Dr. William Soto | Foro Ciudadanía Verde Educación Sustentabilidad Ambiental

Dr. William Soto | Foro Ciudadanía Verde Educación Sustentabilidad Ambiental

Quiero saludar y agradecer, a todos los líderes de las comunidades originarias: Náhuatl, Tének, Xi úi; por recibirme en este hermoso lugar, el cual para mí, es muy significativo estar en esta comunidad. También reciban mis saludos, los miembros de la mesa de honor y todos los presentes.

La madre tierra tiene vida, y la prueba de eso es que nos da vida; que estamos vivos gracias a ella. La madre tierra es un ser vivo, esto no es un concepto nuevo, nuestras comunidades originarias, los nativos en diferentes continentes, así lo consideran; y por ello la cuidan, la protegen, la respetan, y la honran. Porque el pueblo originario es uno solo a nivel mundial, una sola nación, que esta compuesta por diferentes comunidades ubicadas en diferentes regiones del mundo.

La madre tierra nació libre, los seres humanos no la creamos, nosotros fuimos creados por ella; por eso estamos llamados a comportarnos fraternalmente con nuestra madre tierra, y con los demás seres vivos.

Pero en vez de cuidarla como nuestra fuente de vida, nos hemos dedicado a dañarla, a destruirla, sin darnos cuenta de que nos estamos destruyendo a nosotros mismos. Por eso insistimos en que nuestra madre tierra es un ser vivo, que como tal debe ser protegido.

¿Qué esperamos los pueblos del mundo y en especial de las américas para reconocer, respetar, y proteger los derechos de la madre tierra? La madre tierra tiene vida, y sus propios ciclos y leyes naturales. Lo paradójico es que la hemos estado sometiendo a las decisiones o acciones inescrupulosas de los seres humanos, debiendo ser nosotros los llamados a sujetarnos a esas leyes; pues la madre tierra existió primero, y el ser humano proviene de ella.

Nosotros llamamos “madre tierra” al planeta del cual fuimos creados, al igual que las múltiples formas que comprenden: su biosfera, atmosfera, biodiversidad, y sus ecosistemas. De la cual dependemos, porque nos provee un hogar, alimentos, medicinas, y recursos para trabajar y satisfacer todo lo que necesitamos.

Es un ser vivo, que transmite vida a todos los procesos ecológicos y los sistemas esenciales para supervivencia de todas las especies, incluido el ser humano. Tiene sus propios ciclos y leyes naturales, que deben ser respetados, guardados y protegidos para el sustento y mantenimiento de la vida en la madre tierra.

De la madre tierra proviene nuestro cuerpo, ella nos da un hogar; nos provee todo lo que necesitamos para subsistir: el agua, el aire que respiramos, el alimento para vivir, medicina; y hasta los recursos para trabajar y desarrollar nuestra economía.

Importunadamente, muchos de los pueblos de la tierra, han olvidado su origen, lo que somos; a quien debemos la existencia y el sustento. Nuestra madre tierra nos esta dando señales, nos esta hablando, nos esta diciendo que ha sido: esclavizada, abusada, ignorada, y que está enferma.

Las comunidades originarias si tienen la sabiduría para vivir y crecer como pueblo, preservando el equilibrio de la madre tierra. Por lo tanto, tienen el conocimiento para preservar el equilibrio del ser humano integral. Esa sabiduría milenaria es con la que nos debemos encontrar o reencontrar, para restablecer ese equilibrio perdido con la madre tierra.

Tomando en cuenta estos antecedentes, en la EMAP, proponemos: que los Estados y naciones de las Américas, reconozcan que nuestra madre tierra es un ser vivo, del cual depende nuestra vida.

Por otra parte, la EMAP, está trabajando en diferentes campos de la sociedad, utilizando la educación, como medio para concientizar a la humanidad; y en especial a nuestros niños y jóvenes, de la importancia: de amar, cuidar, respetar, guardar, proteger, y ayudar a la restauración de nuestra madre tierra.

Es importante, establecer un equilibrio sustentable entre: el uso de sus recursos, la protección, y preservación de la madre tierra; y de todos sus hijos.

La EMAP, está diseñando un programa educativo, comunicacional, ambiental; que tiene como objetivo principal: promover la concienciación del reconocimiento de la madre tierra como un ser vivo, y como tal, sujeto de derechos; con miras a la formación de una ciudadanía verde, sustentable, en armonía, con los elementos que la conforman.

Nuestro programa educativo, se está desarrollando con el propósito de formar una conciencia por la paz de la madre tierra, formando seres humanos con responsabilidad ambiental y sostenible; sobre la base del reconocimiento universal de la madre tierra como un ser vivo. Las resoluciones y acuerdos de Las Naciones Unidas, los principios educativos que estamos promoviendo, y de los conocimientos ancestrales de nuestros pueblos originarios.

La naturaleza es tan perfecta que tiene diferentes ciclos, los cuales marcan los tiempos para cada paso de la siembra. Hay un tiempo para preparar la tierra, un tiempo para sembrar, un tiempo para cuidar esa semilla, para que germine y crezca. Al final viene el tiempo de la cosecha, y las comunidades originarias en su lucha, han pasado por ese mismo ciclo.

Durante los últimos años han buscado escenarios para dar a conocer en sus propuestas, para promover sus derechos, y los de la madre tierra; y este es el momento para ver los frutos de ese trabajo. Es momento de consolidar a nivel mundial esa reivindicación, como una sola nación, con una sabiduría milenaria; para aportar propuestas ante las diferentes instancias a nivel mundial, con el propósito de salvar al ser que le da vida a la familia humana, nuestra madre tierra.

Las comunidades originarias deben unirse, para tener representación ante las naciones unidas y otros organismos internacionales. Y al tener representación, poder hacer uso de su voz y voto; con el propósito de tener en sus manos, la libertad de luchar por sus derechos como pueblo y los derechos de la madre tierra.

Hoy les propongo unir esfuerzos, junto a ustedes; deseo sumar voluntades y trabajo, porque estamos en el momento en que las comunidades originarias, deben estar unidas como una sola familia, como un solo pueblo, como una sola nación; y mostrarle al mundo, que tienen la sabiduría necesaria para cuidar, preservar la única casa que tienen los seres humanos, nuestra madre tierra. Muchas gracias.