Dr. William Soto | “EL COMPROMISO DE LA HUMANIDAD CON LOS DERECHOS DE NUESTRA MADRE TIERRA”

Dr. William Soto | “EL COMPROMISO DE LA HUMANIDAD CON LOS DERECHOS DE NUESTRA MADRE TIERRA”

Buenos días a todos los honorables representantes de los parlamentos en la vigésima cuarta REUNIÓN DEL COMITÉ EJECUTIVO  de la CONFEDERACIÓN PARLAMENTARIA DE LAS AMÉRICAS, del COMITÉ EJECUTIVO DE LA RED DE MUJERES PARLAMENTARIAS y la REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO SOSTENIBLE. Mis felicitaciones por esta  organización que reúne a los Congresos y las Asambleas Parlamentarias de los Estados unitarios, federales, federados y asociados, los Parlamentos Regionales y las Organizaciones Interparlamentarias de las Américas.

En nombre de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, agradezco la oportunidad que me dan de participar en estas reuniones tan importantes, ya que en este recinto se encuentran personas que se esfuerzan por desempeñar de manera idónea la gran responsabilidad de cuidar los intereses, de canalizar la solución de las problemáticas y de orientar el crecimiento y desarrollo social y económico de las naciones que representan.

Quiero comenzar esta intervención con una frase proveniente de la sabiduría de los nativos o pueblos originarios de Norteamérica, y que se la atribuye al Jefe Pontiac de la Tribu de los Otawa:

“Cuando la sangre de tus venas retorne al mar,

y el polvo en tus huesos vuelva al suelo,

quizás recuerdes que esta tierra

no te pertenece a ti,

sino que TÚ perteneces a esta tierra.”

Conservando esta frase en nuestras mentes, les pido, por favor, que observen las imágenes que les presentaré a continuación. Las mismas están acompañadas con sonidos captados por las sondas gemelas RBSP en el año 2012, con las cuales la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA, por sus siglas en inglés, ha confirmado científicamente que nuestra Madre Tierra habla.

En el año 2012, la NASA divulgó la mejor imagen de nuestra Madre Tierra tomada hasta los momentos:

La imagen de la izquierda nos muestra una fotografía de nuestra Madre Tierra, tomada desde el espacio en el año 1978. A la derecha nos muestran una fotografía del año 2012.  Podemos ver como en apenas 34 años, el territorio de Norteamérica ha sufrido una fuerte  degradación.

Continuemos observando una pequeña muestra de los daños que la humanidad le ha causado a nuestra Madre Tierra.

CANCÚN, MÉXICO – 1979 y 2009: El crecimiento acelerado de la población urbana en Cancún, México, así como la desmedida cantidad de  agua contaminada que desemboca en la costa mexicana, entre otras cosas, ha significado una pérdida de la biodiversidad de esa zona.

RONDONIA, BRASIL – 1975 – 2009: La imagen nos muestra el estado de Rondonia, en el oeste de Brasil, una de las zonas más deforestadas de la Amazonia Suramericana.

ALBERTA, CANADÁ – 2000 – 2007: Se observa el deterioro causado por el crecimiento de la minería de arenas petrolíferas a orillas del río Athabasca, durante la década de 2000.

UTAH, ESTADOS UNIDOS - 2000 – 2007: El río Colorado se inicia en las Montañas Rocosas y fluye a través del suroeste de Estados Unidos. El complejo sistema de presas y embalses construidos para surtir de agua a Las Vegas y otras ciudades, han modificado drásticamente el ecosistema de esta región y casi absorbido el cause de agua de este río.

LA MADRE TIERRA TIENE VIDA.

LA MADRE TIERRA ES UN SER VIVO.

Esto no es un concepto nuevo. Nuestros pueblos originarios, y nativos en los diferentes continentes así lo consideran, y por ello la cuidan, la protegen, la respetan y la honran.

Gea, Gaia, Rangi, Iriria, Pachamama, Tara, Bura-Bura… Así la llamaban nuestros ancestros, y en la actualidad los pueblos originarios aun nombran de esta manera a nuestra Madre Tierra. Entonces, ¿Por qué grandes sectores de la humanidad no la consideran así?

