Dr. William Soto | Inauguración de Centro Histórico “William Soto Santiago”
Mi cordial saludo para el Señor Alcalde Dr. Rodrigo Guarín Lemes, al Señor Embajador de Polonia Masiel Cetara, al Señor Levi y su familia, al Obispo presente, a las autoridades civiles, académicas, policiales, militares y público presente.
Un documento que sirve de referente para entender el derecho de las víctimas es la resolución #4034 de 1985 de la Organización de Naciones Unidas, en esta resolución la ONU precisa que las víctimas son todas aquellas personas que individual o preferidamente sufren daños como lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menos cabo sustancial de los derechos fundamentales, esos daños deben ser ocasionados por conductas delictivas o por abuso de poder. Todo proceso de paz donde el diálogo sincero es el instrumento de la reconciliación, implica identificar y reconocer a las víctimas del conflicto armado, reconocerlas oficialmente y garantizarles sus derechos básicos. Esos derechos básicos y fundamentales de las víctimas según la ONU son el derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación, a la memoria y a la garantía de no repetición.
El derecho a la verdad es el presupuesto de los restantes derechos pues en la medida en que se esclarezca lo sucedido, se identifique a los victimarios y se establezcan las circunstancias en que ocurrió los hechos se puede administrar justicia, sancionar a los victimarios, reparar el daño y prevenir la futura repetición de las conductas sancionadas.
Los hechos delictivos se pueden prevenir cuando se conocen las circunstancias en que se cometieron. Por eso se dice que la verdad es presupuesto de la justicia, pero también la verdad es presupuesto de la prevención.
El estado debe ganarse la confianza de las víctimas y esa confianza se gana adelantando esfuerzos por garantizarles los derechos a la verdad, esclareciendo lo sucedido con sus seres queridos, a la justicia imponiendo las verdades que correspondan en un esquema de justicia transicional, y a la reparación restituyéndoles las tierras de las cuales fueron desplazados y reparando el daño material y moral causado. Una justicia que sirva de presupuesto y de garantía para la Paz, debe respetar los derechos de las víctimas, porque ellos también son protagonistas del conflicto.
El derecho a la verdad también presupone recorrer todas las evidencias documentales y testimoniales de lo sucedido, esas evidencias garantizan el derecho a la verdad histórica. Las evidencias hablan por sí solas, permiten reconstruir lo sucedido y contrarrestan el negacionismo. Por esa razón es necesario recolectar, valorar y preservar a toda la evidencia porque permite para conseguir la verdad histórica contrarrestando el negacionismo y la amnesia social.
Los pueblos deben conocer su historia, y una vez conocida no la pueden olvidar. Los centros de memoria histórica como el que hoy inauguramos aquí en La Mesa, Cundinamarca al preservar la verdad, honran la memoria de las víctimas.
Cada vez que se construye un centro de memoria histórica se rinde tributo a la verdad, se clama por justicia oportuna y eficaz y se honra el derecho a recordar de las víctimas, todo ello con una finalidad: “educar para recordar y recordar para prevenir.”
El ejemplo del municipio de La Mesa, Cundinamarca servirá de estímulo para que en todas las regiones donde se sientan los estragos de la exclusión, del odio y de la intolerancia se construyan centros de memoria histórica donde se preserven esas evidencias documentales que contrarresten el negacionismo de quienes se atreven a negar lo evidente, a minimizar los hechos, a relativizarlos o a desfigurar la verdad.
Hoy la Mesa honra la memoria de las víctimas de los diferentes conflictos que han azotado al mundo entero como el holocausto a la nación colombiana y a la región del Tequendama.
Mis felicitaciones y mi consideración para el Señor alcalde de este bello municipio de la Mesa Cundinamarca Dr. Rodrigo Guarín Lesmes, por la sensibilidad y el humanismo que posee para con aquellos que han padecido los estragos de la violencia.
Muchas gracias.