(Habla en otra lengua). Muy buenas noches. Realmente emocionado por este encuentro; doctor William Soto en su nombre quiero saludar a todas las personas amigas, hermanos y hermanas, extranjeros y extranjeras que hoy engalanan este espacio, este encuentro con su presencia.
Doctora Yilda Agüero, gracias por acompañarnos; a todos los colegas, compañeros, en su nombre también quiero saludar a las autoridades que vienen también desde otras universidades hermanas, la Universidad Católica, la UTIC, otras universidades, la UPAP, la Universidad Nacional del Este, la hermana universidad; gracias por estar con nosotros señora decana y acompañante.
Queridos estudiantes de las diferentes facultades, de las diferentes carreras, muy queridos estudiantes de nuestra querida facultad de Humanidades, Ciencias sociales y cultura guaraní.
Quiero de una manera un poco atrevida si se quiere, llevar de lo que en forma tan práctica y concreta ya se ha expuesto a través de las diferentes personas que han tomado, que han hecho uso de la palabra en este encuentro y llevarles un poquitito a volar, a andar por las nubes, porque cuando hablamos de epistemología estamos muy ciertamente cerca de lo que es la filosofía, y como filósofo bueno tendríamos que ser expertos en hacer volar la mente, no, el pensamiento, las ideas, el mundo de las ideas.
Y como me toca a mí hablar de los fundamentos epistemológicos de la cátedra para la paz y el desarrollo de un perfil profesional en valores, después de todo lo excelentemente expuesto por nuestro magnifico rector en su saludos iniciales; por el doctor William Soto cuando hablaba de los contenidos de los aspectos fundamentales y de los objetivos de una cátedra para la paz teniendo en cuenta los aspectos macro y micro, los aspectos a ser tenidos de manera general y también a ser tenidos de manera contextualizada en cada uno de los ambientes en que nos desenvolvemos como ciudadanos del mundo globalizado, pero pertenecientes a una cultura propia, particular en relación con las otras culturas.
Y lo que Nancy también tan excelentemente expuso hace minutos nada más, con relación a los elementos que hacen al complejo de un proyecto o de un programa o un currículum educativo desde una concepción de educación en sentido estrictamente formal, educación formal y en el caso concreto de una propuesta curricular de la cátedra para la paz en una universidad.
Entonces me toca a mí establecer, pero y ¿por qué todas estas propuestas? ¿por qué todos estos cambios? y la pregunta que les propongo hacernos es que ¿realmente a los seres humanos nos gusta inventar cosas en algún momento dado? y decir bueno, esto a partir de ahora va a ser moda o es que existe realmente razones, argumentos, fundamentos válidos y sólidos que nos saquen de esas casillas, de esa zona de comodidad, que por naturaleza también nos gusta estar, a todos, convengamos y ahí es donde quiero invitarles a reflexionar con respecto a lo que son los fundamentos epistemológicos, que permitan ojalá en este taller sacar luz con relación a ese respaldo teórico, a ese respaldo en términos de argumentos racionales de producción, de conocimiento y la forma de producción de conocimiento que hacen en definitiva a las diferentes ramas del saber humano, las ciencias.
No pretendo hacer una exposición; en honor al tiempo, de… en profundidad de todo cuánto tiene que ver con la epistemología porque eso es una cátedra y da para hablar no solamente horas, sino semanas, meses y años; pero si quiero hacer una breve reseña histórica de todos los cambios que se produjeron a lo largo de la historia de la humanidad en torno a lo que es específicamente producir conocimiento, a lo que es entender la pertinencia y por sobre todas las cosas la verdad de los conocimientos que como seres humanos producimos.
Y en primer lugar quiero que nos pongamos de acuerdo, convengamos que en educación superior universitaria en la generalidad, los modelos asumen una formación de profesionales con características integrales, con valores que lo caracterizan, con el compromiso, con el bien y el desarrollo de la humanidad fundamentalmente y por otra parte la universidad a través de sus funciones también, que hoy como bien Nancy ha expuesto, como grandes desafíos que tenemos en los últimos tiempos en el siglo XXI que imponen cambios de forma y de fondo en cuanto a la misión institucional de la universidad.
