Ceremonia de otorgamiento de Doctorados Honoris Causa en la Universidad Cervatina - Eduardo Macías Santos
DR. EDUARDO MACÍAS SANTOS
Presidente del Consejo de la Universidad Cervantina
Muy distinguidos integrantes del ilustre presidium de la Universidad Cervantina, en ocasión del otorgamiento a los doctorandos de sus respectivos títulos, los cuales nos honran con su presencia, siendo éstos mi dilecto amigo muy querido, el doctor William Soto Santiago, y el maestro Armando Arroyo Villareal.
Estimados amigos, la vida académica me ha sido propicia durante los últimos 56 años. Hace 50, su servidor era Director de la Universidad La Bastida, la única en todo el norte de México que contaba con Licenciatura en Psicología, de la cual me honraba con ser su Director hace 50 años.
La vida académica ha sido para mí muy generosa, ya que después de mis cátedras a nivel de licenciatura que tuve el privilegio y la dicha de impartir, a continuación tuve también la honra de ser Director de las áreas que les mencionaba, para posteriormente tener un privilegio muy especial, mis amigos: fundar la Universidad de Monterrey. Esta la fundé hace 45 años.
Cuando le consulté y le propuse este otorgamiento a nuestro muy ilustre Gobernador, el licenciado Eduardo, me sugirió él… más bien, me instruyó que ayudase a fundar la Universidad Regiomontana.
El licenciado Elizondo era un hombre de mucho prestigio y mucha honradez. Cuando concurrí a las oficinas del ingeniero, que había sido rector de nuestra máxima casa de estudios, se emocionó al saber que por fin uno de sus anhelos, que era la creación de una universidad, le iba a ser dada.
Es más, hasta quería ponerle el nombre de Universidad Monterrey. Le dije: Perdón, pero ese ya lo tengo seleccionado para otra. Entonces me dijo que qué le sugería. Le dije: le propongo que le llame Universidad Regiomontana. Y accedió.
Y entonces los formatos de solicitud para obtener el REBOE, ahora todo el mundo sabemos lo que es el REBOE. En aquel entonces nadie sabía: el reconocimiento de validez oficial de estudios, nadie lo había obtenido de una entidad federativa. Había tres REBOES obtenidos a nivel nacional. Uno a favor de la Escuela Libre de Derecho, el otro a favor del Instituto Tecnológico, y uno más.
Pero lo interesante es que estaban mal otorgados, como se lo dije al Gobernador, y se puso un poco nervioso; me dijo: “¿Por qué están mal otorgados?, si los otorgo el Presidente alemán.” –“Pues muy sencillo: porque las facultades de otorgamiento no son de los presidentes sino de los secretarios de educación.”
Ahí mismo el licenciado Elizondo pidió que lo comunicaran con el secretario de educación, ya no se aguantó, y le dijo al secretario de educación: “Nuestro otorgamiento que tiene el Tecnológico de Monterrey (porque los dos estaban en el Tecnológico) no es válido; quien lo tenía que otorgar era usted, le dice al Secretario de Educación.”
-“Pues eso se remedia, ahora mismo lo otorgo, si está en mis facultades.”
Y así se rectificaron los otorgamientos de los tres primeros REBOES nacionales. No eran otorgados por Gobernadores sino por el Secretario de Educación Pública.
Pasaron pocos años y nuestra muy querida Universidad La Bastida, que estaba incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México, pues tenía un problemita: las huelgas de la Universidad Nacional, que la paralizaban a nuestra querida universidad, no en la docencia, pero sí en la recepción de títulos profesionales.
Entonces me consultó el Presidente de nuestro Consejo, que era un ilustre amigo mío, Don Antonio Vélez Rodríguez: “¿Qué podemos hacer?” Le dije: “Pues pedirle a nuestro querido Gobernador, el licenciado ** Elizondo, que nos otorgue un REBOE directamente a nosotros.
Me lo autorizaron, entonces acudí con el Gobernador, le expliqué de qué se trataba el asunto, accedió, pero me pidió que le ayudara al ingeniero Roberto Treviño, que había sido Rector de nuestra máxima casa de estudios, que le ayudara a que él fundara también su universidad. Y así lo hice.
Sólo que teníamos una dificultad, que la salvamos fácilmente: Para que no hubiera críticas inadecuadas, se otorgaron los dos REBOES al mismo tiempo, el día 8 de julio de 1969 nació la Universidad de Monterrey y nació la Universidad Regiomontana, en las cuales dos tuve el privilegio de colaborar.
¿Qué ventajas tenmía esto? Que la de Monterrey tenía el patrocinio no solamente de las cinco personas que lo fundamos (su servidor, como ha podido generar), sino que también tenía el apoyo de cinco entidades religosas; que esto que pudo ser objeto de alguna crítica, nadie dijo ni pío, porque el ingeniero Roberto Treviño, su universidad pues estaba patrocinada nada menos que por 28 miembros del Partido Comunista. Y entonces la sociedad entera ¿qué hizo? Simplemente aplaudieron a nuestro señor Gobernador.
Así nacieron las dos primeras entidades universitarias de toda la República, con reconocimiento a validez oficial, otorgado por un gobernador: el Gobernador de Nuevo León.
Este nacimiento de nuestras universidades fue luego la base para que nuestra actual Universidad Cervantina, que ustedes tienen la amabilidad de honrarla con su presencia, la Universidad Cervantina nació hace 29 años, siendo su primer rector el hermano del licenciado Enrique Macías Rodríguez, que era el licenciado Eduardo Macías Rodríguez, que por razones familiares muy importantes no pudo acompañarnos hoy; pero qué mejor que nos envió su representante: el ilustre Cónsul General de Polonia, aquí para el norte de México.
Así pues, ante la presencia de los doctorandos ilustres, y del Cónsul de Polonia, vamos a tener el placer de proceder con esta ceremonia.
Agradecemos cumplidamente la presencia de todos ustedes.
Muchísimas gracias.