Dra. Luz Marina Betancourt | Jornada Nacional por los derechos de la Madre Tierra - Medellín, Colombia

Dra. Luz Marina Betancourt | Jornada Nacional por los derechos de la Madre Tierra - Medellín, Colombia

Profesional especializada de Cultura Ambiental

Corantoquia

Muy buenos días para todos y para todas.

De antemano, en nombre de Corantioquia... bueno, les cuento, mi nombre es Luz Marina Betancourt, trabajo en la subdirección de cultura ambiental como profesional especializada, soy socióloga; y en nombre de Corantioquia, y en nuestro director también, Alejandro Gonzalez, y de nuestro subdirector Andres Ocampo, celebramos y les damos las gracias por esta iniciativa que ustedes tienen de celebrar en un encuentro muy significativo toda este relacionamiento con la Madre Tierra.

Todas estas iniciativas para nosotros son muy importantes y son bienvenidas y recibimos de manera fraternal, de manera muy emotiva, de manera muy significativa las palabras del Dr. Soto.

Pienso en este momento -le cuento Dr. Soto-, nos identificamos plenamente con su discurso en el siguiente sentido: como todos ustedes saben, Corantioquia es una autoridad ambiental que trabaja en el centro de Antioquia, nuestra jurisdicción está compuesta por 80 municipios de Antioquia, para poderlos administrar de alguna manera, Corantioquia… si están viendo, vamos a tratar de hacer un esfuerzo de armonizarnos con la presentación, hay un mapita…

Hay un mapita que seguramente ustedes lo están viendo en pantalla, y es el mapa de la jurisdicción donde están todas las direcciones territoriales, donde están inscritos todos los 80 municipios de la jurisdicción.

Como ustedes bien saben es un departamento amplio, su mayor porcentaje es rural, y los 80 municipios están subdivididos por sus propias homogeneidades y particularidades a la vez (en términos de 8 direcciones administrativas, 8 oficinas territoriales), las cuales cada una recoge sus nombres precisamente de las comunidades indígenas que habitaron en estos territorios.

Por eso ustedes ven en el mapa que la parte de arriba es toda la zona de Bajo Cauca, Panzenú, la siguiente Zenufaná, Magdalena Medio, la siguiente es de Tahamíes, toda la meseta del Norte (donde está toda la producción de leche), Santa Rosa, toda esa zona de allá es la meseta del Norte (esa se nombra Tahamíes).

El área occidental, que es Hevéxicos para nosotros; Citará y Cartama, todos los indígenas Citará, todos los Cartama (que es toda la parte del Suroeste, toda la ruta del café), donde ustedes recuerdan Andes, Jardín, Támesis, toda esa zona; y tenemos cercano todo lo que es Aburrá Norte y Aburrá Sur; todos los municipios de Barbosa, Girardota; Barbosa toda la parte de abajo y para la parte de arriba todo lo que es Estrella, Sabaneta, Envigado, Angelópolis; todos ellos están compuestos entonces por Aburrá Norte y Aburrá Sur.

Adicionalmente, quiero contarles que Corantioquia además de trabajar la autoridad ambiental, tenemos trabajo muy fuerte, no solo como autoridad ambiental, sino que tenemos tambien trabajo con todas las comunidades, las administraciones municipales, con las comunidades indígenas, con las comunidades afrocolombianas, con las centralidades urbanas y en sí nuestra ruralidad para poder desarrollar todo nuestro pensamiento ambiental,

Les decía que en sintonía con el Dr. Soto, quiero contarles una pequeña situación, y es que antes de que pasemos un poquito como a lo que se viene dialogando en La Habana en términos de paz, quiero contarles que para Corantioquia el enfoque sobre lo ambiental ha cambiado muchísimo.

El enfoque sobre lo ambiental no es el enfoque que veníamos considerando desde hace muchos años, donde se consideraba que lo ambiental era la planta, el agua, el árbol; y solamente lo que circunscribe en términos de lo ecológico ha sido lo ambiental, para nosotros no.