LA MADRE TIERRA NACIÓ LIBRE, los seres humanos no la creamos, nosotros fuimos creados por ella. Por eso estamos llamados a comportarnos fraternalmente con nuestra Madre Tierra y con los demás  seres vivos. Pero en vez de cuidarla como nuestra fuente de vida, nos hemos dedicado a dañarla, a destruirla, sin darnos cuenta de que nos  estamos destruyendo a nosotros mismos. Por eso insistimos en que NUESTRA MADRE TIERRA ES UN SER VIVO que como tal, debe ser protegido.

Grandes comunidades y expertos científicos han presentado estudios, teorías e hipótesis que consideran a nuestra Madre Tierra como un organismo viviente, capaz de autoregularse. Cabe destacar la HIPÓTESIS o TEORÍA DE GAIA, cuyo precursor es el químico, investigador y científico británico James Lovelock, codesarrollada por la bióloga Lynn Margullis desde el año 1969. Luego de cuatro convenciones mundiales sobre esta hipótesis, en el año 2001, más de mil científicos provenientes de 100 países, pertenecientes a varios Programas Mundiales de Investigaciones Científicas, en un evento auspiciado por la Organización de Naciones Unidas, aprobaron y firmaron la Declaración de Amsterdam sobre el Cambio Global, en donde respaldan estas teorías científicas.

Sobre esta base, en el año 2009 la ONU aprobó la resolución 63/278 en la cual reconocen que la Madre Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar, y que existe una interdependencia entre los seres humanos, las otras especies y ella misma, declarando así el DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA.

Tomando en cuenta los postulados ancestrales, científicos y humanísticos, se hace necesario el reconocimiento mundial de la Madre Tierra como el ser vivo que da origen a todo lo que en ella se desarrolla. Y al considerársele un ser vivo, es un sujeto de derechos que todos los seres humanos debemos respetar.  La Madre Tierra y todos sus hijos, incluyendo a la especie humana, tenemos el derecho inalienable a la vida y a vivir en paz.

Desde 1972 diferentes organizaciones sociales luchan por este reconocimiento y han tenido grandes avances en este propósito.

En 1982 la ONU aprobó la CARTA MUNDIAL DE LA NATURALEZA.

En 1992 se realizó la DECLARACIÓN DE RIO, SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO, que declara “la naturaleza integral e interdependiente de la Tierra, nuestro hogar.”

En el año 2000, gracias a la participación destacada de intelectuales, académicos y la sociedad civil, fue aprobada la CARTA DE LA TIERRA, la cual exhorta al “respeto y cuidado de la vida en toda su diversidad con entendimiento, compasión y amor.”

En el año 2009 la ONU aprobó la resolución 64/196 en la que  se propone a la humanidad a trabajar por la “promoción de la vida en armonía con la naturaleza, y a que hagan llegar al secretario general sus visiones, experiencias y propuestas al respecto.”

En el año 2010, en el marco de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático, organizaciones sociales de 197 países trabajaron y aprobaron el PROYECTO DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LA MADRE TIERRA, en Cochabamba, Bolivia. Este proyecto fue presentado en la COP Cancún 2010 y en la Cumbre de Río 2012, pero el mismo no ha tenido continuidad y promoción mundial.

Entonces ¿Qué esperamos los pueblos del mundo, y en especial de las Américas, para reconocer, respetar y proteger los Derechos de nuestra Madre Tierra? Ella, así como tiene vida, tiene sus propios ciclos y leyes naturales. Lo paradójico es que la Madre Tierra ha estado sometida a las decisiones o acciones inescrupulosas de los seres humanos, debiendo ser nosotros los llamados a sujetarnos a esas leyes, pues la Madre Tierra existió primero y el ser humano proviene de ella.

Como ustedes bien lo saben, algunos países de las Américas han dado un paso adelante en ese sentido, como Ecuador que en su Constitución Política reconoce los derechos de la naturaleza o Pachamama, y Bolivia que promulgó la “Ley de Derechos de la Madre Tierra”.