Que de un modelo clásico, enclaustrado, exclusivista, hoy se abra al mundo de un modelo en que se basaba solamente en la transmisión de conocimientos ya construidos, hechos a través de las generaciones, hoy se trata de dinamizar ese proceso e incorporar otros elementos más, que hoy sabemos que los tres pilares de la misión institucional universitaria no solamente convergen en la mera transmisión de conocimientos sino a través de la investigación, la producción de conocimientos propios y a través de la extensión, la aplicación, ojalá lo más pertinente posible al desarrollo del entorno inmediato y porque no decirlo al desarrollo del planeta de la sociedad globalizada.
Entonces es razonable pensar que existe una dinámica, que existen cambios, cambios de paradigmas, cambios de modos de pensar y de hacer, y es ahí donde la Epistemología juega un papel importante y como ya dije quiero hacer una breve reseña histórica. Que pasó con el devenir en la producción de conocimientos en las diferentes ciencias en los diferentes ámbitos del saber.
Originalmente los entendidos, los expertos, llamados científicos tenían la autoridad de decir cuáles eran los procesos, los métodos e incluso las técnicas para la producción de conocimientos y convengamos que eso incluso implicaba los círculos científicos, las sociedades científicas que hoy siguen existiendo pero que se ha abierto a la sociedad de una manera que los alcances y las implicancias en la producción de los conocimientos también es diferente y asumida de otra manera.
Y fundamentalmente quiero hablar de las ciencias sociales y humanas, porque si vamos a hablar de la construcción o de la contribución de la cátedra para la paz en un proceso formativo del ser humano integral, nuestros fundamentos epistemológicos se han de basar justamente en las ciencias sociales y humanas.
Y para entender mejor convengamos que originalmente o básicamente las ciencias, los ámbitos del saber se dividen en dos grandes grupos: las ciencias duras o las ciencias naturales, sí, en donde podamos entender también las propias ciencias o integrar las propias ciencias exactas: la matemática, la química, la física, son ámbitos del saber en dónde la producción de conocimiento se basa justamente en un modelo en el que se asumía, que solamente es conocimiento científico aquello que es pasible o que tiene condiciones para ser medible o cuantificable, y es ahí donde obviamente la esencia de las ciencias se concentraba en términos de formas de producir conocimientos y podemos hablar de una escuela, de una corriente epistemológica, científica, que concentraba esta forma de entender y de asumir en la producción de conocimientos que es el positivismo.
No hace mucho tiempo a partir de la segunda guerra mundial en donde justamente podemos asumir que generó uno de los grandes genocidios de la humanidad, es que se ha empezado a discutir con relación a la pertinencia de esos modos de hacer ciencia en los ámbitos que hacen a la esencia del ser humano en los ámbitos de los aspectos sociales y humanos, hasta ese momento cualquier intento de generar ciencia, de generar conocimientos era considerado no oportuno, no válido, incluso y podemos aquí convenir de que disciplinas como la Psicología, como la propia Sociología, como la Antropología eran consideradas seudociencias o no ciencias en aquellos tiempos, y como ya dije a partir de esos años, a partir de la segunda mitad del siglo XX es donde se asume otro modo de pensar, otro modo de entender los fenómenos, la realidad y otro modo de hacer ciencia.
Y esas condiciones incluso cambian la forma de vida de las personas y aquí es donde podemos entender que en otras épocas, en otros tiempos, el ser humano entendía, comprendía y se relacionaba con sus pares de un modo diferente, de un modo distinto en que hoy podemos considerarlo inconcebible, porque la misma realidad de lo social y de las relaciones hoy han cambiado y convengamos como decía Nancy, que la realidad del mundo de hoy a partir del siglo XX y lo que va del siglo XXI fue tornándose más complejo, donde se han integrado elementos y componentes de la propia forma de pensar y de la propia forma de entender el entorno y por ende de relacionarnos con el entorno y es ahí donde surgen discusiones en principio que fueron en su momento bastante áridas; pero que propiciaron la posibilidad del desarrollo de las ciencias sociales y humanas.