Lo ambiental ya ha cobrado una gran importancia en términos de una visión mucho más amplia, mucho más integral, donde articulamos, no solo la naturaleza sin el hombre, sino la naturaleza, pero con el hombre: la naturaleza con la cultura.

Por eso, para nosotros son importantísimos en términos ambientales todas las demostraciones culturales: el hermoso sombrero, el sombrero vueltiao de los Zenú; todas esas manifestaciones culturales para nosotros son de vital importancia. Por qué:

Dr. Soto, en Colombia hay un maestro que nosotros también... de alguna manera dialoga con toda su propuesta. Él ya murio, se llamó en su momento Augusto Ángel Maya, de la escuela de la Universidad Nacional de Manizales, quien nos generó un enfoque precioso, que fue el enfoque desde un pensamiento complejo; un pensamiento complejo que nos invitaba a reflexionar de una manera distinta y que nos dijo muchas veces:

La crisis no es de la naturaleza, la naturaleza tiene sus propias dinámicas; la naturaleza no es solo la belleza de una flor, la naturaleza también es la fuerza que tiene la naturaleza en su movimiento de tierra, en toda sus lluvias, en toda su fuerza, la fuerza de la naturaleza en la demostración de cómo crece un árbol de estos, cuántos años se requiere para poder crecer, para poder estar donde está.

Sabemos entonces que el pensamiento complejo nos dice: La crisis no es de la naturaleza, la crisis es del ser humano, y la crisis es del ser humano en tanto no ha entendido que tiene que habitar de manera distinta en el planeta.

Por eso nosotros invitamos a reflexionar de manera distinta sobre la naturaleza; esa es la propuesta pedagógica de Corantioquia y con la cual llegamos a todos los 80 municipios.

La naturaleza no puede ser medida solamente con el reloj que mide la hora el hombre occidental; por eso hay un autor muy bello que tiene una frase fuerte, y él se llama Erasmo de Rotterdam, cuando escribe y decia -perdon la expresion, es un poco fuerte, pero decía-: “Maldito el hombre que creyó saber la hora”.

O sea, medimos la naturaleza de acuerdo a los cálculos que creemos nosotros los seres humanos sobre la naturaleza, pero nunca pensamos qué necesita entonces una mariposa para solo vivir en un día y en un día hacer todo su ejercicio de vida, incluyendo su procreación.

Creemos que la naturaleza se mide con las 24 horas del reloj que nos ha impuesto la cultura occidental, y, ¿por qué no pensamos qué necesita entonces un árbol cuando vive 300 años, 200 años?, ¿cuál es su dinámica de vida, que es muy distinta a las 24 horas del mundo occidental?

Nosotros como Corantioquia, los invitamos entonces, a una relación distinta con la naturaleza, pero no una relación desde solo el buen comportamiento, sino una relación desde la ética.

Cuando construimos principios éticos con la naturaleza, y uno de esos principios es que prima la vida sobre el resto, ese principio de la vida genera que tengamos una relación distinta con la naturaleza, y es una relación, cuando en ese principio en la vida prima las relaciones de respeto, las relaciones de solidaridad con la naturaleza.

No es solo cuidar el objeto que yo cuido para mi, es respetarla porque ella como ser viviente (no ser humano, ser vivo) tiene su propio discurso, su propia dinámica; reconocer eso, respetarlo, genera en nosotros entonces unas responsabilidades distintas y unos comportamientos distintos.

Cuando decimos en lo ambiental que no es suficiente decir: “No tires la basura al piso, no tire el papel al piso, no tire la envoltura de confite al piso”, la pregunta es: ¿Cómo estamos consumiendo? Porque la pregunta no es la tirada del papel al piso, la pregunta es: ¿Cuáles son esas causas?

