Dr. William Soto | Presentación del Programa Educativo Comunicacional de la campaña “En la Sangre está la Vida”
La Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en su Artículo 25, numeral 1, que: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar […] la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.”
Desde la Embajada Mundial de Activistas por la Paz consideramos que para gozar de ese derecho a la salud y a la asistencia médica, es necesario que cada ciudadano tenga la oportunidad de acceder a sangre segura y gratuita cuando así lo necesite; pues este líquido es vital para tratar diferentes tipos de enfermedades que requieren de una transfusión sanguínea, e indispensable para intervenciones médicas, como transplante de órganos o tejidos, y en operaciones quirúrgicas; también se necesita sangre en caso de urgencias ante accidentes que producen hemorragias y quemaduras.
Este líquido es un tejido irreemplazable y necesario, cuya única fuente de obtención es el ser humano; no hay otro laboratorio que lo pueda crear, solamente el cuerpo del ser humano.
Por esa razón creemos que la disponibilidad y uso, tanto de la sangre como de sus componentes, debe considerarse un tema de orden público e interés nacional, pues tiene que ver con la salud pública; y es un deber de cada Estado proteger y garantizar los derechos fundamentales a la vida y a la salud de sus habitantes.
La salud física y mental es uno de los principales aspectos considerables para el desarrollo y uno de los indicadores relacionados al crecimiento económico y a la pobreza de cada país. Su importancia no solo radica en el efecto del crecimiento de los países, sino también impacta en la calidad de vida y el nivel de bienestar de cada individuo, siendo este el patrimonio más importante de cada nación.
Por esa razón es necesario fomentar en la población una educación acerca de esta responsabilidad social, con la misma importancia que se atienden otros aspectos en las agendas globales y como parte integral del ser humano.
La Embajada Mundial de Activistas por la Paz realiza durante los meses de abril y octubre de cada año, la Maratón Internacional de Donación de Sangre “En la Sangre está la Vida – Donando la savia de la vida”, en veinte (20) países, de manera simultánea. En esta maratón las coordinaciones locales de la Embajada Mundial ubican y movilizan a miles de donantes voluntarios en unión con las instituciones del área de la salud, bancos de sangre, instituciones gubernamentales, empresas privadas, universidades, escuelas y medios de comunicación.
Como Embajada de Activistas por la Paz creemos que una cultura de donación voluntaria y habitual, debe ser el pilar de todo Sistema Nacional de Sangre. Por esa trabajamos a nivel latinoamericano en la promoción de un Proyecto de Ley cuyo objetivo es declarar de interés nacional el fomento de la cultura de donación voluntaria y habitual de sangre segura, mediante la promoción constante y masiva de programas de educación y concienciación respecto a esta cultura, así como el establecimiento de un sistema de reconocimiento, no lucrativos, para los donantes voluntarios que contribuyan al abastecimiento periódico de los bancos de sangre a lo largo del territorio nacional.
Actualmente en la mayoría de los países latinoamericanos predomina la donación de reposición como resultado de la falta de donantes voluntarios; situación que se da por la falta de educación e información sobre el proceso de donación de sangre: no existe una conciencia, una cultura de donación voluntaria y habitual.
Sin embargo, esto es parte importante de la paz integral para la familia humana, pues una familia donde uno de sus miembros está padeciendo de alguna enfermedad, y que necesita sangre para obtener buena salud, no puede tener paz sin ese recurso; pero si se le provee y suministra la sangre que se requiere para la persona, puede volver la tranquilidad y la paz a la familia.
Por esa razón, de forma paralela al proyecto de ley, como Embajador Mundial de la Paz propongo un programa educativo para inculcar en las personas de las diferentes edades una conciencia solidaria; para que más allá de ver la donación de sangre como una responsabilidad social, entiendan que es un acto de amor y de generosidad, a través del cual —como seres humanos— podemos dar a otros el regalo más grande: LA VIDA.
Actualmente se escucha mucho hablar de la crisis de valores éticos y morales, pero lo que existe en realidad es crisis en los seres humanos provocada por la falta de esos valores. Los seres humanos se han dedicado tanto al “tener” y el “hacer”, que han olvidado completamente que lo más importante en cada individuo es el “ser”; y creemos que a través de una acción tan sencilla como donar sangre puede despertar en las personas esa parte humana capaz de dar a otros vida, amor, esperanza, alegría; y así llevar paz a la familia humana.
Sabemos que a través de la educación podemos transformar mentalidades, y consecuentemente, conductas; por eso a través de un programa educativo dirigido a diferentes sectores de la sociedad, podemos sembrar esa semilla de amor y solidaridad en el corazón de las personas, para que se manifieste en acciones, como la donación de sangre, que constituye una expresión de respeto por la vida y de compasión por el prójimo, aun siendo desconocido.
El programa educativo comunicacional para la formación de una cultura de donación voluntaria y habitual de sangre segura, está dirigido al ámbito familiar, comunitario, educativo y organizacional; donde participarán individuos desde los tres años de edad en adelante.
El objetivo de este proyecto es formar una cultura de donación voluntaria y habitual de sangre segura, en la sociedad humana, para fortalecer los principios del amor por la vida, respeto por la dignidad humana, la libertad, la justicia y la paz.
Dentro de los campos de acción se incluyó la familia porque constituye la estructura base de la sociedad. Los padres son los primeros maestros de los niños, y la casa: la primera escuela donde se reciben enseñanzas que marcan la vida de una persona.
También se incluyó acciones dirigidas a la comunidad, porque hace parte de la vida cotidiana de las personas; escenarios en los que individuos de todas las edades, culturas, religión o grupos sociales, se integran formando un sistema de apoyo para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en determinado vecindario o comuna, promoviendo acciones solidarias, y creando así una mejor sociedad en general.
Por otra parte, las entidades educativas son pilares fundamentales para la enseñanza de principios y valores éticos y morales en los seres humanos, y para crear una conciencia colectiva; por eso el programa se extenderá a las escuelas, colegios, universidades y las instituciones educativas en general.
Y finalmente se incluyó el ámbito organizacional, porque es donde se concentran individuos de distintas edades, contextos sociales y familiares, expuestos durante largas horas del día a compartir diversidad de ideas y valores, para realizar diferentes actividades laborales, pero que finalmente terminan influyendo en el entorno.
Hoy lanzamos esta propuesta en Venezuela, pero posteriormente se extenderá a todos los países latinoamericanos.
Muchas gracias a las autoridades por acoger esta iniciativa. Y a los Activistas: gracias por ser parte de las campañas de donación de sangre de la Embajada, y por respaldar esta iniciativa que busca formar mejores seres humanos, despertando los sentimientos más nobles en las personas. Y, ante todo, gracias por respaldar este trabajo que busca llevar vida y esperanza a la familia humana.
Muchas gracias