Hoy entonces podemos hablar en la universidad de áreas del saber, de ciencias, de disciplinas, de carreras universitarias que antiguamente no tenían razón de ser, ni razón de existir, como la propia psicología que ha ido desarrollándose en los últimos tiempos desde el siglo XX en adelante.
Lo mismo podemos hablar de las propias ciencias de la educación, con todo este devenir de la Epistemología y del desarrollo del conocimiento de las ciencias; no hace mucho tiempo es que estamos hablando de ciencias de la educación, cambiando incluso el término por concepto de Pedagogía clásica, por el de las ciencias de la educación.
Incluso en el proceso de formación de los profesionales en base a los sustentos teóricos hoy son diferentes. Pero vuelvo a la pregunta original ¿por qué tienen que ser diferentes o es que es lo que está de moda? O es lo que realmente hoy nos impone por así decirlo un nuevo modelo, una nueva forma de vida de la sociedad global.
A partir de esto, convengamos que las nuevas corrientes epistemológicas surgen como necesidad, como necesidad para dar respuestas a esos nuevos modos de vida, a esos nuevos modos de entender, de entender la esencia de la naturaleza humana del ser humano en relación consigo mismo, con los demás con la naturaleza y porque no decirlo con Dios.
Y es así que surgen nuevas corrientes y me ánimo a establecer en este taller que con las nuevas corrientes epistemológicas la teoría de la complejidad aporta hoy, y quiero citar a Edgar *Morin, a quien conocemos mejor y desde incluso sus aportes a los desafíos para la educación del siglo XXI; que ya hace bastante tiempo en los años 90 en un congreso mundial aportaba él y hablaba por ejemplo de los 7 saberes necesarios para la educación del siglo XXI, y contextualizaba él que las bases epistemológicas para una educación pertinente para los tiempos actuales está en 7 aspectos, por eso decía los 7 saberes necesarios.
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Una educación que cure la ceguera del conocimiento. ¿Por qué hablaba él una educación que cura la ceguera del conocimiento? Porque en realidad de una educación transmisora del conocimiento que en su momento era lo que la sociedad necesitaba, hoy se pasaba a una necesidad, o hoy se pasa a una nueva necesidad, la de la construcción o reconstrucción del conocimiento.
Una educación que garantice el conocimiento pertinente como consecuencia quizá de lo anterior ¿por qué? porque la mera transmisión del conocimiento no nos asegura la pertinencia de ese conocimiento.
Hoy como Nancy decía estamos en un mundo complejo, estamos en un mundo que necesita de dinámica, en donde el propio conocimiento es más el propio conocimiento se pone en tela de juicio cuando en un momento dado se presenta con un grado de veracidad, con un grado de verdad y que después no es tal cosa.
Por ejemplo, en el ámbito de la medicina hoy se discute la gran verdad de que las neuronas cuando mueren ya no se recuperan, ya no se regeneran en estos minutos se pone en tela de discusión eso.
Enseñar la condición humana, un tercer factor que Morin plantea como base epistemológica para una educación en el siglo XXI, enseñar la condición humana; quizás me animo a decir que a partir de momentos históricos en que otros aspectos u otros factores, ocupaban el primer lugar y en tanto la condición humana pasaba a segundo plano o tercer plano en la época de la explosión industrial en donde se consideraba a las personas, al individuo como una herramienta de trabajo, no como un factor realmente basado en su condición humana, que podría desarrollar capacidades, competencias para aportar como talento que es lo que hoy se habla de talento humano en las organizaciones.
Cuarto aspecto. Enseñar la identidad terrenal. Identificarnos nosotros mismos como seres planetarios, como seres en relación no solamente con nosotros mismos y con los demás sino con el medio ambiente como decía Nancy, asegurando la sustentabilidad y la sostenibilidad en nuestro planeta.
