Mi cordial saludo al representante del gobernador, ingeniero Jaime Eleodoro Rodríguez Calderón, en la persona del doctor Arturo Estrada Camargo; Subsecretario de Educación Media, Superior y Superior del estado de Nuevo León, y en su persona a todos los miembros del presídium; representantes de gobierno; académicos y docentes; a todos los estudiantes presentes; señoras y señores; también quiero agradecer la presencia de más de 15 universidades del estado de Nuevo León representadas aquí; directivos que nos visitan de México y otros países; gracias por su apoyo y respaldo para la construcción de una cultura de paz a través de la educación; contribución de la cátedra para la paz en el proceso formativo del ser humano integral.
Con la buena educación es el hombre una criatura mansa y divina, pero sin ella es el más feroz de los animales. “La educación y la enseñanza mejoran a los buenos y hacen buenos a los malos” … Platón. Esta frase nos hace reflexionar sobre el objetivo final de la educación, al hablar de los frutos de una buena educación o una buena enseñanza, Platón no hace referencia a un ser humano más inteligente, con más conocimiento o capacidades, en realidad nos habla de que la buena educación de formar personas más humanas, pues tiene el poder para transformar mentalidades y las acciones de los hombres.
Debemos preguntarnos ¿cuál es el objetivo de la educación superior en la actualidad? ¿Por qué vemos tantos líderes bien preparados académicamente cometiendo los peores crímenes contra la divinidad del ser humano?
La educación superior ha centrado sus esfuerzos en promover la investigación e innovación, y eso es importante porque las universidades han formado profesionales idóneos con habilidades y capacidades en distintas áreas que contribuyen al desarrollo en el campo tecnológico y científico, sin embargo los cambios sociales, políticos, económicos y culturales, la crisis de valores humanos y ante todo espirituales que desintegra a la sociedad, son situaciones que convocan a las universidades a replantear los objetivos de la educación, pues educar debe ser más que la simple transmisión de conocimientos para profesionales.
La idoneidad de un profesional se debe pedir por su sensibilidad como ser humano, por su solidaridad con sus semejantes, y no solo por el cúmulo de conocimientos adquiridos; el establecimiento de un sistema de educación integral de calidad, fundamentado en el respeto de la dignidad humana y en la práctica de los valores y principios éticos, morales y espirituales es una necesidad inmediata.
¿Cuál es el primer paso para promover está transformación hacia una educación integral? Debe existir una educación integral para el hombre integral, hemos desconocido la esencia del ser humano en el proceso educativo, se hace necesario reconocer la naturaleza integral del ser humano porque la persona no solo es cuerpo físico, también está formado por espíritu y alma o lo que llaman corazón.
La universidad debe reflexionar sobre su liderazgo e identificar las prioridades en la formación de profesionales integrales que respondan a los retos de la educación según las necesidades del entorno, hoy necesitamos profesionales que tengan conocimiento y también que reconozcan la dignidad humana como valor fundamental, que promuevan y construyan una cultura de paz conscientes de su responsabilidad social, respetuosos de los derechos humanos, de los valores universales y espirituales y promotores del dialogo y del respeto por las culturas.
El poder transformador de la educación superior debe concentrarse en la formación de un profesional más humano, para quien el ser, el hacer, y respetar sean tan importantes como el saber.
El liderazgo de la universidad es fundamental en esta nueva era del conocimiento, la universidad cumple un rol integrador y transformador de sociedades, este liderazgo demanda mayor responsabilidad y exige un cambio de paradigma en la educación superior. Hoy iniciamos juntos este recorrido que demandará de todos nosotros voluntad, esfuerzo y perseverancia.
Esta Alianza Internacional de Universidades en un mundo globalizado fomentara el fortalecimiento de la justicia, el respeto del planeta tierra, el amor por la vida y facilitara la construcción de una educación para la paz del ser humano integral. Muchas gracias.
MODERADOR
Agradecemos la destaca importante participación del doctor William Soto Santiago, Embajador Mundial de la Embajada de Activistas por la Paz. Antes de continuar con nuestro programa, quiero hacer mención de algunas autoridades académicas que también se encuentran con nosotros: en representación de la Universidad Autónoma de Nuevo León en la persona de su rector, el ingeniero, Rogelio Garza Rivera, nos acompaña la ingeniero, Ana Cristina Rodríguez; le damos la más cordial bienvenida, también nos acompaña la Coordinadora de Carreras de la Universidad Emiliano Zapata, la maestra, Magdalena Ramírez Hernández; de la Universidad Metropolitana de Monterrey, su Directora General Académica la maestra Carmen Tamez Muñoz; se encuentra con nosotros también el rector de la Universidad del Norte, el ingeniero Marcelo González.