Foro: “El Genocidio y los otros delitos, competencia de la Corte Penal Internacional” - Antulio Ontiveros
Dr. Antulio Ontiveros
Director del Instituto Nacional de Ciencias Políticas, Sociales, y estudios políticos Daniel Cosio Villegas
Gracias. Excelentísimo Embajador William Soto, bienvenido a esta casa del conocimiento y la reflexión, es un gusto traerlo aquí; también es un gusto saber, ver, palpar que esta sala está llena que el interés es relevante para esta comunidad. Quiero dar las gracias a los miembros de la mesa. Y sin más preámbulo y si me lo permiten iniciaré mi intervención.
Quiero platicarles a ustedes que mi intervención es sobre “La educación para la paz y la ciudadanía responsable, como mecanismo de prevención del genocidio y otros delitos de lesa humanidad.” Y recordándoles que en 1933 los nazis no saltaron el poder, los nazis llegaron a través de las urnas, ¿si?
Esa banda de la cruz gamada no es un golpe de estado, la sociedad hizo un consenso, la sociedad alemana de ese tiempo hizo un consenso a través de las urnas para que estas mentalidades llegaran al poder.
Debemos recordar que la ideología de la clase dominante termina siendo la ideología de la clase dominada. Luego, entonces, cuando se habla de genocidio, cuando se habla de delitos de lesa humanidad, ¿es responsabilidad solamente de un sector de la sociedad?, ¿es responsabilidad de aquellos que detentan solamente el poder?, ¿es responsabilidad de los poderes fácticos nada más?
¿Y la sociedad?, ¿dónde está la sociedad?, ¿qué papel juega la sociedad? Y esa, de esa poco se habla; porque para muchos es políticamente incorrecto voltear a ver hacia la sociedad y decir, señalar, analizar, cuál es su responsabilidad en toda esta cadena de violencia.
Hannaren la alemana, mujer alemana, nos legó una frase importante que nos dice: “A la violencia la antecede la mentira”. Cuando se miente seguramente se derivará en la violencia; y de estos ejemplos está llena la historia de la humanidad; bueno, ustedes seguirán escuchando las siguientes intervenciones el tema de genocidio. Pero también hablemos de educación para la paz, que tenemos que recobrar ese elementos; tenemos que recuperar esos espacios de reflexión y de acción, que son lo espacios naturales de la sociedad.
Si hay genocidio es porque también un proyecto social falló, si hay genocidio es porque la sociedad civil y la razón de esa sociedad civil no pudo llenar esos espacios de poder, y esos y espacios de poder brutal fueron ocupados por la razón. ¿Dónde falló?, ¿qué eslabón se rompió o qué categorías no se construyeron, no se compartieron?, ¿qué parte de la sociedad no fue premiada a través de la reflexión?
Bueno, quiero comentarles a ustedes que el derecho a la paz es un derecho humano, el derecho a la paz es indisociable, es cosustancial a la idea de los derechos humanos. Esto parece redundante, pero cuando se habla de la paz, se tiene que hablar de derechos humanos; y cuando se habla de la paz y derechos humanos, necesariamente se habla de justicia, ¿si?, necesariamente se habla de justicia.
Luego entonces, se ha comentado en este espacio que hay leyes, que hay órganos jurisdiccionales para aplicarlas, pero ¿es solamente responsabilidad de ellos? No. La respuesta simplemente es no. ¿Prohibir detiene? No. ¿Castigar detiene? No. Eso está comprobado.
Entonces necesitamos desconstruir..., no destruir; desconstruir, desarmar; desarmar todas esas estructuras de autoritarismo y violencia que se ha generado a través de la historia..., no nos vayamos a toda la historia de la humanidad, digamos del siglo XX. Tenemos que desconstruir y volver a construir una serie de valores, una escala de elementos que nos permitan la convivencia.
¿Y qué significa educar para la paz, y qué significa tener una ciudadanía responsable? Aunque parezca contradictoria, educar para la paz es educar sobre el conflicto; no sobre la violencia; conflicto, ¿si? Socialmente o las sociedades se mueven a través de las contradicciones. Marx nos decía: “La lucha de clases es el motor de la historia”, pero lo que nos está diciendo profundamente es: las contradicciones generar movimiento.
Entonces, educar para la paz, educar para la paz es educar para el conflicto; pero para entender el conflicto, para crear mecanismo de resolver esos conflictos. Repito, no confundir conflicto con violencia.
Es también enseñar a las personas a afrontar de forma positiva y constructiva todas estas posibilidades; porque cuando encontramos contradicciones, si no las sabemos conducir..., nuestra actitud, si bien no va a cerrarnos, pero hay gente que puede escalar y llega a la violencia. Luego entonces, repito —y para continuar con mi idea—, es educar sobre el conflicto. Luego entonces, es construir estos valores para la paz, el desarrollo humano y la democracia; son indisociables.
