Director de la Carrera de Ciencias Económicas de la Universidad del Aconcagua, provincia de Mendoza
Buenos días. Es repetitivo, pero de nuevo gracias por el espacio que nos ha generado la invitación de la Embajada de Activistas por la Paz para participar acá.
Realmente un honor y vengo a contarles (ojalá en forma concreta y breve) lo que nosotros venimos haciendo en la Universidad del Aconcagua (este año cumple 50 años de existencia), donde justamente vengo a contarles qué estamos haciendo nosotros vinculado a lo que es formación de competencias, actitudes, aptitudes, que ha sido recurrente en las charlas anteriores, en la necesidad de algunas competencias que hacen falta para los chicos desde la familia, desde la primaria, desde la secundaria y en educación superior.
Yo les voy a contar la experiencia del ámbito de mi facultad, que es la de Ciencias Económicas y Jurídicas, donde contamos con un Centro de Emprendedores y ahí les voy a contar un poco el marco.
Antes de hablar, de empezar un poquito con la presentación, les quiero contar que la competencia del emprendedor o la competencia del perfil emprendedor que nosotros buscamos en los alumnos, no tiene que ver con un tema estrictamente de emprendimiento a nivel de negocios o emprendimiento de generación de proyectos privados; al contrario, la principal ponderación que nosotros queremos generar como competencia en los alumnos, tiene que ver con emprendimiento para su vida, emprendimiento para su vida profesional, emprendimiento para su vida familiar; porque al fin y al cabo, una pareja cuando empieza a armar su plan de familia está haciendo un emprendimiento; y no todas las personas tienen la capacidad para emprender, no todas las personas son capaces de generar cosas, no todas las personas son propensas a los cambios.
Entonces el emprendimiento está muy orientado, según lo entendemos nosotros en la propuesta, a lo que es la resiliencia; o sea, aprender a fracasar, a aprender a levantarse, porque en la vida no todo siempre resulta como queremos y no podemos educar más a los chicos a ser buscadores de empleo, a ser buscadores de soluciones, a ser buscadores de personas que nos digan las cosas, cómo hacer; sino a generadores de empleos, generadores de soluciones; y por supuesto, en el marco de actividades en la que nos han convocado hoy día, de la paz.
Por supuesto, qué mejor ejemplo que la Embajada de Activistas por la Paz, qué mejor ejemplo que las competencias que tienen toda la red de voluntarios y voluntarias que nos han atendido estos días, con la competencia principal del compromiso.
Porque tienen una causa, o sea la Embajada de Activistas por la Paz es un emprendimiento que tiene clara la causa, tiene clara la visión, tiene claro el norte, y eso hace que haya muchos voluntarios... a los que les agradezco todo el soporte que nos han dado para poder estar acá, en el caso de Analía Saldaña, que es la persona que hizo el contacto con nosotros en Mendoza.
Que es una gran diferencia el compromiso con la colaboración. Yo a veces me pregunto para mi vida o les pregunto a ustedes: De las cosas que hacen todos los días en términos de educación superior o en el ámbito en que se mueven, ¿en cuáles están comprometidos y en cuáles están colaborando? Y no es lo mismo.
Tienen el ejemplo didáctico del sándwich de jamón y queso (no sé si tienen hambre a esta hora, ¿sí?). En un sándwich de jamón y queso, la vaca colaboró o ¿no? Distinto del cerdo que dio su vida para esa causa.
Entonces, no es lo mismo el compromiso que la colaboración, y esos liderazgos (y en este caso sociales, como es el mejor ejemplo de esta actividad que tenemos hoy) genera compromiso en la gente que está atrás.
Y no en vano, en las búsquedas laborales (ahora hablando del sector de mercado, que muy bien hablaban más temprano) una competencia que se pide en una búsqueda laboral —cuando un chico sí busca trabajo— es la capacidad de emprender; pero no emprender para hacer su propio negocio o generar un autoempleo, emprender en la organización interna en la que se encuentra.
Por eso, quizá más tarde o más tarde no, perdón en un ratito, va a hablar una persona también de Mendoza, de nuestra Universidad, que ha hecho un emprendimiento interno dentro de nuestra Universidad, que es el tema del Centro de Estudiantes.
Entonces, el emprendimiento, atento, no es solamente es estar mirando negocios o emprendimientos propios, es dentro de tú organización vos podes generar muchos emprendimientos.