En las constituciones y legislaciones ambientales del continente americano se reconoce la importancia de proteger al medio ambiente, pero no reconocen a la Madre Tierra como un ser vivo que da sustento a las demás especies, sino como un bien a proteger.     

Por eso, como un aporte de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz,  PARA QUE USTEDES, PARLAMENTARIOS DE LAS AMÉRICAS, puedan llevar a sus respectivos países, le den seguimiento a la propuesta anterior, y procedan a impulsar las respectivas iniciativas de ley que hagan efectivos esos cambios Constitucionales y ajustes legales; les presentamos la definición legal que propone nuestra institución de lo que significa la MADRE TIERRA COMO SER VIVO:

“Llamamos Madre Tierra al planeta del cual fuimos creados, al igual que las múltiples formas que comprenden su biósfera, atmósfera, biodiversidad y sus ecosistemas; de la cual dependemos porque nos provee un hogar, alimentos, medicinas y los recursos para trabajar y satisfacer todo lo que necesitamos. Es un ser vivo, que transmite vida a todos los procesos ecológicos y los sistemas esenciales para la supervivencia de todas las especies, incluido el ser humano; tiene sus propios ciclos y leyes naturales que deben ser respetados, guardados y protegidos para el sustento y mantenimiento de la vida en la Madre Tierra.”

Todos tenemos una madre que nos trajo a este mundo, a quien respetamos, protegemos y agradecemos por darnos la vida.  Así mismo tenemos a nuestra Madre Tierra. Nuestro cuerpo físico proviene de su polvo; ella nos da un hogar, nos provee todo lo que necesitamos para subsistir: el agua, el aire que respiramos, el alimento para vivir, medicina, y hasta los recursos para trabajar y desarrollar nuestra economía. Por tal razón debemos también respetarla, protegerla, cuidarla, porque de ella depende la conservación de todos los seres vivos que la habitamos.

Infortunadamente, muchos de los pueblos de la tierra han ignorado su origen, lo que somos, a quién debemos la existencia y el sustento. Nuestra Madre Tierra nos está dando señales, nos está hablando, nos está diciendo que ha sido esclavizada, abusada, ignorada y está enferma.

Una gran parte de los seres humanos tienen un comportamiento de ingratitud hacia su Madre Tierra, pues en vez de cuidarla como su fuente de vida, se ha dedicado a dañarla; mientras que nuestra Madre Tierra reconoce el derecho del ser humano a existir y contribuye a la preservación de nuestra existencia.

La idea central a destacar aquí es que los seres humanos somos dependientes de nuestra Madre Tierra. No podemos pretender vivir aislados. Es más, gran parte de la humanidad ha puesto sus intereses personales por encima de los intereses de los demás seres vivos, y al actuar de esta manera atenta no sólo contra sus derechos, sino también  contra los derechos fundamentales de las futuras generaciones. 

Por esta razón, estamos llamados a reconectarnos con nuestra Madre Tierra y a establecer las bases equilibradas que permitan un futuro sustentable donde se reconozca la interrelación entre los derechos fundamentales del ser humano y los derechos fundamentales de la Madre Tierra y sus demás hijos. 

Tomando en cuenta estos antecedentes de la historia reciente, en la EMBAJADA MUNDIAL DE ACTIVISTAS POR LA PAZ PROPONEMOS que los Estados y Naciones de las Américas, reconozcan que nuestra MADRE TIERRA ES UN SER VIVO del cual depende nuestra vida, y que como tal, tiene derechos que deben ser reconocidos, respetados, protegidos y preservados; y si del reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra depende nuestra existencia, esos derechos deben tener la misma fuerza vinculante que actualmente tienen los derechos humanos. Por tanto, debe impulsarse su inserción en las Cartas Constitucionales de los respectivos países, y en sus leyes secundarias.

Para el éxito de esta propuesta, se pueden seguir las directrices siguientes:

        1. Consagrar a nivel Constitucional el reconocimiento expreso de los Derechos de la Madre Tierra, bajo la categoría de derechos fundamentales; y la obligación que tienen las autoridades en el ámbito de su competencia, de promoverlos, respetarlos, protegerlos y preservarlos. Estableciendo los mecanismos de protección y defensa de los derechos de la Madre Tierra.

