Dr. William Soto Santiago | 4º Encuentro Internacional Hijos de la Madre Tierra
Mis hermanos y hermanas indígenas de Norteamérica, Puerto Rico, de la Isla de Pascua, de Centroamérica y de todos los que están presentes, muy buenos días y sean todos bienvenidos al “Encuentro 4to Internacional Hijos de la Madre Tierra” en Alburquerquer, Nuevo México, el centro más importante de la cultura india americana. Me gustaría comenzar este saludo, relatando una profecía de una anciana nativa de la tribu de Creek de Norteamérica llamada “Ojos de Fuego”, la cual refleja con mucha fuerza en la realidad que estamos viviendo de nuestros días:
“Llegará el día en que la codicia del hombre blanco hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie y la humanidad como la conozco dejará de existir, llegará el tiempo en que habremos de necesitar a los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos, y todas las viejas costumbres de los pueblos, para que ellos nos muestren cómo recuperar la salud, la armonía, el respeto a nuestros semejantes, ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad y serán conocidos como los guerreros del arco iris…”.
Las naciones indígenas de Norteamérica y del mundo entero, se enfrentan cada día a una lucha constante para defender sus derechos, mantener vivas sus tradiciones y fortalecer su identidad cultural.
La herencia del espíritu inquebrantable de grandes líderes indígenas del pasado como Toro Sentado y Jerónimo, la hemos visto siempre reflejada en las luchas de los pueblos indígenas en los últimos años en diferentes partes del mundo; un ejemplo reciente es la nación Sioux, en Standing Rock, Dakota del Norte, en contra de la construcción de un oleoducto que atravesaba el río Missouri y las tierras sagradas de la nación Sioux, el campamento de Standing Rock con más de diez mil personas, es considerada la mayor movilización indígena de Estados Unidos en más de un siglo.
La Unión Pacífica de los pueblos indígenas de los Estados Unidos y el respaldo de otras organizaciones ambientales y sociales, hizo que el pasado domingo 4 de diciembre, el cuerpo de ingenieros de la Armada de Estados Unidos decidiera suspender temporalmente la licencia para la construcción del oleoducto de Dakota del Norte, mientras se realizan los estudios de impacto ambiental en la zona y se revisa la solicitud de la nación Sioux por la violación a sus tierras sagradas.
Felicitamos a la nación Sioux por esta victoria, pero la lucha continúa y los pueblos indígenas del mundo deben estar ahora más unidos que nunca, a la defensa de sus derechos sagrados, consagrados en la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos indígenas; por esta razón es que la Embajada Mundial de Activistas por la Paz está organizando encuentros, los encuentros de los Hijos de la Madre Tierra. El propósito de estos encuentros es, establecer espacios abiertos de diálogo y reflexión con el fin de fortalecer Y defender los derechos de los pueblos indígenas y sus conocimientos y saberes ancestrales, para la protección, cuidado y restauración de nuestra Madre Tierra.
Ya hemos realizado tres encuentros internacionales: el de México, en marzo de este año; el de Colombia, con la participación de los pueblos indígenas de Suramérica, el pasado agosto; y recientemente el del Salvador, con los pueblos indígenas de Centroamérica; además se han realizado más de cuarenta encuentros regionales en diferentes países y continuarán efectuándose en América durante este mes de diciembre y el primer trimestre del 2017. Esta es una forma de ampliar la participación de los pueblos indígenas en la formulación y ejecución de políticas públicas, en programas educativos y culturales y en el sistema de justicia entre otros, para proteger a la Madre Tierra y restablecer su armonía; todos los planteamientos que estamos recogiendo en las mesas de trabajo estarán siendo plasmados en diferentes proyectos y documentos, que presentaremos a los organismos internacionales y gobiernos nacionales.
Les reitero el compromiso de que estos espacios de los encuentros de los Hijos de la Madre Tierra es un espacio de ustedes, y nosotros desde la Embajada Mundial de Activistas por la Paz pretendemos unirnos, para juntos lograr el pleno reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y principalmente proteger y restaurar a nuestra Madre Tierra; por esta razón la Embajada Mundial de Activistas por la Paz respalda la lucha de la nación Sioux y los protectores del agua y la promoveremos como uno de los ejemplos de la fuerza que tienen las voces de los seres humanos cuando se unen, la cual puede ser más poderosa que cualquier decisión que se tome en contra de los derechos de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas.
Les invito a que todos juntos pronunciemos el lema de lucha de la nación Sioux: “El agua es vida”, “El agua es vida”, “El agua es vida”, “El agua es vida”. Muchas gracias.