Conferencias Magistrales durante el Primer Congreso Internacional Docente.
14 de octubre de 2014, Asunción, Paraguay.
El Primer Congreso Internacional Docente “Educar para Recordar”, realizado en Paraguay, dio paso a conferencias magistrales, que se caracterizaron por realzar el valor de la memoria como un derecho individual, colectivo, y como un deber no solo del Estado, sino de todas las naciones.
El Embajador Mundial de la Paz, Dr. William Soto Santiago, fundamentó esta jornada con el tema “La importancia de una educación centrada en valores éticos y morales, y principios constitucionales, como una herramienta para alcanzar la paz”, el cual dividió en tres ejes fundamentales: a) El poder de la educación, b) ¿Cómo se educa para la Paz?, y c) el Holocausto como paradigma del genocidio.
El Dr. Soto enfatizó la necesidad de replantear el sistema educativo internacional debido a su desactualización y a la situación actual de la humanidad, convulsionada principalmente por la falta de valores y principios éticos y morales:
«Precisamente a través de la educación deben repararse los ejemplos que nos da la historia, buenos y malos, y procurar un modelo que ayude a formar adecuadamente a ciudadanos de paz; porque hasta el momento tal modelo no existe. Por el contrario, nos hemos ocupado de la educación como transmisión de conocimiento y hemos asumido la paz como un anhelo y no como lo que realmente es: una necesidad».
De acuerdo a lo anterior, el Dr. Soto promueve un modelo educativo que desarrolla en plenitud al ser humano integral, holístico e interactuando armónicamente con la naturaleza y con su semejantes:
«El proceso de aprendizaje también es un proceso de formación, el proceso educativo es, ante todo, un proceso constructivo; como tal tiene que ofrecer alternativas al individuo, a la familia y a la comunidad, para armonizar y equilibrar su existencia alcanzando la paz; la paz interior, que luego se reflejará en una vida de relación respetuosa de sus semejantes. La educación debe ser un proceso de continuo crecimiento para la superación integral del ser humano».
Dando continuidad a este modelo presentado por la Embajada Mundial de Activistas por la Paz, la Lic. Elvira Pérez, de Bolivia, realizó la presentación del programa educativo “Educar para Recordar” – “El Holocausto, paradigma del genocidio”, quien puso a consideración de los presentes los objetivos y estructura de esta propuesta:
«El Dr. William Soto tiene como objetivo, mediante este programa, contribuir a través de un proceso participativo en la construcción colectiva de un nuevo enfoque en la educación centrada en valores éticos y morales, y principios constitucionales, basada en el respeto a la dignidad del ser humano, a las diferencias, a la autonomía de los pueblos, y a la diversidad étnica, cultural ideológica y religiosa. Esta es una herramienta eficaz para prevenir la comisión de actos que atenten contra la vida de una persona, un grupo o un pueblo, o en contra de la dignidad intrínseca de todo ser humano».
Por su parte, la Lic. Lourdes Esther Balcázar Hurtado, de Bolivia, explicó las Fases de Secuencia del programa educativo, con el fin de facilitar la implementación de este modelo en programas de estudio y en aulas de clase, volviendo el programa práctico para todas las partes involucradas:
«Todas las actividades promueven al estudiante al dialogo, a la participación, al trabajo en grupo; y de esta manera les permite a los docentes ir observando de qué manera el estudiante va internalizando los valores en su vida. Las temáticas están destinadas a internalizar en el corazón del estudiante actitudes, valores, el reconocimiento y defensa de todos los derechos del ser humano, la sensibilización y empatía con el prójimo».
A continuación, el Lic. Antonio Pecci desarrolló la Conferencia “Memoria histórica y derechos humanos”, en representación de la Mesa de Memoria Histórica de Paraguay, organización de víctimas de la dictadura, luchadores y luchadoras, familiares de desaparecidos y defensores de los Derechos Humanos, organización que reúne entidades como SERPAJ-PY, Museo de las Memorias, CODEHUPY, CODELUCHA, Fundación Celestina Pérez de Almada, Sindicato de Periodistas del Paraguay, CUT Auténtica, Central Nacional de Trabajadores, Mujeres por la Democracia, y el CIPAE.
El Lic. Pecci manejó el dialecto guaraní durante toda su exposición, e hizo un recorrido por las diferentes dictaduras que sufrió Paraguay, resaltando los 400 desaparecidos de la dictadura de Alfredo Stroessner, de los cuales ninguno ha sido identificado. Su organización ha venido trabajando en el concepto de la memoria histórica, apoyándose en proyectos educativos y un museo alusivo a este tema en Paraguay:
«Trabajar la memoria histórica es una parte de ese gran continente que son los derechos humanos… Tenemos que trabajar para crear, como se dijo acá, una cultura basada en la paz, en la tolerancia, en el respeto al otro, a la idea diferente, en el respeto a las diferencias; y eso exige conocer nuestro pasado reciente».
Cerrando el ciclo de conferencias de la mañana, la Sra. Liliana Valiña, Asesora en Derechos Humanos de las Naciones Unidas para Paraguay, y de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, expuso la conferencia: “Genocidio: memoria y cultura de derechos humanos”, recordando a la audiencia los diferentes instrumentos internacionales para la defensa de los Derechos Humanos, ligados directamente con la Segunda Guerra Mundial, desde la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional y el Estatuto de Roma, entre otros: «El concepto de los derechos humanos arranca con la creación misma de la Naciones Unidas como una respuesta de la humanidad frente a la barbarie».
Pero más allá de la creación de cualquier legislación que prevenga o sancione estos crímenes de lesa humanidad, la Sra. Liliana Valiña expresó que este tipo de crímenes debe ser investigado y sancionado sin importar cuánto tiempo haya pasado, bajo el concepto de imprescriptibilidad, que consiste justamente en “la imposibilidad de impedir sanciones por el transcurso del tiempo, y eso también está muy vinculado al tema de la memoria… Y por supuesto, no se trata sólo de una obligación jurídica, son indiscutibles sus efectos múltiples, tanto en el campo de la disuasión y prevención como en el pedagógico, social, cultural, y en materia de justicia.”