Ahora, se tiene la idea que cuando hay un conflicto se violenta el orden, que es siempre algo negativo; y esto... o que la conquetación de una serie de errores. Repito, la sociedad es los humanos, estamos hechos contradicciones; luego, no temamos al conflicto sino aprendamos a estudiar el conflicto.
¿Cómo se debe resolver un conflicto? Bueno, depende el conflicto, depende de la intensidad del conflicto, la situación de conflicto; pero sobre todo, hablando específicamente sobre el tema que hoy nos convoca aquí, necesitamos entender que también somos un mundo pluricultural; las diferencias son importantes; esto es: incorporemos diferencias e incorporemos contradicciones.
Cuando nosotros incorporamos estos dos elementos, podemos entender al otro, al que pensamos que es diferente; y no vamos a recurrir a la tolerancia, porque se habla de la tolerancia, pero la tolerancia es la posibilidad de reconocer que el otro está ahí y se acabó; pero cuando yo paso al siguiente nivel de la tolerancia, que es el de la convivencia, no solamente reconozco al otro, sino que me permite poder entablar una relación, un diálogo, un encuentro de posibilidades.
Luego entonces, hablar de tolerancia me parece que no es lo más correcto; repito, simplemente porque cuando yo tolero, pues está ahí, yo te desconozco, muy bien, no pases esta raya y se acabó. No, no es de esa manera; porque entonces es una puerta la tolerancia, aunque parezca contradictorio. La tolerancia, luego entonces debe ser superada y debemos establecer la convivencia.
Bueno, en ese sentido, en este fenómeno... al principio de este evento nos decían: bueno, tenemos que tener la capacidad de pensar y actuar de forma local, pero también debemos tener la capacidad de pensar y actuar de forma global.
Esto es: estamos en un proceso de globalización que ya no se puede revertir; sobre eso, ya el fenómeno no se puede echar para atrás; y tiene muchas cosas negativas; el fenómeno de la globalización trae fenómenos económicos que son altamente excluyentes económica y socialmente; y esos fenómenos excluyentes generalmente derivan en violencia, generalmente derivan en violencia.
Luego entonces, si no podemos revertir un fenómeno de globalización que es altamente excluyente, lo que sí podemos hacer es organizarnos como sociedad civil y tratar de revertir de forma local esos efectos nocivos. Nada más que hay una cuestión importante, que el miedo y el desconocimiento, el alejamiento de los demás, nos aísla; no nos permite poder convivir con las demás y los demás; y esa es la base..., el miedo es la base que permite ejercer violencia y justificarla de cualquier manera, justificarla de cualquier manera, justificaciones históricas hay las que quieran en la historia de la humanidad.
Bueno, entonces en ese fenómeno de globalización lo que tenemos que hacer es educar en el sentido multicultural; tenemos que plantearnos que la responsabilidad de prevenir fenómenos de violencia —como los hemos tenido durante el siglo XX. No es una responsabilidad solamente de las instituciones, es una responsabilidad de las sociedades en conjunto. Pero las sociedades, pensamos, en su mayoría, que es del otro lado de la línea, donde no solamente está la responsabilidad sino está la respuesta, está la respuesta; y eso nos saca de forma automática de la esfera de la acción, y eso no lo debemos permitir.
Bueno, ¿qué persigue la cultura de la paz o la educación para la paz en la ciudadanía responsable? Lo primero que debe o que se debe considerar es aprender a vivir juntos; ya dijimos: no tolerar, sino convivir y coexistir, la coexistencia es importante.
Otro gran reto que tenemos como sociedad es reemplazar la cultura de la guerra por la cultura de la paz. Esto es, dejar a un lado el miedo y la fuerza como forma o manera de resolver los conflictos, y empezar a crear espacios de reflexión y fraternidad.
Es importante también, tener alternativas, nuevas formas de afrontar los retos económicos y sociales que tiene el fenómeno de la globalización; evidentemente, con la inclusión. Si no hay inclusión no hay paz. La exclusión necesariamente es la antesala de la violencia.
Ahora, tampoco se trata de pensar que la humanidad va a ser un jardín del Edén y que todos vamos a ser hermanitos, y…; no se trata de eso. Se trata sobretodo de un respeto, de un respeto hacia la existencia del otro y tener la capacidad compañeras y compañeros de podernos reflejar en los otros: Yo soy cuando en los otros puedo ser; porque solamente a través de los otros me puedo reconocer.
Cuando yo evito esa relación, paso a la cosificación: al otro, a la otra, los convierto en cosas; y cuando yo convierto en cosa a una persona, lo puedo extermina, lo puedo torturar, lo puedo asesinar, pisotear sin ningún escrúpulo.
Luego entonces necesitamos humanizar; necesitamos humanizar, necesitamos crear valores; y sobre todo, sobre todo, entender como lo decía el Embajador: que todos somos una familia, la familia humana.
Bueno voy a dejar aquí mi intervención. Solamente…, si se habla de genocidio ustedes traigan a su cabeza que nuestra posición como sociedad es la de educarnos y educar para la paz y la convivencia.
Muchas gracias.