El contexto en el que nos encontramos, por supuesto, de crisis de valores (crisis positivas; las crisis ustedes saben que significan cambio). Y hay valores buenos y hay valores malos, valores a los que nos tenemos que adecuar. Por eso nosotros en el 2001, que es cuando empezamos en la universidad hace 14 años con esto que nosotros llamamos Revolución Emprendedora, tiene que ver con formar otro profesional en el ámbito de la educación superior (perdón), que es en la que nos encontramos.
Porque entendemos que necesitamos una fuerza profesional capacitada y emprendedora y más comprometida
Entonces, las universidades de excelencia en el mundo actúan realmente como un nexo y participan en la formación y generación de conocimiento para esos líderes.
Esa generación y conocimiento, justamente (y lo decían más temprano y aplaudo por eso) no es solamente el espacio académico, currículo-académico del plan de estudios, tiene que ver con otras competencias; desde oratoria, trabajo en equipo…
Bueno, nosotros trabajamos muy fuerte el tema del emprendimiento. Y no solamente —y lo recalco— en temas de negocios, en temas privados, en temas sociales. Un contador que es un egresado de mi carrera o un licenciado en Administración o un licenciado en Economía, les proponemos en sus tesinas o en sus trabajos prácticos que hagan proyectos sociales. De hecho, me pongo a disposición con la Embajada también para cuando tengan que hacer una investigación o nuevos desarrollos, poner alumnos voluntarios para que puedan investigar o incidir de nuevo en la sociedad.
Entonces, la creación de ese Centro Emprendedor nace justamente para satisfacer las necesidades del mercado; ¿o ustedes cuántas veces han escuchado hablar de las empresas que dicen: "los chicos no quieren trabajar"; o en las universidades: "que los chicos no quieren estudiar"?, y todo es culpa de lo anterior. En la primaria le echan la culpa a la familia; en la secundaria le echan la culpa a la primaria; y en la universidad le echa la culpa a la secundaria.
Cuento corto en el medio. Los chicos dicen: “¿Dónde me... bueno y para dónde voy?, ¿qué horas del día puedo dedicarle que sea más interesante que estar en el Facebook o en una red social?; no tengo otra cosa para hacer”. Lo que pasa con mi hija, yo no me preocupo cuando mi hija está en mi casa con algún celular o alguna cosita del WhatsApp o Facebook; me preocupo por mí, pero no es culpa de ella, es culpa mía, que quizá no hago nada atractivo para que ella crezca de otra forma y no solamente en la virtualidad.
Entonces, la visión del Centro de Emprendedores en la Universidad del Aconcagua, en Mendoza, es ser referentes en la conformación y crecimiento del ecosistema emprendedor de esa región.
Como misión, o sea el cómo, lo que estamos haciendo es coordinando actividades para formar, de forma continua, al egresado y al emprendedor de esa región, con la Escuela de Emprendedores, el área alumnos y los egresados, clínica emprendedora, cátedras de grado y el Consejo de Empresarios.
Por eso voy al primer objetivo nada más, para no demorarme mucho. Ahí hablamos de formación de emprendedores e intrapreneurs, o los emprendedores internos. Seguramente ustedes, los espacios que tienen académicos o de las organizaciones en que se desempeñan, tienen muchísimas posibilidades de hacer emprendimientos internos. Y créanme que hacen falta y créanme que los rectores, créanme que los directores, créanme que algún personaje jerárquico, está esperando que alguien vaya con proyectos nuevos; hacen falta. Así crecieron muchos países del mundo, a través de emprendimiento, y nosotros estamos necesitando —cada vez más— formar emprendedores.
Como actitud, el marco que nosotros le damos en la Facultad de Ciencias Económicas, es darle el marco de cómo gestionar ese proyecto, que no se quede solamente en una linda idea, sino que también puedan gestionarla y aprender; por ejemplo, a buscar financiamiento para ese proyecto. Porque puede ser un proyecto muy lindo, pero resulta que nadie te cree o nadie está dispuesto a hacerte una inversión.
Entonces, en Mendoza tenemos el caso de un gran emprendedor social, que participa en alguna parte en la solución a temas del mundo, como es el Sr. Abel Albino, que tiene la Fundación CONIN con la causa de disminuir la desnutrición infantil en el mundo.
Y en la Universidad armamos un equipo de chicos con emprendedores sociales, que estudian de contador, Administración, Economía, que ayudaron para un proyecto, para un resonador infantil, para FUNDAVITA, que es un organismo que lucha contra el cáncer en los chiquitos - de bebés; y resultaba que en los hospitales no había resonador infantil, entonces llevaban a los chiquitos para hacerle una resonancia y se morían en el camino.