        2. Expedir una ley secundaria o reglamentaria de la disposición constitucional anterior, en la que se reconozcan y precisen cada uno de los derechos de la Madre Tierra; y se establezcan los mecanismos para su protección y defensa. Además de ser tipificados los delitos que se puedan cometer al violar esos derechos, las sanciones aplicables y los procedimientos para la investigación, enjuiciamiento y castigo de los responsables.

El ser humano fue colocado para guiar, respetar, guardar y proteger a nuestra Madre Tierra; para ser guardián de la geósfera, la biósfera, la hidrósfera y todos sus ecosistemas. Si hablamos en términos jurídicos, el ser humano viene a ser el guardian legal o tutor legal de la Madre Tierra, y por consiguiente, tiene la obligación fiduciaria y obligación de cuidado de la misma, así como de todas las especies que habitan en ella.

Aunque desde el año 1972 se han venido celebrando  Conferencias y cumbres mundiales, con la intención de crear en los pueblos y naciones del mundo una nueva conciencia ecológica y modelo educativo para prevenir y encontrar soluciones a los problemas ambientales que ponen en peligro la sustentabilidad del planeta, estas medidas no han sido lo suficientes para detener las graves consecuencias del maltrato a nuestra Madre Tierra.

Los temas centrales de las mismas han sido el cambio climático, la degradación del suelo, el deterioro de los litorales y de los océanos,  los residuos tóxicos de tipo químico y desechos nucleares, la contaminación de la tierra, el agua y el aire, el deterioro de la calidad de vida de las personas y desprotección de los pueblos aborígenes.

Durante más de cuarenta años se mantiene el debate mundial sobre la problemática del cambio climático y el desarrollo sostenible. Ambas cuestiones se han convertido en un problema principal para todos, de cara al futuro, para lograr el ansiado equilibrio de producir industrialmente sin afectar el medio ambiente.

Hace falta un esfuerzo mayor de la Comunidad Mundial para alcanzar acuerdos más eficaces en materia de cooperación destinados a proteger y salvaguardar el equilibrio y la calidad de vida en nuestra Madre Tierra.

Los problemas que padece la Madre Tierra no comprometen a un solo Estado, sino al concierto de naciones; por eso mi llamado es a la  Solidaridad Internacional. Es tiempo de que las Naciones establezcan un firme compromiso e instrumenten en el ámbito del Derecho Internacional, los mecanismos de protección y efectivo respeto a los Derechos de nuestra Madre Tierra; que no pueden quedar subordinados exclusivamente a las jurisdicciones nacionales, porque estos derechos tienen la jerarquía de universalidad, y por tanto su reconocimiento y afirmación constituyen la única base sólida del bien común internacional fundado en el imperio del derecho.

La implementación de acciones en pro de la defensa de los Derechos de la Tierra, no solamente compete a los Estados, actuando de manera soberana en el marco de su jurisdicción interna, sino que también es una tarea legítima de la comunidad internacional, porque su preservación nos interesa a todos.

Es por estas razones que la Embajada Mundial de Activistas por la Paz se suma a la labor que han venido impulsando ya desde hace varios años, tanto organizaciones de la sociedad civil, organismos gubernamentales y regímenes internacionales, la Organización de las Naciones Unidas, y de manera especial la Comisión de la ONU en materia de Derecho Internacional, que por lo menos desde finales del siglo 20, venía  preparando la aprobación de un Código de Crímenes contra la Paz y la Humanidad, incluyendo entre éstos, los daños intencionales y graves causados al medio ambiente.

Como bien cita en su página oficial la organización internacional FIN DEL ECOCIDIO EN LA TIERRA, que lucha por eliminar el Ecocidio: “La Madre Tierra sufre por la sociedad industrializada moderna y globalizada, lo que resulta en extinción masiva de especies y cambio climático poniendo en peligro la supervivencia de las generaciones futuras. Para mantener la biodiversidad y la salud de las generaciones futuras, necesitamos una nueva definición de bienestar y prosperidad para todas las formas de vida dentro de los límites y en el reconocimiento de los Derechos de la Naturaleza. Y requiere un marco jurídico internacional para proteger esos derechos de corporaciones codiciosas.”

