Segunda edición de la semana del compostaje: práctica que reduce en un 50% la basura
La Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) de Buenos Aires, Argentina, asistió a la Segunda Edición de la semana del Compostaje, bajo el lema “Porque amo mi Tierra, hago mi Tierra”, organizada por la Agencia de Protección Ambiental (APrA).
El objetivo de esta actividad fue promover esta práctica como método de aprovechamiento de los residuos orgánicos domiciliarios.
En qué consiste el compostaje
El compostaje se encuentra en la descomposición de desechos orgánicos como: cáscaras de frutas, borra de café, restos vegetales, entre otros, que permiten obtener una tierra rica en nutrientes ideal para contribuir con el crecimiento de las plantas.
Uno de los beneficios de esta práctica, es que reduce aproximadamente el 50% de basura, también:
• Ayuda a las plantas en su desarrollo.
• Reduce los olores y la cantidad de materia orgánica de la basura doméstica que va a los vertederos.
• Aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta sin contaminar los suelos ni el agua, entre otros.
Recorrido por la planta de compostaje
Los asistentes conocieron el proceso por el cual pasan los desechos orgánicos a través de una visita guiada a la Planta de Compostaje y Centro de Reciclado de Villa Soldati; durante el recorrido se proyectaron videos educativos sobre consumo responsable, separación de residuos y compost.
En la planta recicladora se separan los residuos áridos (escombros o restos de construcción), y son transformados en distintos materiales, por ejemplo, en obras para la ciudad o relleno sanitario.
- Los residuos orgánicos pasan por un proceso de compostaje para luego convertirse en compost. El proceso consiste en la fermentación aeróbica, un desarrollo natural que ocurre en forma espontánea en la naturaleza.
Ser consumidores responsables
Durante la jornada los asistentes recibieron las siguientes recomendaciones:
• Al momento de hacer las compras deben saber cuántos recursos se utilizaron para crear el producto.
• Adquirir los que menos daño hacen a la naturaleza.
• Comprar lo que en realidad se necesita.
• Separar los residuos: vidrios, papeles, plásticos, cartón y metal en un contenedor, siempre y cuando estos estén secos para poder ser reciclados o reutilizados.
• En el caso de los compuestos orgánicos separarlos en otro contenedor para que con los mismos se pueda realizar compost.
