Dr. William Soto | La Igualdad: un Derecho Fundamental
16 de febrero de 2009
Pereira, Risaralda, Colombia
Reciban un cordial saludo todas las autoridades civiles, eclesiásticas y militares, representantes de las entidades académicas, así como también los representantes de todas las comunidades indígenas y miembros de la comunidad en general, asistentes a este importante evento: LA IGUALDAD: UN DERECHO FUNDAMENTAL, organizado por AMISRAEL, el cual se está llevando a cabo en la ciudad de Pereira, departamento de Risaralda, República de Colombia.
En los tiempos difíciles por los cuales está atravesando la familia humana, donde vemos el surgimiento de conflictos originados por diferencias políticas, religiosas, raciales, culturales, sociales y de diversa índole, encontramos que los grupos más vulnerables son los más débiles, los más desprotegidos, y —generalmente— aquellos que sin hacer parte de una confrontación, por las circunstancias mismas de estos conflictos resultan involucrados forzosamente, pagando el precio más alto en vidas humanas, en grandes desplazamientos poblacionales, en los cuales son obligados a abandonar su hábitat natural: el campo, que generaba su sustento diario y su razón de ser, y ahora se encuentran formando los cinturones de miseria en las grandes ciudades con todos los sufrimientos que esta nueva forma de vida les impone, la cual no es la deseada.
Es en medio de estas circunstancias en donde nuestra voz se debe dejar sentir de una manera fuerte y sin distingos de ninguna índole en contra de la humillación de los derechos fundamentales del ser humano, y en especial el derecho a la igualdad.
Es necesario entender que a pesar de las diferencias de raza, de credo religioso, de simpatías políticas o de circunstancias sociales, todos los seres humanos integrantes de una comunidad tenemos igualdad en la aplicación de los derechos que contemplan la Constitución Política y las leyes de cada nación.
Así como el juzgar la obligación de una ley, a todos los ciudadanos se les debe juzgar de la misma manera y con la misma severidad, y cualquier excepción sólo es posible si la contemplan las mismas leyes; de la misma manera lo debe ser la aplicación de todos los derechos contemplados por las leyes: el derecho a la vida, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la educación, el derecho al trabajo, el derecho a acceder a los servicios de salud, el derecho o los derechos de los niños, los derechos de la mujer, y en general todos los derechos son de obligatorio cumplimiento, y deben ser otorgados en igualdad de condiciones para todos los ciudadanos.
Cada miembro de la sociedad está llamado a vigilar y actuar en contra de la negación de los derechos fundamentales del ser humano. No podemos permanecer indiferentes, pues la indiferencia nos hace cómplices.
La enseñanza bíblica del gran maestro Jesús: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” debe resonar en el corazón y en la mente de cada individuo en todo momento; y, especialmente, cuando en cualquier circunstancia cometen una violación de los derechos de un semejante.
Que este evento: “La Igualdad: Un derecho fundamental”, produzca excelentes resultados en beneficio de la sociedad colombiana y sea de gran aporte para alcanzar la igualdad de todos los derechos fundamentales para cada ciudadano.
Muchas gracias