Como bien lo decía el Dr. Soto, para decir ¿cuáles son esas causas, esas cosas que tenemos que transformar en el principio para tener una relación distinta? Y si yo estoy cuestionando, no la tirada al piso del papel -que obviamente no está bien hecho-, pero para cuestionar esas causas, tenemos que cuestionar entonces un modelo de desarrollo que nos impulsa a consumir de manera distinta, donde todo es desechable ya para la vida, donde todo se cambia de un día para otro, donde este modelo de desarrollo le está diciendo: “Aquí le tengo el siguiente producto, consuma que lo que usted bota no tiene importancia”.

Entonces, la relación es una invitación desde el principio de la ética, desde construir principios que nos permitan habitar de manera distinta.

Por eso, para nosotros -pasando al siguiente punto-, es muy significativo que se esté desarrollando este encuentro en La Habana, y toda su conversación con los acuerdos que se están gestando y que ya van avanzando; y que dentro de esos acuerdos se incluye el asunto ambiental, porque eso quiere decir que se reconoce que el asunto de lo ambiental no es solo un asunto de buen comportamiento, sino que estamos elevando la reflexión ambiental a una reflexión política.

No podemos sacarle el cuerpo al asunto político, todo nuestro accionar en la vida cotidiana es un asunto político, su silencio es político. Entonces, elevar también el asunto ambiental a la espera de lo político nos pone en una responsabilidad distinta.

Nosotros como CAR, entonces, dentro de esas responsabilidades reconocemos y valoramos mucho los 4 acuerdos que van avanzando.

Entre ellos, el primer acuerdo que trata de la política de desarrollo agrario rural, donde trabaja aspectos fundamentales, entre ellos la sensibilidad del uso a la tierra, el establecimiento de programas especiales de desarrollo con enfoques territoriales, planes nacionales de reducción de la pobreza, sistema especial de seguridad alimentaria, y exigente de participación política (que es de apertura democrática), la participación ciudadana, y el desvincular siempre el asunto de entre la política y las armas.

Mire que cuando yo hablo de su silencio: usted está con el silencio siendo político, pero usted no está cogiendo nada, entonces es importante… y la última, la solución al problema de las drogas ilícitas, y la ultima, la reparación de las víctimas.

Nosotros como Corantioquia, como CAR más que como Corantioquia, tenemos unas responsabilidades en esos acuerdos, y no nos pueden resbalar como entrar a algo como que no nos toca así quiera; sí nos toca, porque cuando hablamos de la sensibilidad a la tierra, tenemos que mirar los componentes ambientales para la adecuada sensibilidad a la tierra; y la adecuada sensibilidad de la tierra tiene que ver con el asunto y análisis de situaciones de riesgo para el ser humano.

La naturaleza en sí misma no es una amenaza para el ser humano, pero si el ser humano no reflexiona dónde habita, esa situación si le genera una situación de riesgo, que es distinto entonces.

La sensibilidad a la tierra… la tierra tiene que pasar por esa armonía de lo que hay en el espacio donde yo voy a acceder a la tierra. Pensar en que hay unas áreas protegidas, no es al capricho solamente de un Estado, ni es al capricho de unas organizaciones o un plan de ordenamiento territorial.

Hay unas áreas, que por sus condiciones muy especiales tienen que ser protegidas, entonces mire, ya vamos en dos: el asunto del riesgo, las áreas protegidas, los retiros, la accesibilidad al agua, ¿cierto? Porque si a mi me dicen que me van a dar una tierra, pero no hay posibilidad de agua, entonces como qué tipo de tierra es la que voy a tener.

Entonces mire que el asunto de la tierra, pasa por un asunto fundamentalmente ambiental, y no se puede desligar de ahí.

