Dr. William Soto | Almuerzo de Trabajo de la ALIUP, Paraguay

Aprecio y le agradezco mucho que hayan podido estar con nosotros, atendiendo la invitación que se les extendió; y apreciamos mucho la aportación que han hecho con sus ponencias el día de hoy, las cuales han sido excelentes y le sacaremos mucho provecho a lo que ustedes han hablado el día de hoy, tanto lo que se llevó a cabo en el congreso como lo que se ha platicado durante este almuerzo.

Es importante entender que el ser humano integral es cuerpo, espíritu y alma, y que cada una de esas partes tiene un alimento para digerir; y las universidades tienen una parte muy importante para suplir ese alimento intelectual que necesita; y colocar también la parte de la paz, porque sin paz no hay felicidad. Y queremos unos estudiantes y profesionales felices, que puedan decir: “Soy feliz”, o “estoy feliz, porque estudie en tal universidad, donde me suplieron de ese alimento para el interior, el cual me está siendo de mucho provecho a mí y a mi hogar, toda la familia y la comunidad donde vivo”.

Que sepan que van a la velocidad, no para la salir con una profesión y ganar mucho dinero; eso está bien pero no es la meta real; sino saber que han salido preparados pare ser de provecho a la comunidad, a su familia, a la comunidad y a su nación, de tal modo que sean servidores del pueblo, servidores de su prójimo, con esa sensibilidad que debe caracterizar a todo ser humano; porque la persona ha venido para ser sensible en esta vida y para trabajar por el prójimo. Lo mismo que uno quiere para uno, las cosas buenas que uno quiere, debe desearlas para el prójimo, y trabajar por ellas en favor del prójimo.

Por lo tanto, este proyecto tiene el éxito de antemano, lo que hay es que trabajarlo de la forma correcta, porque siempre lo que tiene éxito es aquello que necesita el pueblo. No hay futuro de éxito para algo que no sea necesario en los demás. Sabemos lo que hay la necesidad de la paz, por tanto, trabajar con la paz es la forma correcta, garantiza el éxito y garantiza la paz, y por consiguiente la felicidad de aquellos a los cuales llega ese trabajo.

Por lo tanto, estamos por el camino correcto, por la paz, no solamente nuestra sino de toda la humanidad. Y nuestras manos centradas, nuestras manos centradas a línea que tienen que ser sembradas, por lo cual las universidades tienen la oportunidad y la responsabilidad; así como han enseñado por muchos siglos al ser humano para hacerse profesionales, tienen la responsabilidad y la oportunidad de hacer personas de paz, para que así sea el ser humano realmente más humano. Que eso es lo que necesitamos: que el ser humano reconozca que es humano, que no actué como los animales, sino que actué como lo que es: un ser humano; que sea guardián de su prójimo, que busque el bienestar de todos. Siempre el bienestar de uno está en el bienestar de los demás.

Si uno lucha y trabaja por los demás, automáticamente viene el beneficio también para el que trabaja. Esa es la ley de la siembra y de la cosecha, y lo que siembra, la buena semilla después recoge le fruto bueno de acuerdo a la semilla que sembró. Por eso es importante sembrar la semilla de la paz en la forma correcta, y estar atentos al cuidado que hay que darle para que prospere esa semilla y nazca en el corazón de las personas; porque la paz no es un asunto de la cabeza, es un asunto del alma, y es ahí donde hay que sembrar la semilla de la paz, para que salga del alma a través de los diferentes sentidos del espíritu y del cuerpo en una manifestación de paz para las personas y para todas las demás personas.

Así que adelante todos bien unidos trabajando por la paz de la humanidad con este proyecto de la unión de universidades por la paz.

Gracias.