Entonces, qué hicimos, con conocimiento de la universidad, con equipo interdisciplinario de la universidad, ese conocimiento lo pusimos a disposición de una fundación para armar el plan de negocios —porque al fin y al cabo termina siendo un plan de negocios, un plan de gestión, un plan de proyectos— para justificar por qué hacía falta ese resonador infantil y cuánta plata hacía falta para llevar adelante; y créanme que ya hay inversores interesados para ayudar esa causa.
Ese es el mapa del Centro Emprendedor. Justamente, como les comentaba, la parte de formación, la parte de egresados y la parte de clínica emprendedora. Y ese Centro Emprendedor funciona con muchos voluntarios también, alumnos que quieren ayudar a alguien. Entonces, nos encontramos con una persona, una pyme o un emprendedor de negocios, que quiere... con eso abastece a su familia o alimenta a su familia, que dice: “bueno, quiero crecer, quiero profesionalizarme”; entonces, hacemos consultorías gratuitas, ayudamos a que se profesionalicen.
Para terminar, entonces, en esa región oeste de Mendoza desde ya están invitados a participar, a sentir que tienen un espacio, una pata de contención para algún desarrollo; porque queremos formar líderes de organizaciones, no queremos formar solamente profesionales académicos. Queremos formar líderes de organizaciones, líderes solucionadores de problemas y líderes generadores de empleos; porque ustedes saben que quizás detrás de cualquier emprendimiento o desarrollo que ustedes mismos ya hoy pueden generar en los ámbitos en que se desarrollan, también se crean necesidades de trabajo.
Imagínense, si cada uno que estamos acá, nosotros, que somos entiendo 150 personas, desarrolla alguna idea, algún proyecto que siempre tuvo en su corazón, ¿cuántos trabajos podemos estar generando? Que quizás no es un trabajo remunerado; es actividad, es plenitud. ¿Sí? Hagan el ejercicio en sus alumnos de nivel secundario o primario o universitario: ¿cómo se imaginan dentro de 50 años los chicos?
De hecho, hubo un estudio en Mendoza hace dos meses, que justamente la mayoría quiere tener su propia... quieren ser sus propios jefes. No quiero hacer el ejercicio ahora de levantar la mano a ver cómo se imagina usted dentro de treinta años, veinte años o en diez años; pero todos tendemos a tratar de tener algún tipo de autonomía o libertad.
Bueno, esa es la competencia que nosotros queremos formar, la de animarse a emprender para la vida. Porque al fin y al cabo, una idea muy linda, una visión muy linda sin acción, es eso un sueño, es algo que está ahí etéreo. Hacer muchas cosas sin saber a dónde ir, sin una visión, es justamente un sin sentido. Ahora cuando junto la visión a la causa con acción, yo ahí sí puedo cambiar el orden de las cosas.
Muchísimas gracias y a disposición.
Moderador (Conclusiones)
Gracias señor expositor, estamos nuevamente aquí; y bueno, en lo puntual podemos sacar unas cuantas cuestiones interesantes de las que nos ha dicho Anselmo Tomellini. Por ejemplo:
Hoy en día en una sociedad de consumo, donde vemos que quien tiene necesidades está marginado, fracasado, y no es así; hay que aprender a levantarse, como bien nos reseñara el señor expositor.
Y otro tema es el ocio, por eso dañan los sistemas informáticos; estamos fallando quizás como sociedad, como familia, como sistema educativo, y aquí es donde también tenemos que prestar atención; y qué mejor que nacer (como lo han dicho o nos han expuesto con anterioridad), que nazcan (como bien lo señaló Carlos Palma) del núcleo familiar, pasar al sistema educativo y después tener una sociedad de contención en valores de la paz.
Y hablando de valores de la paz, aquí tenemos a uno de los líderes máximos, que siempre nos señalan que es el doctor William Soto Santiago, a quien pido que me acompañen con un fuerte aplauso por la tarea que desarrolla.
Concluyendo con Anselmo Tomellini. Formar líderes de organizaciones que solucionen los problemas y generadores de empleo. Todo un desafío en el cual la educación tiene que trabajar activamente para poder formarlos en el contexto: la paz.
Muy bien cuando nos han dicho tenemos que hacer acciones para la paz y no esperar que haya un conflicto para solucionar con un tema de paz, sino... los muertos ya los tenemos y es irreversible el sufrimiento que se realiza.