Y el siguiente aspecto, que es el de la parte de la participación política. Les quiero contar que con acuerdo de paz o sin acuerdo, como CAR, tenemos que estamos convencidos que lo que nosotros hagamos cumpliendo bien nuestra función pública, le estamos aportando a procesos de paz. ¿Por qué? En este momento estamos convencidos que fortalecer los espacios de participación ciudadana son los elementos básicos que se requiere para entrar a dialogar sobre la forma en que habitamos y sobre el territorio que habitamos

En este momento nosotros tenemos espacios de diálogo con las comunidades dentro de los 80 municipios, que son 122 mesas ambientales, donde ustedes están invitados a participar para que se enteren de cómo funciona la mesa como un espacio de reflexión.

Tenemos, por ejemplo. toda la interacción con 60 comunidades afrocolombianas, con un promedio más o menos de también 60 comunidades indígenas, con las comunidades afrocolombianas estamos construyendo los planes de desarrollo y con las comunidades indígenas estamos construyendo los planes de vida.

Dentro de esos dos instrumentos de planeación con las comunidades … estamos incorporando las variables de ordenamiento ambiental del territorio, eso es un hecho de paz. Que las comunidades se posicionen de sus instrumentos de planeación, eso es un hecho de paz.

Otro asunto que tenemos que cubrir de manera muy equilibrada con las administraciones municipales, es que nosotros tenemos que fortalecer los concejos municipales de ordenamiento territorial; estos concejos municipales tienen que abrirse a la participación ciudadana para interactuar con los ciudadanos a partir de sus instrumentos.

Los instrumentos de planeación no pueden continuar en anaqueles donde usted no los consulte, porque en la medida que tengamos comunidades desinformadas, le estamos construyendo a situaciones de conflicto.

La mejor forma de construir entre todos hechos de paz, es que nos informemos, debatamos y dialogamos sobre los instrumentos que nosotros tenemos y que tenemos la posibilidad de participar.

En ese sentido, además, tenemos lo siguiente; nosotros como Corantioquia, en ese término del asunto de lo agrario y reconociendo que hay que fortalecer el asunto de la seguridad alimentaria, lo vemos, además de seguridad, lo vemos con el concepto de la soberanía alimentaria.

Nosotros y las comunidades indígenas lo saben y lo entienden muy bien, comunidades que no son soberanas de lo que producen, son comunidades que no tienen suficiente poder ni toma de decisiones.

Nosotros reconocemos que el ingrediente fundamental en la ruralidad con las comunidades indígenas, afrocolombianos y los campesinos, es reconocerles que son soberanos; y ser soberanos significa lo siguiente: cuando yo ya no puedo producir mi maíz, cuando ya no puedo sembrar mi propia semilla de maíz, sino que digo yo eso lo compro, yo compro la semilla, yo ya no decido sobre qué semilla voy a sembrar, es el otro el que decide sobre la semilla que yo siembro.

En ese sentido, estamos invitando a todos a mirar desde una visión más amplia de soberanía, desde la agroecología, desde decidir cómo él va a distribuir su sembrado, cuales son los bichitos, de pronto, que hay que controlar con sus propias prácticas locales y desde su conocimiento local más que todos los agroquímicos que nos están vendiendo a fuerza de sacrificar nuestra propia habilidad.

En ese sentido, entonces, para poder continuar con esa reflexión, Corantioquia dialoga primero con el Consejo Ambiental Departamental (que es el CODEAM), reflexionamos con ellos en todos sus compromisos y en especial en todos los compromisos que están instalados para fortalecer todo el concepto de paz y ambiente.

Y en ese mismo sentido, dialogamos también con todo lo que es la estrategia de la Gobernación de Antioquia, la estrategia de “Preparémonos para la paz y sus 7 postulados”; para nosotros son fundamentales que ustedes los conozcan, que ustedes sepan cuáles son esos lineamientos y cómo se establecen en el territorio.