Es necesario concientizar a la humanidad y particularmente a las autoridades internacionales, los daños causados a la Madre Tierra son problemas globales que requieren soluciones en el ámbito mundial. En este marco, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz promueve a la par de otras organizaciones internacionales, la tipificación de un Delito de orden nacional e internacional como es el ECOCIDIO para que se convierta en el Quinto Delito competencia de la Corte Penal Internacional. El ECOCIDIO también debe ser tipificado en las legislaciones nacionales; a fin de responder al reto de frenar la impunidad de los delitos en contra de la Madre Tierra y perseguir a quienes la destruyen, a quienes están socavando los fundamentos de la Sociedad Mundial y ponen en riesgo la existencia en la Madre Tierra.

El ECOCIDIO ha sido profusamente descrito y discutido en muchas instancias. Desde el año 1970, el concepto de ECOCIDIO como un crimen internacional se proclamó en una conferencia realizada en Washignton, y fue presentado por Arthur Galston. En 1972,  en diferentes conferencias y convenciones internacionales sobre el tema,  llevó a la luz pública el uso de armas químicas en la Guerra de Vietnam, considerándolo un ECOCIDIO.

Richard Falk y Robert Jay en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Ecocidio de Guerra, en 1973, redactaron un convenio para declarar y reconocer explícitamente “que el hombre consciente e inconscientemente ha causado daños irreparables al medio ambiente en tiempos de guerra y la paz .”

En 1996, el abogado canadiense / australiano Mark Gray publicó su Propuesta de 1988 por un delito internacional de ECOCIDIO, basada en el derecho internacional de los derechos humanos y ambientales establecidos. Es más, el ECOCIDIO fue discutido por la Comisión de Derecho Internacional en el Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la humanidad, el cual posteriormente se convirtió en el ESTATUTO DE ROMA. Si bien el Estatuto de Roma codifica cuatro crímenes (genocidio, crímenes de guerra, crimenes contra la humanidad y crimenes de agresión) el ECOCIDIO se consideró en su momento pero fue excluido y quedó relegado como “delito contra el medio ambiente”.

En 2010, la abogada, experta en Derecho ambiental, Polly Higgins encabezó la iniciativa “Erradicando el Ecocidio” con el fin de hacer del mismo un delito, presentando una propuesta a la Comisión de Derecho de la ONU, y en 2012 en varios congresos y cumbres mundiales.

Tomando en consideración estas iniciativas, y basados en diferentes investigaciones y aportes de especialistas, a continuación procederé a presentarles el concepto que estaremos promoviendo desde la Embajada Mundial de Activistas por la Paz como ECOCIDIO:

“La destrucción o deterioro total o parcial de uno o varios de los ecosistemas que existen en cualquier región del planeta tierra; la caza y pesca indiscriminada que provoque o amenace la extinción de cualquier especie animal; la explotación más allá del uso razonable de suelos y que amenace o provoque su erosión o desforestación; así como la contaminación de las fuentes de vida de los seres vivos, como son el agua y el aire,  o cualquier otro daño grave que se cause al medio ambiente y a los recursos naturales de la madre tierra, que ponga en peligro a cualquier forma de vida, o amenace su extinción. Todos estos hechos mencionados, siempre que sean causados por la intervención de actividad humana, en forma intencional o por negligencia, de forma directa o indirecta.”

Esto es lo que busca la Embajada Mundial de Activistas por la Paz: Enfrentar el gran reto de defender a nuestra Madre Tierra de todos sus depredadores, mediante sensibilización, educación y acción, y también castigando a los responsables.

Lo que se pretende es dotar a la comunidad internacional de un instrumento jurídico que le permita hacer frente a las peores situaciones que escapan a las jurisdicciones nacionales. Proteger a la Madre Tierra, incluso mediante el derecho penal como último recurso, significa garantizar la supervivencia de la humanidad a largo plazo.