Enfrentar las incertidumbres. Quinto factor. Nancy ya explico todo lo que son las incertidumbres hace un rato, no, creo que no hace falta entrar en detalles, pero de qué manera los fundamentos epistemológicos desde la teoría de la complejidad y la propuesta de Edgar Morin, hoy nos convocan a salirnos del molde a salirnos de las recetas y asombrarnos y hacernos preguntas y decir hasta donde, hasta cuándo, por qué, para qué hacemos esto o aquello o proponemos esto.
Estamos en un mundo de incertidumbres aprovechemos, tomémoslo como una oportunidad para desarrollarnos y acá me dicen que tengo 3 minutos, así que voy a tratar de desarrollar en 3 minutos los otros dos aspectos.
Sexto. Enseñar la comprensión; y bueno Nancy también ya hablo de que hoy no se trata solamente a través de la transmisión de conocimiento acumular toda esa información, sino tenemos que comprender y es más, hacer que lo que incorporamos como conocimiento también sea pertinente para nuestra vida en nuestra relación con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza, con Dios, como decía.
Y finalmente Morin no deja de lado las cuestiones morales y habla de la ética en el género humano, incorporar esos elementos es imprescindible y es así que entonces conto estas propuestas.
Hoy podemos hablar de paradigmas, de modelos teóricos que orientan la educación y lo que estamos en la ciencia, en la educación; la doctora Yilda habrá dicho varias veces y Nancy también habrá repetido varias veces, ¿cuáles son los principios las bases filosóficas, los principios que sustentan la educación para el siglo XXI?
Y cuando empezamos a hablar de reforma educativa hace más de 25 años ya en nuestro país desde los primeros niveles educativos de los primeros niveles de la educación formal llegando hoy por la universidad y hablando de currículum por competencias.
Hoy podemos hablar de la condición epistemológica que refiere al humanismo, al pragmatismo, desde el enfoque sicologista al cognitivismo y al constructivismo, desde el enfoque social, educativo, pasando por Vygotsky el modelo social constructivista donde entre todos construimos o reconstruimos el conocimiento en la escuela, en el colegio y en la universidad.
Y con eso aprender a conocer, aprender a ser, aprender a vivir juntos, aprender a emprender que son los pilares de la educación propuestos justamente en el marco de la reforma educativa.
Finalmente con estos supuestos epistemológicos y otros que quieran agregar en este taller, creo, considero, que en la universidad debemos evitar las barreras tradicionales entre las disciplinas, concebir una educación universitaria desde un contexto holístico integrador, interdisciplinar, transdisciplinar y es ahí donde una integración de una cátedra para la paz puede ser vista como tal, una cátedra específica cualquiera sea la carrera, cualesquiera sean las ciencias del saber en la que nos estamos formando no solamente y específicamente en las ciencias humanas y sociales, podemos hablar de esto en la facultad de medicina, en la facultad de ingeniería, en otros ámbitos.
Reformular obviamente como bien decía, nuestros enfoques curriculares basados en políticas y programas universitarios que integran también la docencia la investigación y la extensión y que se integren obviamente a partir de lo local hacia lo global, y de lo global hacia lo local, de tal modo que todos podamos aprender de todos y que considero que el doctor William Soto planteó una propuesta con contenidos genéricos y que a partir de ahí también obviamente integremos aspectos, factores, elementos exclusivamente también locales, que hacen su contexto cultural propio en el que nos desenvolvemos como universidad.
A partir de ahí podemos trabajar con programas específicos, podemos hablar de cátedras libres, podemos hablar de elementos transversales o componentes transversales donde se trabaje valores tanto humanos como sociales, como morales, en otras cátedras que creo que es una alternativa válida también para las ciencias duras y que permitan cumplir con los propósitos y objetivos que hoy nos convocan en este seminario.
Muchísimas gracias y estamos abiertos quizás seguramente a las preguntas al finalizar los demás temas que se van a desarrollar. Que estén bien.