Una vez que entendemos la necesidad de dialogar con todas las instituciones -con todas-, que tenemos que generar vínculos, relacionamientos dentro de un diálogo tranquilo, transparente, que nos invite, que nos propicie unas alternativas más adecuadas con el territorio, nosotros hemos decidido desarrollar un convenio -mejor-, celebrar un convenio con participación de la Gobernación de Antioquia y es un convenio que lo llamamos en este momento “Formacion para la transformación de conflictos socioambientales”.

Este convenio está para los actores locales y tiene por objetivo generar sinergias a través de las organizaciones locales, subregionales; y esto está dirigido para fortalecer la gestión ambiental en la construcción de una cultura de paz, basada en el empoderamiento de las comunidades.

Sabemos que si nosotros no empoderamos a las comunidades, no es posible lograr alternativas de paz. Para qué objetivos tiene este objetivo, sobre este convenio, sobre todo que las comunidades visibilicen y reflexionen qué es un conflicto.

Generalmente entendemos que el conflicto está por fuera de mi, es el otro el que genera el conflicto y el conflicto está a kilómetros, pero nosotros muchas veces tenemos conflictos que se están gestando en el seno de nuestras comunidades y que ahí nosotros si no los visualizamos rápidamente, y no nos empoderamos de estrategias para dialogar, el conflicto se salta, cuando menos pienso va creciendo y nosotros tenemos que saber cómo manejar.

Por ejemplo, una concesión de aguas, que el otro vecino tomó el agua más arriba y me la quitó, y yo ya voy y busco a otro que vaya con más fuera que yo…. y voy y le mando a un amigo; situación de linderos, una situación de riesgo: sembraste, mochaste los árboles y eso me generó un deslizamiento; ya hay muchas cosas en los conflictos en el hábitat local, que nos generan conflictos territoriales.

Visibilizarlos, reflexionar sobre ellos, mirar cuáles son nuestras potencialidades y cuáles son nuestras debilidades para laborar. es una pieza clave de este proceso de cómo logramos replicar esto en el territorio

Este convenio de educación, porque es un convenio educativo básicamente, se desarrolla en todo el Bajo Cauca antioqueño y el Magdaleno Medio, o sea al Nordeste y toda la parte de Caucasia, Tarazá, Cáceres, toda esa zona, todos esos municipios que son Bajo Cauca y todos los del Magdalena Medio Yaalilo, Mondo, Remedios, Segovia, toda esa zona concluye para desarrollar este proceso.

Este proceso, obviamente, tiene un proceso pedagógico donde se trabaja a partir de unos encuentros presenciales, también estamos aprovechando para incentivar el uso de las TICS en la gente que maneje computador, que tenga alguna accesibilidad, también tenga la posibilidad de entrar y de alguna manera también hacemos unas réplicas en el territorio, en los poros subregionales, y se hará próximamente un gran foro regional, para que, para que en estos espacios los actore que participan que son 75 además de todos los invitados del territorio puedan compartir experiencias, vivencias de paz y que nos cuenten cómo han logrado superar todas las situaciones en el territorio.

Desde ahí entonces, como Corantioquia les hacemos una invitación, nuestra casa es de puertas abiertas, a nosotros nos alegra mucho que nuestros compañeros indígenas, nuestros compañeros afrocolombianos ya ni siquiera nos dicen: “oiga me regala un tinto”, ya no: “Hágale amigo, que aquí es donde usted se sirve su tinto, esta es su casa, pase y sírvase no mas, no nuestro es de ustedes”.

Y así tenemos que proceder en la función pública, porque yo no soy dueño de los recursos públicos, yo soy el administrador de sus recursos y eso me llama entonces a una puesta ética también y es que tenemos que actuar de la mano para poder sacar adelante esta función pública.

De entrada y de salida, mil gracias a ustedes, celebramos esta iniciativa y queremos verlos muy pronto en nuestra casa y en nuestros espacios de diálogo, mesas ambientales, organizaciones ambientales; y estamos al servicio de ustedes para que ustedes nos hagan la inquietud que tengan en cualquier momento.

Muchísimas gracias.