Sobre la base del reconocimiento universal de la Madre Tierra como un ser vivo y detener su deterioro, así como la tipificación del delito de ECOCIDIO, la Embajada Mundial de Activistas por la Paz está trabajando en diferentes campos de la sociedad; utilizando la educación como medio para concientizar a la humanidad, y en especial a nuestros niños y jóvenes, de la importancia de amar, cuidar, respetar, guardar, proteger y ayudar a la restauración de nuestra Madre Tierra. Es importante  establecer un equilibrio sustentable entre el uso de sus recursos, la protección y conservación de la Madre Tierra y todos sus hijos.

La Embajada Mundial de Activistas por la Paz está diseñando un PROGRAMA EDUCATIVO COMUNICACIONAL AMBIENTAL que tiene como objetivo principal promover la concienciación del reconocimiento de la Madre Tierra como un ser vivo, y como tal, sujeto de derechos, con miras a la formación de una ciudadanía verde sustentable en armonía con los elementos que la conforman. Este  Programa Educativo Comunicacional Ambiental busca fortalecer los valores y principios universales para la defensa de los derechos de nuestra Madre Tierra y de todo lo que la conforma, asegurando una forma de vida sostenible.

El programa educativo comunicacional ambiental para la defensa de nuestra madre tierra y la formación de una ciudadanía verde sustentable (PEC-TIERRA) se basa en cuatro pilares:

1. Fomentar los valores y principios universales para la convivencia armónica, pacífica y sustentable con nuestra Madre Tierra y todo aquello que la compone.

2. Promover los derechos de la Madre Tierra para que cada ciudadano se convierta en un “Guardián Universal Verde” (GUV)

3. Implementar el programa educativo comunicacional ambiental para la defensa de nuestra Madre Tierra y la formación de una ciudadanía verde sustentable (PEC-TIERRA) de La Embajada Mundial de Activistas por la Paz en todas las esferas de la familia humana.

4. Difundir a través de todos los medios una campaña comunicacional que sustente lo anteriormente expuesto, creada sobre la base de los fundamentos filosóficos y teóricos del PEC-TIERRA de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, la cual está dirigida a todo público y adaptable a la cultura de cada país.

Finalmente, les invito a todos ustedes a celebrar plenos de alegría la vida de nuestra Madre Tierra, en el día asignado por las Naciones Unidas para honrarla, el próximo 22 de abril. La Embajada Mundial de Activistas por la Paz estará celebrando con diferentes actividades en los países donde tenemos coordinaciones.

También los invitamos al Congreso Mundial de Ciudadanía Verde, hacia una cultura sustentable, que será realizado del 22 al 25 de septiembre de 2015 en Valencia, Venezuela, el cual está organizado por la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, la Fundación Internacional Vida Verde, entre otras organizaciones mundiales ambientalistas.

Únanse a nosotros y formemos parte de la generación que cambiará el curso de la historia humana y de nuestra Madre Tierra. Ustedes como Legisladores tienen una enorme responsabilidad, no sólo frente a la sociedad del país al cual representan; sino frente a los problemas globales que ahora aquejan a la humanidad, porque los daños  a nuestra Madre Tierra ya trascienden las fronteras de nuestros países,  amenazando la supervivencia de todos los seres vivos. Los invitamos a cambiar la historia hoy, mientras aún hay tiempo. Vamos a reconocer,  respetar, proteger y preservar los derechos de nuestra Madre Tierra.

Es aquí y ahora, pactando un compromiso entre los que conforman la CONFEDERACIÓN PARLAMENTARIA DE LAS AMÉRICAS enmarcado en las directrices siguientes:

1.   Reconocer que la Madre Tierra es un ser viviente, y que como tal tiene derechos que deben ser protegidos y preservados. Esos derechos ya están inmersos en la Carta Mundial de la Naturaleza, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 37/7 del 28 de octubre de 1982. La defensa de los Derechos de la Madre Tierra, deben tener el mismo valor vinculatorio que actualmente se le ha conferido a los Derechos Humanos, y por tanto, se debe impulsar su inserción en las Cartas Constitucionales de los respectivos países, y en sus leyes secundarias.

