territorio cuerpo, memoria como un sujeto jurídico, un sujeto pedagógico, un sujeto social, un sujeto económico y un sujeto político, la propuesta es: que los cuerpos, no pueden seguir siendo números y que una interculturalidad tiene que dar cuenta de la relación, con la naturaleza donde los semejantes míos y el otro no incluye la criatura humana porque eso es antropocentrismo, sino que tiene que incluir los seres vivos (como ya lo decía en Dr. Wilder), en la cosmovisión de los pueblos.
Y entonces, en memoria de ese saber ancestral concluyo esta reflexión, desde mi orilla de mujer y desde mi condición de mujer, con un legado de la espiritualidad indígena al pueblo muisca, con este bonito relato que habla de sueño como elemento pedagógico de la tradición de los saberes ancestrales.
Muysua en lengua muisca, quiere decir sueño y es el relato en lenguaje lírico de una mujer indígena que recuerda y recordando sueña.
“Abuela, abuela del agua, que esconde ese secreto antiguo secreto, antigua curandera, tú qué has atravesado la ruta de la dificultad y la ruta de la serenidad en esta encrucijada escúchame”.
Gracias.
Moderador
Bueno agradecer a todos los asistentes a nuestros exponentes, a las personalidades públicas y privadas que nos acompañaron, teníamos en la programación un ciclo de preguntas, pero por el tiempo vamos a omitirla; sin embargo, varios de nuestros asistentes ya pudieron escribir en un papelito sus impresiones sobre el evento y hay uno que resume de manera clara todo lo que ha sido esta importante jornada.
La reflexión la hace Anastasia García Epiayu del municipio de Uribia: “Excelente en su tema sobre lo humanístico. Yo como mujer Wayúu, pienso que nosotras las mujeres en forma general somos pacificadoras y nuestros hijos serán hombres de bien para la humanidad”.
Esa en una reflexión que hace unas de nuestras indígenas wayúu, está presente y ha estado en toda la jornada y estoy segura que cada uno de ustedes también comparten ese pensamiento que como seres humanos, hombres y mujeres vamos a seguir haciendo el trabajo y emulando en su medida y espacio lo que está haciendo el Embajador Mundial por la Paz el Dr. William Soto Santiago, a quien le agradecemos en el nombre de todos los guajiros y guajiras por haber estado aquí acompañándonos a cada uno de los ponentes, trayéndonos estos conocimientos, este conocimiento de la historia que es importante para el futuro que queremos todos, un futuro de paz.
Les acompañó Primeria Barros Pimienta en la presentación esta tarde y agradecerles nuevamente a ustedes por haber aceptado la invitación que hizo la Universidad de la Guajira y la Embajada Mundial de los Activistas de la Paz. Muchas gracias, feliz tarde.
Por supuesto, les agradecemos que esperen unos minutos para poder deleitarnos con una muestra cultural que viene de parte de la Universidad de la Guajira, el grupo de danzas para conocer también un poco de lo que es nuestra cultura: "El baile de la Yonna".
[Presentación de Danzas Culturales]