2.   Promover la adhesión, mediante la firma y ratificación, a la Carta Mundial de la Naturaleza aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 37/7 del 28 de octubre de 1982. (Si aún no lo han hecho sus respectivos gobiernos). 

3.   Ordenar una revisión interna de la Legislación ambiental de su país, para determinar si la misma cumple con los objetivos de establecer políticas públicas para revertir o al menos detener, la degradación de los ecosistemas, de la geósfera, biósfera, atmósfera, hidrósfera y demás problemática colateral.

4.   Independiente de la propuesta que viene impulsando la Embajada Mundial de Activistas por la Paz para convertir al Ecocidio en el Quinto Delito competencia de la Corte Penal Internacional, proceder a la tipificación correspondiente de ese Delito en sus propias legislaciones penales nacionales. Es necesaria la revisión de los instrumentos legales internos y particularmente de la codificación penal federal, para la configuración de los delitos por daños a la naturaleza. Si no existen, proceder a incorporarlos para que, además de perseguir la reparación del daño, sean sancionados severamente a los responsables. Además de impulsar los cambios que sean necesarios en el ámbito legislativo, para que en los sistemas de procuración y administración de Justicia se instrumente la creación de las Fiscalías y observatorios ciudadanos especializados en la investigación y persecución de los delitos ambientales, donde aún no existan; así como la instauración en el ámbito judicial, de los Juzgados también especializados, encargados de administrar Justicia por los atentados que sufra la Madre Tierra. En este mismo orden, se propone,  en el ámbito regional, la creación de una CORTE DE LAS AMERICAS PARA ASUNTOS DE LA MADRE TIERRA, especializada en el enjuiciamiento y sanción de los delitos contra la Madre Tierra en el territorio de las Américas.

5.   Unificar toda la legislación ambiental que existe en el ámbito internacional a  partir de los diversos tratados bilaterales y multilaterales que en materia de protección y preservación del medio ambiente y los recursos naturales han sido aprobados y ratificados por cada uno de sus países; y proceder a adaptar esos tratados en la legislación interna, en las respectivas Constituciones y leyes secundarias.

6.   Establecer programas educativos y de comunicación en el tema ambiental de manera obligatoria y de tipo transversal en los sistemas educativos formales e informales, en los medios de comunicación públicos y privados, en las familias, comunidades, las empresas y organismos públicos para la promoción y formación de la ciudadanía verde sustentable, a fin de que las nuevas generaciones crezcan con la conciencia del reconocimiento de nuestra Madre Tierra como un ser vivo, y el compromiso cívico de defender sus derechos, de proteger todo lo que la conforma y hacer buen uso de sus recursos de manera armónica y sustentable.

En resumen, proponemos la aprobación de un Pacto Parlamentario de las Américas con las directrices que han sido fijadas en los seis puntos anteriores; para que se establezca un compromiso firme de los legisladores presentes para trabajar en el cumplimiento de esos objetivos; contando con el respaldo de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz para la preparación de los proyectos de ley o iniciativas correspondientes.

No podemos desligarnos de la Madre Tierra, somos parte de ella; si la ofendemos, pagaremos las consecuencias. Hay una ley Universal de las causas y las consecuencias; así como hay un texto Bíblico cristiano que habla de la Ley de la siembra y de la cosecha; efectivamente cosechamos lo que sembramos. Si deseamos un mejor mañana para todos, debemos empezar desde ahora a trabajar para restaurar la salud y bienestar del único hogar que tenemos los seres vivos, la Madre Tierra.

Ustedes tienen el poder de legislar y generar los cambios; désen la oportunidad de hacerlo ahora en favor de sus hijos, sus nietos, bisnietos y toda su descendencia. Lo que todos nosotros queremos es la paz y la felicidad plena de todos los seres humanos, viviendo en un mundo mejor, justo, equilibrado y en armonía con nuestra Madre Tierra.

A continuación dejo con todos ustedes a la Licenciada Carmen Salzano, comunicadora social, ecologista, y miembro del Consejo de Proyectos de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, quien ofrecerá nuestras conclusiones y tendrá a bien responder sus preguntas.

Muchas gracias.